Código de Perras© |En Curso|

Capítulo 1.

P E R S P E C T I V A 

💘R O S S I E 💘

Tenía un dilema, pero uno de esos grandes.

Entré a mi armario y fui nuevamente eligiendo mi calzado. ¡No sabía que ponerme!

Por un lado tenía a los súper tacones cinco centímetros color carmesí que combinaba con mi labial y las pintas rojas de mi vestido. Y por otro lado, mis tacones siete centímetros color burdeo que combinaba con el cinturón y la sombra de mis ojos. Chicas, ustedes me entienden, moriré ignorante si elijo algo que no combine.

Rindiéndome, caminé a mi cama de dos plazas y me tire en ella.

—¡Esto es imposible, no podré ir al instituto! —lloriquee tomando mi teléfono.

Busqué el contacto de las chicas en Skype y marqué.

Lily está conectada a video llamada.

Chris está conectada a video llamada.

—¡Rossalie! ¿Qué mierda quieres ahora? Nos llamaste hace diez minutos —habló Chris.

—¡Lo siento! Emergencia de moda. ¿Este o este? —pregunté mostrando mis tacones.

—El rojo carmesí —respondió Lily, pintándose los labios de un color fucsia totalmente llamativo.

—¿Chris?

—Los dos se te verán bien —habló con fastidio Chris.

A Chris constantemente le estresa y fastidia que pregunte sobre ropa. Pero es mi mejor amiga, y la quiero tal cual es.

—¡Gracias! Cambiando de tema, ¿Las paso a buscar o ustedes me pasan a buscar?

—Yo las pasaré a recoger en —Chris miró la hora en su reloj —Cinco minutos, espero que estén listas o tendrán que irse en sus autos.

Y cortó la llamada.

—¿Lily? —pregunté.

—¿Si Rossie?

—¿Que ropa te pusiste?

—Espera te mando una fotografía. Cortaré la llamada.

~WhatsApp~

Lily💞: [Imagen adjunta]

Rossie💘: ¡Esta muy bello, amiga! Ya no me gustó mi ropa, me cambiaré.

Lily💞: Apúrate, Chris ya pasó a buscarme y no está de tan buen humor que digamos.

Rossie💘: Seré un rayo⚡

P E R S P E C T I V A 

💋C H R I S💋

Repase mis labios pintados de un color vino, y arranqué mi convertible a la casa de Lily.

Middle resonaba en mis parlantes vinculados con mi lista de reproducción en Spotify.

Tarareaba la canción y doblaba en la esquina correspondiente, cuando un auto empezó a pitear la bocina. No porque creían que era mujer podían sonar sus bocinas como idiotas.

Me bajé de mi auto, lentamente mostrando mis piernas doradas.

Caminé al auto y toque la ventanilla.

—¿Necesitas algo? —pregunté acomodando mi cabello a la derecha para mostrar un poquitito más mis pechos.

—Ahora que lo pienso...