Han vuelto.

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Sentí sudar frío, ¿Qué carajos fue eso? ¿Podrá ser posible que...? Oh, no. Dejaré de pensar tonterías.
La clase terminó cinco minutos antes y todos recogían sus cosas yo salí disparada del salón. Los largos pasillos estaban desiertos, sentí escalofríos y apuré mi paso. Algo me seguía y yo estaba con los pelos de punta, apurando más y más mi paso, negándome a voltear. Cuando me alcanzó tocando mi hombro, sólo grité como una psicótica y me preparé para golpear a lo que fuera eso.
-Calma, Becca, ¡Soy yo! -era Daniel
-Madre mía, qué susto me has dado -dije con mi mano puesta en mi pecho, estaba acelerado
-¿Qué pasó? ¿Estás bien? -preguntó preocupado
-Sí, sí. Tranquilo
-Espera aquí, te acompaño a tu casa, iré por mi bolso -me ordenó poniendo su chaqueta del equipo en mis manos.
Sólo me quedé ahí parada mirando la chaqueta. Amy se aproximaba a mi encuentro algo agitada por correr tras de mí.
-Ven... ga, Becca. Tú sí... que corres rá-pido, madre mía -dijo agitada, yo sólo pude reír- ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué corrías así?
-Pues es que... -me quedé muda. Ahí estaba ese chico de ojos verdes otra vez.
-¿Qué pasa, Bec? -preguntó volteando hacia donde yo veía- Oh, ¿Es eso? ¿Es ese chico?
Me sentí aturdida y sólo pude correr a casa, a tratar de refugiarme ahí. Mi paso cada vez era más rápido, corría sin parar. Al llegar a la puerta de la casa, busqué las llaves y las introducí con apuro.
Se oían voces dentro de la casa, al entrar noté que venían de la cocina y que una de ellas era la de mi tía Jenn.
-Tía, he llegado a casa ya -hablé fuerte y las voces se callaron
-Cariño, aquí en la cocina. Te tengo una sorpresa -respondió ella- acércate
Hice lo que me pidió y quedé boquiabierta al ver la persona que estaba parada allí, la "sorpresa".
-¡Rebecca! ¿Eres tú? ¡Cuánto has crecido! -dijo esa persona
No me podía mover de la impresión, le miré a los ojos y luego a la otra persona que se escondía detrás
-¡Prima! ¡Han vuelto! -grité y salté a abrazarla y pude ver quién era la otra persona
-¡David! -volví a gritar emocionada, saltándole encima y éste me cargó con facilidad, dándome vueltas mientras todos en la cocina reían.
-¿Qué pasa aq...? ¡Primos! -Dave irrumpió en la cocina, abrazándolos a ambos con una sonrisa gigante- ¿Qué hacéis aquí? Madre mía, estáis cambiadísimos
-Os hemos venido a visitar y tal vez a quedarnos -sonrió Lily, mi prima- si no os molesta
-¡Para nada! -dijo Dave
-Aquí hay muchísimo espacio -seguí diciendo yo
-Sabía que les gustaría mi sorpresa, chicos -dijo la tía- pero yo debo irme a casa a preparar el almuerzo allá -gregó besándonos las frentes a cada uno- espero que os portéis bien, les he hecho el almuerzo, os amo
-Gracias, tía Jenn -dijimos todos
Yo corrí a abrazarla
-También te amamos, tía. Eres la mejor -dije separándome
Cuando la tía se fue al fin, nos comimos la rica lasagna que nos preparó y empezamos a hablar y a ayudar a Lily y a David a desempacar, al terminar ya eran las seis de la tarde y nos dio hambre otra vez y decidimos pedir pizza.
-Os agradecemos que nos dejen quedarnos, chicos -habló Lily en medio de todos los cojines que pusimos en el piso frente al televisor, ya que veríamos películas.
-Nuestra casa es su casa -respondió Dave
-Mamá nos ha corrido de la suya -dijo David mirando un punto fijo
Todos nos quedamos en silencio un momento y yo me decidí a romperlo
-¿Qué es lo que ha pasado? -pregunté
-Sus malditas drogas la han cambiado -habló Lily con los ojos llorosos- ya no es la misma de antes
-Venga, ya, ya -le abrazó Dave- ya están aquí con nosotros, todo va a estar bien y la pasaremos bomba -dijo y todos reímos fuerte
-¿La pasaremos qué? -rió David fuerte- esas palabras las decía mi abuela
-Literal, y lo sabemos porque es nuestra misma abuela -agregué y todos reímos aún más fuerte
Nuestras risas fueron interrumpidas por el sonido del timbre.
-Yo voy, debe ser el de la pizza -se ofreció David, sacando dinero de sus pantalones
-Dave, Lily y yo nos quedamos hablando y riéndonos de las cosas que recordábamos de pequeños
-No era la pizza -nos informó David- es algo mejor
-¿Tortitas de chocolate? -preguntó Lily
-No -respondió David
-¿Y entonces qué es? Lo único mejor que las tortitas de chocolate y la pizza son las... -dijo Dave sin terminar cuando entraron dos chicas- wow
-¡Becca! -corrió una de éstas a abrazarme, era Amy
-Hola -saludó Carolina apenada
-Hola, chicas, ¿Cómo supistéis dónde viv...?
No logré terminar la oración
-¿TÚ? -dijimos la otra persona que venía con ellas y yo.
No. Puede. Ser.
¿Qué hacía aquí? ¿Con ellas?

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2016 ⏰

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