Dieciseis

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[Nicky. 9:15]: ¿Qué coño? ¿Qué haces en ese colegio?

Nicky tardó varios minutos en coger el teléfono y escribirla ese mensaje. Estaba en shock, ¿qué coño hacia la jodida gatita en ese colegio de pijos? Kate era joven, y al estar en aquella discoteca, dio por supuesto que iría a la universidad. Lo último que podía esperar era que una tía que había conocido en una discoteca a las cuatro de la madrugada iba todavía al instituto. O quizás hubiera una explicación.

Nicky llegó a casa absorta en sus pensamientos y cabreada porque la jodida cría había leído su mensaje pero no había respondido. Tiró el móvil a la cama y este revotó cayendo al suelo. Nicky se agachó para cogerlo y debajo de la cama encontró un jersey que no era suyo. Oh no. La gatita se había dejado olvidada la prenda. Nicky la cogió y la olió. ¿Qué coño haces, Nicky? Pensó mientras se embriagaba de su fragancia a vainilla. Nicky se tumbó en la cama con el jersey en una mano y el móvil en la otra. Abrió la conversación con Kate pero la chica seguía sin contestarle. Nicky miró su foto de perfil. Estaba en la playa con los brazos en alto y una sonrisa de oreja a oreja. Era preciosa. Para, Nicky, no tienes ni puta idea de donde te estás metiendo. No, no la tenía, pero joder, ¡qué bonita era! Esos ojos azules, esos labios carnosos, ese rostro angelical... Nicky se llevó el jersey a la nariz y el olor a vainilla le hizo recordar la despedida en su coche.- A lo mejor lo espero con muchas ganas- recordó sus palabras y recordó cómo Kate se mordió el labio a escasos centímetros de su boca. Nicky dejó el móvil a un lado de la todavía desecha cama y bajó la mano hasta meterla por debajo de su ropa interior. Estaba tremendamente húmeda.-Puta cría.- susurró mientras dejaba volar su imaginación.

El sonido y la vibración de su teléfono la despertaron. Le costó un rato recordar lo que había pasado. Estaba en su cama tumbada después de haberse tocado pensando en la maldita gatita. Nicky encendió la pantalla y le dio un vuelco el corazón al ver que Kate la había respondido. ¿Realmente quería abrir el mensaje? ¿Quería saber por qué la cría estaba en ese puto colegio elitista? ¿Estaba preparada para que le dijera la verdad? La chica le gustaba mucho, pero...

[Kate. 12.30]: Perdona, hasta el recreo no nos dejan utilizar el móvil.

Nicky apretó los dientes confirmando su teoría.

[Nicky. 12.34]: ¿El recreo? ¡Pero tu cuántos putos años tienes!

[Kate. 12.35]: Dieciséis para diecisiete.

[Nicky 12.35]: La madre que me puto parió

16 años. Se había follado a una cría de 16 años. "Dieciséis para diecisiete", dice. No te jode, ¡dieciséis para veintitrés si te parece!

[Kate. 12.36]: jajaja que pasa?

"¿Jajaja?" Nicky se estaba riendo poco en aquel momento.

[Kate. 12.37]: Oye Nicky... tampoco creo que sea para tanto. Solo nos divertíamos, no?

¿Tampoco fue para tanto? ¿Pero de qué iba esa cría?

[Nicky 12.38]: Prefiero divertirme con gente con la que sé que no me van a meter en la cárcel si me ven con ella.

[Kate. 12.38]: Jajajaja que exagerada

Nicky prefierió no contestar. Estaba cabreada. La había engañado completamente. Creyó jurar que la noche anterior la rubia le había dicho que estudiaba en Columbia, pero claro, entre la excitación y la coca poco pudo recordar. Y hablando de coca, tenía que ir a entregar un paquete si no quería que Kevin la matara.

ramet|tv

Mi droga eres tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora