Parte 1

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Disclaimer: "Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir", su trama y sus personajes pertenecen a Thomas Astruc.

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Héroe

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Todos los noticieros matutinos, o al menos los que aún podían ser sintonizados, hablaban de una sola cuestión: La ciudad de París podía quedarse atrapada en una era de hielo.

Los únicos que seguían combatiendo contra el causante de ello eran los queridos héroes locales. En algún punto de la ciudad, se estaban jugando la vida para derrotarlo y salvar a la ciudad una vez más de una inminente tragedia.

―¡Ladybug!

―¡No te acerques!

Chat Noir corría a toda velocidad pero cada superficie estaba cubierta de una gruesa capa de hielo que dificultaba sus movimientos. Ni el bastón ni las garras aferrándose con desesperación eran de mucha ayuda. Ladybug estaba en peligro.

―¡Maldita sea!

Esta no era una situación normal. Claro que nunca era normal que aparecieran villanos manipulados que intentaran robar sus miraculous y llevar a cabo sus planes, fueran los que fueran, pero en esa ocasión particular, el "malo de la película" era diferente. Se sentía una tétrica aura de maldad pura a su alrededor, como si su único propósito fuera dañar a las personas por el simple placer de escuchar sus gritos llenos de miedo y dolor.

Y por alguna maldita razón estaba atacando solo a Ladybug. La perseguía lanzándole pesadas y afiladas estacas de hielo sin parar; si ella encontraba un sitio donde resguardarse, de inmediato el hielo a su alrededor comenzaba a trepar por su cuerpo como si estuviera vivo, amenazando con congelarla viva en un instante, así que tampoco podía quedarse quieta y a salvo el tiempo suficiente para usar su Lucky Charm.

Chat Noir intentaba desesperadamente distraer los ataques hacia Ladybug pero no lo conseguía. Lo único que lograba era ser lanzado por los aires una y otra vez, envuelto en remolinos de nieve y astillas de hielo, y eso no era suficiente distracción para que ese infeliz dejara de atacar a su compañera. Ladybug estaba cada vez más cansada y herida, si él no hacía algo pronto, ella seguramente...

―¡No lo permitiré!

Una fiera determinación recorrió su cuerpo como un escalofrío, erizando su piel, aguzando sus sentidos. Necesitaba comprarle tiempo. Si de alguna manera pudiera acercarse lo suficiente podría usar su as bajo la manga, pero el enemigo en turno controlaba la situación montado en una extraña nube de tormenta que lo mantenía a una distancia segura.

―¡Eso es!

Podían lograrlo aún teniendo solo unos segundos. Él no podía lanzar esas mortíferas ráfagas en dos direcciones al mismo tiempo. Esperarían a estar en extremos opuestos con Glacevalier en medio de ambos, y el que tuviera las manos libres atacaría. Ladybug podía usar el cable de su yo-yo y Chat Noir su bastón; lo derribarían de su nube en el sentido más literal. Ahora solo era cuestión de tiempo.

Intentó acercase un poco más a ella para tratar de comunicarle su plan, haciendo mímica si era necesario pero tenía que decirlo. La adrenalina corría por sus venas, dándole fuerza y aliento para acercarse lo más posible a ella. No faltaba mucho para que todo terminara, ya casi podía saborear el alivio que supondría derrotar a ese malnacido. Entonces sucedió.

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