Capítulo 2

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Hoy iré a buscar trabajo, en la ferretería no hay, solo me falta preguntar en la panadería "ángel" hay casi siempre hay letreros solicitando cocinera(o) ó empleado repartidor, casi ya no tengo dinero, todos mis ahorros se han ido en cubrir los gastos de la luz, renta del departamento y mi comida.
Al entrar en el pequeño local de la panadería puede notarse que venden bien y aun así pagan renta, luz, su comida (como yo) de su casa y del local y aun así obtienen buenas ganancias solo en hacer pan!, me pregunto cuanto ganaran las grandes empresas.
Me dirijo al mostrador y le hablo a un hombre que al parecer trabaja ahí.
-- Hola amigo me preguntaba si necesitan una mano; estoy buscando trabajo.
Me miró como si hubiera dicho una palabrota y respondió -- si la necesitáramos habría un letrero en la entrada. si es todo, que pases buen día-- para ser un simple empleado debería tratar mejor a sus clientes.
-- Gracias por nada-- dije y salí del local.
***
Llego a casa de nuevo con las manos vacías, busco algo de comer en el pequeño refrigerador y solo hay un yogur cuya fecha de caducidad se había vencido hace un par de días, no me importa, me ruge el estómago; tocan la puerta, no ago caso, vuelven a tocar más fuerte y abro la puerta.
-- Jenny. ¿que haces aquí?
--Hola Andrés, perdón por llegar sin avisar, ¿puedo pasar?
-- Pero claro! estas en tu casa.
-- Oh! Que bien entonces no te importará que me quede aquí un par de días.
-- Hablas enserio?
-- Si, por supuesto.
-- Y tu casa? No es qué no seas bienvenida Pero, porque en este reducido departamento?
-- Joseph, quiere hacer una de nuestras típicas fiestas en mí casa!!!
-- ¿y?, No es lo que acostumbran a hacer?
-- Sí pero llegará su pareja.
-- Tan mal te cae la chica?
-- José es gay, su pareja es un hombre que hasta se maquilla es insoportable, no pienso quedarme en casa, si tanto quieren hacer la fiestesita les presto la casa.
-- Entiendo. -- dije sin otra respuesta que decir.
-- Bueno y tu eres una de las personas en las que más me fío y tu no me dirías que no. --aclaró.
-- Oye en donde tu trabajas no tienen algún un puesto disponible? Dije con impaciencia.
-- Ammm, no lose, soy una de todas sus socias, pero... --me da una mirada de complicidad , esta tramando algo.
-- ¿qué?
-- La dueña y presidenta de Henderson's interprises es mi mejor amiga y yo podría convencerla en darte un puesto.
-- Estupendo!-- No lo podía creer después de días buscado un trabajo y al fin tengo una esperanza.
-- Cuando hablaras con ella, me urge el dinero.
-- Mmm pues, mañana hay una fiesta de parte de la empresa, asistirán todos los ejecutivos incluyéndola , me podrías acompañar y le haremos saber tu situación, ¿qué te parece?
-- Me parece bien, pero ...
-- ¿Qué?
-- Es una fiesta de clase social alta y yo no ...
-- ¡No digas tonterías! -- me interrumpe Jennifer, y continúa. --Encajaras Perfectamente. --
-- No tengo ningún traje, ni puedo comprarme uno.
-- Eso no es problema yo te compro uno.
-- No, no puedo aceptar.
-- Vamos, si quieres cuando tengas trabajo puedes darme el dinero.
***
Estando en la entrada del lujoso bar "The Night", recorro el pasillo desearía no haber venido, no encuentro a jenn, entró al bar y solo veo a mucha gente vistiendo ropa más cara que lo que cuesta mi apartamento, perfume caro, y apariencia digna de empresarios, no será posible reconocerla a simple vista, elka vestirá extravagante como las demás y tal vez no la reconoceré.
Alguien me toca el hombro, es un sujeto trajeado, algo y fuerte.
-- Lo siento señor, no puede pasar a menos de que me muestre su identificación. -- sus palabras retumbaron en mi cabeza maldiciendo, donde estas Jenifer Moore.
-- Lo siento, no tengo identificación, solo espero a alguien.
-- Lo siento, no puede estar aquí.-Mierda!!!
-- Andy!!, eres tú?-- volteo a ver y es ella, ¡me encontró! Y porque me dice Andy?
-- Gracias al cielo apareciste.
-- Paúl, él viene conmigo. -- dijo dirigiéndose al sujeto y me llevó lejos de la entrada.
-- Has llegado un poco tarde, de todos modos, no importa estamos haciendo el brindis y creo que ya puedes hablar con ella qué te parece.
-- Estupendo.
Ahora nos dirigimos hacia un salón rodeada de personas bebiendo sus copas.
-- Demonios, Maldita sea! -- Exclama Jenn al ver un hombre y mira hacia la puerta y se va a toda prisa a la puerta y sale corriendo y por instinto la sigo.
Estamos de nuevo en la entrada ella esta con una mujer de vestido negro cabello café, luce mejor que todas las demás; se dirige rápidamente a abrazarla susurran algo que no puedo oír, la mujer solloza, esta llorando y las dos se sientan en una banca luego de platicar en silencio, ella se dirige a mí y Jennifer dice:
-- Andrés Collins ella es Mariane Henderson -- por consiguiente yo se que se trata de la mujer que me dará el trabajo, ella prosigue con la presentación y Henderson dice:
-- Creo que no fue la presentación más adecuada que pudimos haber tenido, le ofrezco una disculpa.
-- No se preocupe. -- ofrezco.
No creo que ella siendo una persona muy importante llore por tonterías, sin duda se trataba de algo grave, de pronto me dice en un tono alto :
-- Andrés porque no nos tomamos una copa?. -- me acaba de dejar sin aliento, no creo aceptar ni beber con una mujer con problemas sentimentales, esto no terminará bien, pero es necesidad.
-- De acuerdo. -- todo sea por un trabajo.
Ahora nos dirigimos a un salón donde la música está muy alta, luces por todas partes esto es una discoteca no creo poder hacer tratos aquí, Henderson de inmediato pide un trago para los tres y me mira muy sería y formal: sus ojos grises tan hermosos,su cabello café, sus labios pintados de un rojo intenso, vestido negro escotado que permite una glamurosa vista a sus pechos y sus muslos, piernas delgadas, blancas, en pocas palabras es hermosa.
***
-- Lo siento no tenemos ningún puesto para el señor Collins, tú mejor que nadie lo sabe Jennifer.
-- Vamos, aunque sea mi asistente y si es por el dinero yo misma le pago. -- la fulmina con la mirada y responde:
-- Ahora no discutiré contigo, bastante tengo con... -- me miró y prosiguió -- ese estúpido. -- No se si se refería a mi o alguien más.
-- Si me disculpan ... -- Salió del salón y nos dejó sentados como estúpidos.

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