¡Sorpresa!

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Aunque el aire que pasaba por las cortinas fuera caliente yo lo sentía muy fresco, me desperté y mis ojos se acostumbraron a la luz, palpe a mi lado esperando tener un cuerpo igual de sudoroso que el mio, pero en vez de eso encontré vacío, me senté en la cama y mire al rededor estaba echa un desastre, llevabamos ya dos semanas de luna de miel, esta era la última, y tengo que decir que fue algo difícil, como estamos en una isla, aveces Jacob sale a comer y regresa tarde, no entiendo por qué lo hace si aquí tenemos las suficiente comida, tal vez no puede dejar atras su otro yo, me pregunto como serán las cosas llegando a forks, una vez cuando salimos a caminar y visitar la ciudad vi en un vidrio de una tienda una figura conocida, voltee a ver de dónde venía esa figura y en alguien que era muy alto tenía una capa negra estaba dándome la espalda, me asuste pero entonces vi que solo era un señor que hacía de mago y que trabajaba en las calles, me sentí tonta al creer que era un volturi, los volturi no están en Venecia, están en volterra, me dije a mi misma, note como había ropa tirada por doquier, no parábamos de hacerlo, era un milagro si apenas teníamos una conversación, tomé una de las camisas de Jacob y baje a la cocina, el olor a comida inundó mi nariz, Jacob estaba dándome la espalda, no llevaba camisa, mordí mi labio y lo abrace por detrás, mis brazos apenas lo rodeaban
-buenos días esposo- dije en su oído
-buenos días esposa- sonrió y volvió su cabeza para darme un corto beso, fui hasta la cafetera y me servi un poco de café
-como dormiste?- me dijo mientras ponía en dos platos la comida
-muy bien y tú?- me sente en el desayunadero
-bien, por cierto mañana te toca a ti hacer el desayuno, yo ya lo hice dos veces- dejo los platos en la mesa y se sento a mi lado
-no es mi culpa que la cama sea tan deliciosa- tomé un sorbo de café y lo escupí en la taza, Jacob me miró
-sabes mal?- puso una mano en mi espalda yo asentí con la cabeza, se levantó fue al refrigerador y tomo un cartón de jugo, lo vacío en un vaso y me lo entregó rápidamente tomé para que el sabor del café se fuera, Jacob tomo la taza y le dio un sorbo
-sabe bueno
-a mi no me supo bueno- metí grandes bocados de comida a mi boca
-despacio, te vas a atragantar- me dijo Jacob riendo...

-no me quiero ir- dije haciendo un puchero
-ni yo creeme- me dijo Jacob mientras metia la ropa dentro de la maleta
-hay que quedarnos!- dije feliz
-no podemos
-por que no?, Es nuestra después de todo- sonrei y Jacob dio un gran suspiro
-no quieres ver a tu familia?- alzo una ceja y me miró fijamente
-esta bien...tu ganas- y seguí empacando.
Después de dejar la casa cruzar todo Venecia y llegar hasta el aeropuerto me despedí con una última mirada a la hermosa ciudad que había...ya llegando a forks esme y carlisle nos esperaban, los abrace al igual que Jacob y nos encaminamos hasta la casa, saludé a mis hermanos y a la pequeña, bueno, no tan pequeña renesmee ya era un poco más grande tendría unos 9 o 10 años si pudiera decir, Jacob y yo subimos hasta mi habitación y comenzamos a desempacar, pasamos todo octubre en Venecia, habían echo un festival de máscaras al cual Jacob y yo asistimos fue todo muy presioso mientras estuvimos ahí, después de desempacar y comer algo, Jacob tenia que ir con billy a visitarlo, hace mucho que no lo hacía, me recoste en la cama y deje que Morfeo me envolviera en sus brazos,
Al día siguiente el pesado cuerpo de Jacob me tenía muy bien abrazada tanto que me había sudar, estaba roncando demasiado fuerte
-jake- susurré y lo movi el me soltó y se acodo dandose la vuelta, acaricie su rostro y le di un beso en la mejilla, baje hasta la cocina donde ya me esperaba un rico desayuno...mas tarde Alice nos puso a mi y a Jacob unas vendas en los ojos, ambos caminabamos hacia donde Alice nos guiaba
-a donde vamos?- dije
-es una sorpresa- la dulce voz de Alice sonaba con mucho entusiasmo- toda la familia ah venido a verla
-ver la que?- pregunto Jacob tomándome de la mano
-ya lo verán!- dijo Alice emocionada y entonces después de unos cuantos pasos más nos detuvimos
-llegamos!- grito esme
-quitense la venda a la cuenta de tres- dijo alice- uno, dos...tres!
Jacob y yo nos quitamos las vendas y entonces lo que teníamos delante de nosotros nos dejó estupefactos

ImprimarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora