O eso te gustaría. A veces, nos ponemos a leer algo y a medida que avanzamos con la lectura nos damos cuenta de que nos sentimos increíblemente identificados con ella, pero no queremos sentirlo, porque sabemos que está mal, porque no nos gusta lo que estamos leyendo o solo porque todavía no estamos listos para aceptarlo.
Así que esto es para vos, que nunca perderías tu preciado tiempo en detenerte a leer algo que tengo para decirte, para vos que siempre haces todo bien (a diferencia de los demás). Para vos que sos inmutable, irrompible, el que brinda todas las críticas, pero no acepta ninguna. Para vos que no cambias por nadie, pero pretendes que los demás cambien por vos.
Me dieron ganas de escribirte, de pensarte. De pensar como esperas que te den todo porque pensas que lo mereces más que nadie y como muy pocas personas pueden llegar a tener el privilegio de que vos lo devuelvas. Pienso y pienso como es que sos tan indescifrable, como parece que todo te resbala y que nada te toca.
Es increíble como huis. Como te ocultas cada vez que algo te afecta. Como te escondes en una máscara asquerosa que dice que sos el mejor, que nada ni nadie puede tocarte. Huis de lo que te pasa, de cómo te sentís y de la gente que te quiere. Te escapas de hablar, de expresarte, de dejarte ser.
Tengo que reconocerte que seguramente te sirvió. Reconozco que seguramente has tenido a minas enamoradas y muertas por tu autoconfianza, por tus habilidades para hacer sociales y para sentirte cómodo ante cualquier situación, por cómo le haces creer a la gente que solo dependes de vos mismo y que tenes grandes capacidades de manejar como se siente el otro.
Me pregunto si en todo ese recorrido te habrás encontrado con alguien a quien realmente le importes. Alguien que luche por vos y por tu cariño, así como idolatra tu gran amor propio y pueda ver más allá. Alguien que vea más allá de esa máscara que usas, y vea todo el dolor y sufrimiento que hay atrás de ella. Alguien que al observar eso sienta que tiene que solucionarlo o por lo menos aportar algo para que eso pase.
Cada persona es un mundo. Nunca vas a entender mucho de mí, así como yo no voy a entender mucho de vos. Una persona no es lo que uno ve y puede a llegar a conocer a través de los años, sino que es el conjunto de experiencias vividas desde que nació hacia su presente. Nunca nadie puede conocer completamente a una persona.
Aun habiendo dicho todo eso reconozco muchas cosas, muchas "verdades", como que, aunque afirme muchas cosas que pueden ser ciertas, probablemente yo no sea la persona indicada para llenar los vacíos, unir las grietas, generar un cambio positivo en tu persona. También sé que yo también tengo vacíos, grietas, mil defectos y cosas por mejorar.
Es como si todos fuésemos un borrador, pero de una obra que solo se finaliza cuando ya no se puede cambiar nada, cuando ya no se puede vivir nada más, cuando realmente nada te toque o afecte, y lamento comunicarnos a todos los mortales que eso solo sucede cuando uno se muere. Cada persona que pasa por cada uno de nosotros nos cambia, por ahí muy poco o por ahí marca nuestras vidas. Pero nadie puede planearlo, no podemos decir: hoy voy a cambiar la vida de x. Solo pasa.
Vos. Vos sos caso, me atrevería a decir, único. No dejas entrar a nada ni nadie. Podes tener miles de amigos y pasarla bien, quererlos, que te quieran, pero nunca que vean el vos real. Admito que esta bueno tener una autoestima alta, y pensar que uno puede llegar a depender solo de uno mismo y creer que lo puede todo solo. Pero ¿Se puede? ¿Hay alguien lo suficientemente fuerte como para sobrevivir todo solo? ¿Podemos caernos una y otra y otra y otra vez y levantarnos solos? Y si somos lo suficientemente autosuficiente como para hacerlo no tendríamos que intentar meternos en la vida de los demás. Yo puedo, vos podes. Allá vos.
Puedo estar horas divagando sobre la naturaleza humana, la vida en sociedad, las elecciones que nos definen constantemente. Pero en definitiva yo solo quería hablarte a vos. A vos, que durante un año y medio permanentemente me apartaste, te escondiste y huiste cada vez que pudiste. A vos que, aunque admitías que no me amabas, difícilmente me hacías sentir querida, pero si imprescindible y descartable, volviste a mí y hasta ahora no me dejaste ir completamente.
A vos que cada vez que podías criticarme y hacerme sentir lo hacías. Vos que nunca pudiste mirarme a los ojos y hacerme sentir bien conmigo misma. A vos que constantemente me desafiabas cuando solo necesitaba cariño. Vos que esperabas todo de mí y aunque te lo daba no era suficiente.
Vos que por alguna extraña razón me enamoraste tanto que no puedo dejarte ir. Que me generas ganas de luchar y arreglarte, ganas de que vos tengas ganas de estar bien. De que todo lo que generas en mi yo lo genere en vos. Pero no. No es así. Y después de tanta lucha uno tiene que dejar ir.
Para vos, que lo único que mereces es un adiós.
