Capítulo 4

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Recordáis que dije hace una hora que no iba a ser tan malo vivir con el,bueno, pues lo retiro. El muy imbecil nos ordenó que le impresionaramos con "nuestro talento oculto" Cómo si fueramos payasos de circo que tiene que entretener al público. Aquí estábamos viendo a Micaela hacer el ridículo o más bien zorrear estaba bailando muy sensualmente creo que si se mete en striper le irá muy bien. Aproveche que el príncipe estaba embobado con las caderas de Micaela y salí por la puerta de atrás, fui a mi habitación y me puse unos pantalones cortos y una camiseta de Nirvana, cogi mi libro llamado: " No culpes al Karma de lo que te pasa por gilipollas" es muy bueno os lo recomiendo, reconozco que cogi ese libro por el título aunque a parte de que me parto de risa con el título también te enseña cosas como que hacer antes de liarla.

Salí del palacio y me dirigí a los jardines, que tenia más de uno, pero el que más me llamo la atención fue el último jardín con un laberinto y un precioso lago, lo malo es que tuve que andar por 20 minutos hasta llegar al jardín. Una vez que llegue no quise entrar al laberinto porque:
1) soy pésima orientandome
2) no tenía mucho tiempo
3) todos sabemos que acabaría perdida.

Me senté en fresco pasto mirando hacia la entrada del laberinto contemplando lo precioso que es, saque del libro una hoja que tenia y de mi bolsillo, mire de nuevo el paisaje que tenia delante de mi y lo empecé a dibujar, empezando por los grandes árboles detallando cada hoja de su gran copa luego empecé a trazar el laberinto..

POV JESS.

Mi turno de impresionar al Príncipe acabo ya que Micaela no paraba de estar encima suya y el no me prestaba atención así que hice como Katnis en los juegos del hambre, no tire una flecha a un cordero pero di un fuerte golpe en el suelo llamando su aténcion, hice una reverencia y me senté en mi sitio. El príncipe se levanto y cogio su lista donde tenía todos nuestros nombres ya que no se los sabia.

- Bien, el turno es de la señorita Sofía.

Mire a mi lado y mi morena amiga no estaba, pensaba que si.

-¿ Señorita Sofía?

Volvió a preguntar.

- Se ha ido majestad yo la he visto irse.

Será puta Brittany

- Disculparme un segundo.

POV SOFÍA.

Bailaba al ritmo de single ladies de Beyoncé mientras dibujaba estaba muy feliz nada ni nadie podrá quitarme la sonrisa de la cara.

- ¡ Se puede saber que haces aqui!

Grito una voz varonil haciendo que chillara del susto. Me gire y era el príncipe Adam.

-¿ puedes dejar de meterme susto? Acabarás con mi vida.

- Debería estar con las demás enseñando tu talento.

Me agache a coger mi libro y lo mire.

- Yo no soy una payasa para entretenerte y mucho menos impresionarte.

Me di la vuelta para irme pero cogio mi libro y lo tiro a la fuente.

- ¡ Pero que haces!

Grite.

- No tolero que me hables así señorita.

- ¡te hablare como quiera! Por llevar una corona y que tus padres sean los reyes no te hace especial, sigues siendo un idiota que se cree mejor que nadie porque tiene dinero y a todas las chicas que quieras. Te tratare como te mereces.

Y.. explote se lo dije todo con algunas lágrimas ya que el libro qe había tirada me lo regalo mi padre. Al ver que no me iba a decir nada me metí en la fuente cogi el libro, calcule mal donde pise y caí de espalda bañándome entera no podría estar más humillada.

- Dejame ayudarte..

- No necesito tu ayuda.

Me levante y con la ponga dignidad que tenia salí de la fuente.

- Mañana mismo me ire.

- Pero..

- Majestad.

Al decirle eso me marche de alli.
Entre en mi habitación, enchufe el secador y me dispuse a secar mi libro, será idiota.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamiento.

- Si eres Jess, esta abierta. Si eres Micaela tengo una sarten en la mano y no me da miedo usarla.

- Soy yo.

Entro Jess.

- ¿ Qué haces?

- intento secar mi libro.

- Si lo metes en arroz va más rápido.

A veces pienso que no tiene cerebro.

- Jess, eso es cuando se te moja el móvil, no un libro.

- Ohh, cierto.

-Mañana me voy.

-¡¿Qué? !

Le conté todo hasta lo que le dije, puede que me pasara un poco pero al menos fui sincera.

- Querida amiga yo te aconsejo que antes de irte debería de pedirle perdón ¿ no crees?

- Si, se lo diré esta noche.

- Te echaré mucho de menos.

- Y yo a ti pero no lo quiero de cuñado ¿ vale?

- Ohh, claro que lo será pequeña.

Estuvimos toda la tarde hablando y riendo hasta que llegó la hora de la cena.

- Debes ponerte el camisón de pijama.

- Esta bien, baja tu yo mientras me lo pongo.

- Vale, no tardes.

Ni de coña me lo iba a poner. Cogi unos pantalones cortos y una camiseta grande negra que me llegaba a mitad del muslo, me deje el pelo suelto y entre.

Lo que vi me sorprendió mucho, estaba la mesa llena de pizza y no había ningún tenedor. Todas al notar mi presencia se dieron la vuelta, iban con un mini camisón extravagante iban ridículas menos Jess que hizo el camisón suyo dándole su toque.

- Sofía ese no era la prenda que debía ponerse.

Dijo el príncipe con una sonrisa en la cara. Me sorprendió que no dijera señorita.

- ¿ perdón? ¿puedes repetir?

- Señorita Sofía esa no es la prenda que debía ponerse.

¡lo dijo para molestarme! Lo veía en su cara, en esa sonrisa malvada.

- Losiento Majestad, me quedaba pequeño y tampoco era de mi agrado lo cual está camiseta si lo es.

Señale las palabras pintadas en mi camiseta.

- Siéntate por favor.

Me senté en el sitio de esta mañana, enfrente suya.

-¿ y los cubiertos?

Pregunto Micaela.

- Esta noche no habrá cubiertos.

-¿ Y como comeremos?

- Cómo Sofía.

Estaba yo maravillada con mi bonita pizza apunto de caer en mi boca cuando todas me miraron descaradamente.

-¿ Qué?

¡ A POR EL PRÍNCIPE! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora