Enamorado.

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No supe como o cuando me enamore, no sé si fueron sus grandes pupilas de color verde con un toque celeste en el centro, esa perfecta imperfección o quizás fue su manera de reír, sus gestos al hablar, podría enumerar tantas cosas y aun así no daría con la causa, solo me perdería más en cada detalle, como por ejemplo su manera de hablarme o el tono que usaba para regañarme.
Me encontraba en un parque cercano a la fiesta mirando el vacío, mientras mi cerebro se negaba a creer que me encontraba enamorado.
Enamorado de ésa persona, él era mi concepto de aburrido, era todo lo contrario de mi.
Pero aun así ahí estaba yo sentado en mitad de un parque vacío suspirando con sus recuerdos.
Me quede ahí por unos largos 20 minutos, parecieron horas para mi hasta que decidí que era hora de volver y dando un gran suspiro mientras me levantaba de la fría banca, me limpie el pantalón y me dirigí a la fiesta.
Tome rumbo hacia donde yacía Jake quien parecía realmente exhausto.
-Muy salvaje para ti Jake -sonrei sin ganas.
-Gracioso, es una fiera en la pista y me siento ultrajado, esto es tu culpa -recibi un fuerte codazo en el brazo, a lo que solté un quejido.
Me miró, él parecía preocupado así que le volví a sonreír para calmarlo.
-Esta fiesta esta demasiado aburrida -sonreí con malicia y me aleje.
Luego de un par de llamadas a mis contactos o más bien el de mi tío, lo único bueno que ese hombre me dio, llegaron unos streapers, mujeres y hombres, venían de gala para pasar desapercibidos. Una de las mujeres, morena de cabello largo con rulos, llevaba un vestido pegado al cuerpo resaltando esos dotes que dios le dio, tenía unos ojos miel, unos labios carnosos, era el tipo de mujer con la que los jóvenes tendrían sueños húmedos, bueno, ella le coqueteo al guardia quien muy a gusto los dejo pasar.
"Claro los niños heterosexuales, al menos yo soñaba con un hombre más bajo que yo gimiendo por más... Vale"
-Oye -decia esto mientras me acercaba a Jake-, ayúdame a pasar unas cajas con algunas sorpresas dentro, a y también a echarlas en el ponche de frutas -me miró crédulo, sin embargo no hizo ninguna pregunta y siguió mi plan.
El cual consistía en echarle alcohol al ponche que apenas tenía, mientras los streapers comenzarían a bailar muy provocativos y la música comenzaba a ser más sensual, todos bailaban, hasta que ellos comenzaron a hacernos un show, quitándose la ropa, todo se volvió muy loco hasta que todo era un verdadero caos, entre alumnos hormonales y borrachos, los inspectores corriendo de un lugar a otro devolviéndole la ropa a los streapers, yo por mi parte con Jake nos partimos de de risa.
Pero habían una minoría a la que la situación no le agradó, en especial los ricachones, también vi a Nezumi y su pareja, ella lloraba en su hombro y él la consolaba como si fuese el fin del mundo, Joyce parecía ida, no le tome importancia y seguí con Jake, reíamos a más no poder, hasta que el caos paso y se llevaron lejos a los streapers, quienes ya estaban pagados por supuesto.
El inspector dio un discurso sobre el respeto y cosas así. A las cuales no tome importancia, luego de unas risas más me levante para ir al baño y me pire de la fiesta, pues ya no tenía que hacer.
Iba en mi mundo cuando tropecé con alguien más pequeña y menuda causando que ella cayera al suelo, mientras me sobaba vi quien era.
-Joder, ten cuidado.
-ten cuidado vos -Nezumi se acercó y la ayudo a levantarse, me echo una mirada de reproche, puesto que conocía esa mirada de memoria.
-Ash no me eches esa mirada, ella igual venía despistada -me sentía frustrado, que tenía ella que no tuviese yo.
"Es educada, guapa, femenina, respetuosa, tiene tetas, lo trata bien... -atentamente mi cerebro "
-No puedes ser agradable por una vez Shion, o es que disfrutas molestando a los demás... y decepcionadolos ¿eh?.
Desvíe la mirada sabía a que se refería, me adentre a la fiesta buscando a Joyce y le grite.
-Parece que todo lo que te he contado, los demás lo sabrán, cada puto secreto, eres una boca suelta de mierda -patee la silla molesto y tire una mesa botando todo lo que estaba sobre ella; vasos, platos con comida, el ponche, etc.
Ella no pudo decir nada porque me sacaron de la fiesta y me echaron.
-¡Maldita bocona!.
Fue lo último que dije esa noche. Luego fui a por ahí con Dylan, un antiguo novio, tenía el pelo como una princesa rubio, ojos plomos como la plata con un toque que antes me parecieron bellísimo, labios finos, tés blanca, era muy bajo puesto que medía 1.62 y bueno delgado sin exagerar, solo me miró a los ojos y se hizo a un lado esa noche no dijimos nada dormí en el sillón con algún chal y el bóxer que llevaba puesto, me costo bastante conciliar el sueño, pero Dylan y bajo puso un disco de melodías suaves haciendo que al rato cayese en un profundo sueño.

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