【CAPÍTULO⒈】

60 6 8
                                    

–¡BUENOS DÍAS!–me despertó ese grito haciendo que saltara sobre la cama.–¡A despertarse!

–Mamá, ¡¿Hace falta gritar, joder?!–dije frustrado.

–¡Ese vocabulario, jovencito!–me regañó y suspiré.–Venga, arriba que vais a llegar tarde.

Salió de mi habitación y fui hacia el escritorio y cogí la ropa que dejé allí el día anterior. Me dirigí al baño e intente abrir la puerta, pero estaba cerrada con seguro. Había alguien dentro.

Toqué la puerta varías veces y nadie contestaba, luego comencé a darle golpes. La puerta se abrió de repente y una Amelia bastante cansada salió de el baño.

–Buenos días.–dijo con voz cansada y me miró mal.–Tsk...imbécil.–Me quedé confundido ante aquello y la miré con el ceño fruncido

–¿A qué vino eso?–le pregunté y ella se dirigió a su habitación ignorándome por completo.

Después de salir del baño, me dirigí a mi habitación de nuevo y cogí mi mochila para luego bajar a desayunar. Me senté en la mesa junto a mamá y Amelia y comimos los tres juntos mientras charlábamos animadamente.

******

Y llegamos al infierno. Nos bajamos del auto después de despedirnos de nuestra madre y caminamos hacia la entrada de nuestro nuevo instituto.

–Ya sabes.–comencé.–Aquí no nos conocemos.

Nos miramos con los ojos entrecerrados y luego nos reímos juntos.

–Eres mi hermanito, no puedo alejarme de ti.–dijo abrazando mi brazo y sonriendo. Recibimos varias miradas de algunos alumnos. Probablemente pensarían que éramos pareja. A pesar de ser hermanos mellizos, no nos parecíamos en absolutamente nada.

Fuimos hacia la secretaria. Donde nos dieron: nuestro horario-que por cierto, era el mismo-el numero de nuestra taquilla, un pequeño mapa para que no nos perdiéramos en el instituto-es que era enorme-y unas cuantas indicaciones.

Salimos de allí y nos dirigimos a nuestras taquillas. Abrí la "puerta" de la mía y sentí como le daba a alguien en la cara con la puerta de esta.

–¡Auch!–se quejó la persona.

–¡L-lo siento muchísimo!–me disculpé y cerré rápidamente la taquilla para atenderle. Era un chico de cabello verde-teñido, claro está-tenía la piel pálida y los ojos claros, y era más bajito que yo.

–No pasa nada.–dijo con una sonrisa.

–¿Cómo que no pasa nada?!–dije alterado haciendo que él se riera.–¡Te está sangrando la nariz!–le cogí del brazo.–Vamos te llevaré a la enfermería.

–¿Acaso sabes dónde queda?–me preguntó riendo con su mano aún puesta sobre su nariz. Me detuve y negué ligeramente con la cabeza, haciendo que él suspirara.–Enserio, no hace falta, voy al baño, cojo algo de papel y listo.

–¿Estás seguro?–él asintió.–Esta bien...bueno, aprovechó este momento y me presento. Soy Sky.–sonreí.

–Oh...Sky...que nombre tan lindo.–sonrió. Su sonrisa era contagiosa.

–Te gusta mucho sonreír, ¿cierto?–pregunté mientras íbamos de camino al baño y él se rió.–¿Cómo es tu nombre?

–Ah, pues me llamo Ben–sonrió de nuevo.

Llegamos al baño y el cogió algo de papel y se lo puso en la nariz para evitar que le saliera más sangre.

–¿Qué horario tienes?–me preguntó y le mostré mi horario.–Oh, tenemos el mismo.–sonrió otra vez.–Vamos, te diré dónde queda la clase.

Fuimos juntos a la clase y apenas entramos mi hermana corrió hacia mí y me miró bastante enfadada.

–¿Dónde estabas?!–me gritó y rodé los ojos–¡Estaba muy preocupada! Además, ¿Sabes lo que me costó encontrar esta maldita clase?!–me reí ante eso.–Más te vale darme un-...–se calló al ver a Ben.–Oh...¿estabas con él?–su sonrisa se ensanchó cuando asentí.–Entonces te lo perdono.

Me reí junto a Ben.

–Él es Ben. Le conocí hace unos minutos.–Mi hermana sonrió a la vez que Ben.

–Mucho gusto, soy Amelia. Hermana de Sky.

–Oh...¿sois hermanos?–ambos asentimos.–Vaya, pensaba que erais pareja.–Amelia y yo nos miramos mutuamente y luego nos miramos con cara de asco, ugh.–No os parecéis en nada la verdad.

–Y eso que somos mellizos.–dijo Amelia cruzándose de brazos y se rió.

En eso entra una profesora joven, diría yo que de veintiocho años de edad. Era alta y delgada y una sonrisa amable adornaba su rostro.

–¡Buenos días, clase!–dijo alegremente y todos se sentaron, Ben incluido. Excepto nosotros.–¿Vosotros sois los nuevos, cierto?–nos susurró y ambos asentimos y ella nos miró con una sonrisa.–Bueno clase, ellos son los nuevos alumnos.–dijo ante toda la clase y se nos quedaron mirando.–Son Sky y Amelia Becker, espero que los hagáis sentir cómodos.–finalizada la presentación, nos dijo dónde sentaros. Yo me senté junto al lado de Ben y Amelia se sentó detrás de mí y empezó a jugar con mi cabello.

                           * * * * *

Las primeras clases pasaron rápido, y llegó la hora del descanso. Estaba lloviendo fuera así que permanecimos dentro de clase.

Ben nos presentó a sus amigos: Jake, Kyle, Mery y Dylan.

–Y...¿tienes novia?–me preguntó Mery con una sonrisa.

–La última novia que tuve fue en tercero de primaria, de resto, todo novios.–dije devolviéndole la sonrisa.

–Oh ¿eres gay?–cuestionó Kyle y yo asentí.–Fascinante.–sonrió.

Ben.

Había que admitir que ese hombre era demasiado hermoso. Su cabello tan oscuro como la noche, sus ojos claros que desprendían felicidad y armonía y su piel tan blanca cual nieve, era lo que hacía que Sky fuera un chico tan apuesto.

Pero sus ojos me eran tan familiares...

Además, era amable. Es decir, me ayudó cuando me dio con la puerta de su taquilla. Cualquier otro hubiese pasado de largo.

Me eché agua en la cara por tercera vez y suspiré pesadamente. ¿Dónde había visto yo esos ojos?

El descanso acabaría en menos de quince minutos. Aún tengo tiempo para volver con los demás y hablar un rato con ellos.

Antes de venir al baño, me fijé en que Dylan observaba mucho a Sky, como si ya le conociera de algo. Pero Sky ni se inmutó en aquello.

Me sequé la cara y salí del baño para ir a la clase.

Por alguna razón, presiento que Sky nos traerá algunos problemas. Pero espero que ese presentimiento, no sea verdad.

Unfaithful (Yaoi/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora