El primer suceso había sido una de las cosas más vergonzosas que podía haber pasado. Y una de las primeras ya siendo mayor de edad. Sobre todo porque tarde o temprano habría de darle una respuesta a Gray, quien amablemente había decidido dejarla pensarla por unos cuantos días. Recalcando claro, que mientras fuera más pronto, mejor.
Pero por su parte, y opuestamente a lo que aparentaba Gray, Lucy no tenía nada claro. Sólo sabía que el chico sí le gustaba un poco, porque era algo inevitable si era tan considerado, agradable y toda la cosa con ella. Además se preocupaba bastante por su bien estar así que...
Y se dio cuenta de que se estaba desviando totalmente del tema.
Es que... ¡era una propuesta para tener sexo, joder! No para que fueran felices juntos eternamente. Por lo tanto, pensándolo así, ¿de verdad importaba que fuera así con ella? Se supone que no iban a pasársela hablando como si fuera lo mejor del mundo, de todo y de nada, o al menos eso se imaginaba ella al recordar los ojos grises de Gray sobre ella.
... Sinceramente todavía estaba un poco confundida con eso.
¿Tenía algo de qué preocuparse?
Oh, ahora que lo recordaba sí. Se metería en problemas con Juvia si alguien se llegaba a enterar de que Gray le había propuesto eso, inclusive aunque no hubiera respondido todavía. También tendría la atención de Gray, o ella misma la jodería intentando evitar al chico mientras tanto porque la verdad lo aceptaba, no sabía mentir sobre todo cuando se ponía nerviosa. Y por lo tanto si estaba nerviosa, muchos lo notarían y puede que Natsu lo "oliera", nunca se sabía con las cualidades de los Dragon Slayers. Lo que llevaba a que tendría que mentirle a su mejor amigo, lo que saldría definitivamente bien sabiendo cómo era, pero también tendría que enfrentarse a Levy.
Y oh santo cielo, a Levy no podía mentirle.
Uno, porque no era Natsu. Dos, era imposible de persuadir. Tres, la conocía tanto que a veces dudaba que se llamara realmente Levy, había llegado a pensar que era su otro yo camuflado.
—Lo que sí, era estúpido—.
Osease que ni siquiera tenía una respuesta para Gray e incluso así tendría algo que esconderle a todos.
Estaba perdida.
[...]
Tres días.
No era mucho, en realidad, pero para ella sí considerando que los días se le hacían eternos. Para su mala suerte, a Natsu se le había ocurrido ir a una misión. Lo que sí sería bastante relajante para ella porque no tendría a Gray cerca. El problema era que su mejor amigo había insistido en que quería que fuera como en los viejos tiempos, cuando ella recién había llegado a Fairy Tail.
¿Por qué?
No tenía ni idea pero de todos modos lo maldecía porque se le ocurriese tal cosa.
Esa mañana y tarde fue más eterna que cualquiera de los otros días. Sentía la mirada de Gray sobre ella a ratos, cuando los otros dos se encontraban discutiendo o Natsu siendo golpeado por Erza. Por suerte la misión era bastante rápida y llegaron a Magnolia al rededor de las seis de la tarde, también llegó pronto a casa y pudo pagarle a la casera lo del mes, salvándose del golpe que le diera con la chancla que llevaba en la mano cuando se la encontró.
Una vez en su piso cerró la puerta detrás de sí, un poco agotada por todo. Por la misión, el tema de Gray, saber que tendría que pagar otra vez el mes siguiente... Lo único bueno era que al parecer hasta esa mañana Levy no se había dado el tiempo para preguntarle en caso de que se hubiera dado cuenta de que algo le pasaba, o bien, realmente no lo había notado.
Pero fuera cual fuera el caso, lo agradecía enormemente.
Soltó un suspiro, dejando el bolsito en el que cargaba sus llaves en la mesa frente a su sofá.
Justo en ese momento su ventana se abrió de golpe, logrando que diera un salto por el susto, sobre todo al ver quién era el que estaba en la ventana. Él se quedó mirándola por unos segundos, hasta que bajó de la ventana pisando en el sofá para llegar al suelo, frente a ella.
—Lo siento, Lucy...
Ella parpadeó confundida, tal vez esperándose otra cosa.
—¿Por qué?
—Es que... —él apretó los labios y miró los de ella.
Cuando Lucy se dio cuenta, él ya había avanzado hasta ponerle las manos a la altura de la mandíbula para llevarla más cerca suyo logrando besarla. El leve tirón la hizo trastabillar, haciendo que pusiera las suyas en las muñecas de Gray, y casi de inmediato sintió la lengua del chico separándole los labios, pero no pudo resistirse a la sensación que le provocaba así que ni siquiera pensó en detenerlo.
Gray bajó una de sus manos hasta la cintura de ella, zafándose con cuidado de su mano en el proceso. Y mientras se besaban todavía, comenzó a caminar, haciendo que Lucy retrocediera, aunque fue tomado desprevenido porque ella retrocedió demasiado rápido, así que en el intento de que no cayeran aceleró un poco y terminaron chocando contra la pared.
Él se alejó un momento poniendo las manos en esta, lo suficiente como para hablar y que se le entendiera.
—Lo lamento por eso —rió levemente.
—No importa —negó con la cabeza lentamente, poniendo una mano en la mejilla de Gray.
Lo escuchó aclararse la garganta y llevarse una mano a la nuca un poco nervioso, al parecer. Algo que confundió a Lucy; si pensaba en cómo se había comportado el día fatídico —como le había nombrado en un momento de histeria— y lo comparaba con cómo se estaba portando ahora...
Le hacía pensar que eran dos personas totalmente diferentes.
—No hubiera querido hacer esto porque tenía en mente que lo pensaras bien antes de darme una respuesta —explicó.
Ante el silencio de Lucy, Gray volvió a hablar.
—¿La tienes?
—¿Qué cosa?
—La respuesta, Lucy.
Se sintió tonta por un momento por hacer esa pregunta tan estúpida. Era obvio que le hablaba de eso. Suspiró mentalmente.
—No estoy muy segura... sinceramente.
—Ya veo, lo siento de nuevo —tomó un poco más de distancia.
Lucy sonrió suavemente y bajó sus manos, dejando de tocarlo por completo.
—No, no hay problema —aseguró—. Incluso te agradecería por... —carraspeó un poco, arrepintiéndose de lo que iba a decir, pero decidió terminar dado que ya había comenzado. No había marcha atrás— Gracias por besarme.
Él enarcó una ceja, algo confundido por sus palabras. No se suponía que alguien agradeciera porque apareciera por su ventana y terminara besándola contra la pared. Se supone que eso no pasaba, al menos según Loke o seguían el juego o te daban una cachetada.
—¿Por qué, si se puede saber?
—Digamos que... —miró hacia todos lados menos a Gray, casi maldiciéndose por decir lo que iba a decir— Hace mucho no me besaban —la frase sonó tan cortada que Gray pensó que había imaginado que iría a agregar algo más.
Aún así lo dejó pasar, tal vez era por lo aturdido que estaba. Sí, eso debía ser. Con eso en mente se despidió de ella besándola en la mejilla, y yéndose por la puerta por si acaso a Natsu se le ocurría aparecerse por ahí.
Por su parte, Lucy, se quedó apoyada contra la pared.
¿En serio iba a decir hace mucho no me besaban y lograban que me sintiera de esa manera...?
Rió por lo bajo, con lo que fuera posible, menos humor.
Realmente estaba loca.
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Sin tapujos [Graylu Love Fest]
FanfictionEl primer paso había sido de las cosas más vergonzosas que podían pasarle una vez teniendo dieciocho años. El segundo y los siguientes, eran una cosa completamente diferente.