Capítulo 5

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Me dejo sorprendida el príncipe, puso música moderna, no había cubiertos para cenar y había coca cola en vez de la bebida tan rara que nos habían puesto para comer, aproveche que las chismosas estaban bailando y me acerque al príncipe a disculparme.

- Majestad.

Se dio la vuelta y me miro con sus ojos azules intimidantes.

- Quería pedirle disculpas por lo de esta tarde, estaba muy enfadada por lo de mi libro. No debí actuar así.

- No te disculpes, la culpa fue mía también.

-¿ Entonces estoy perdonada?

- Claro.

Sonreí ampliamente.

- Veo que no te gusta ni los vestidos ni los camisones extravagantes.

Dijo mirandome de arriba a bajo.

- No es mi estilo.

- Si te quedas deberás hacer un esfuerzo.

- La verdad es que yo no vine por impresionarte, vine porque me obligó Jess y por la experiencia de vivir en un palacio 3 meses.

El príncipe soltó una gran carcajada que me contagio

- ¿Y te quedarás a vivir esa experiencia?

Me esta pidiendo que me quede ¿Wtf?

- Puede..

Le guiñe un ojo.

- ¡Sofía!

Oh dios esa voz irritante, ignorala.

- ¡Sofía!

- Señorita..

- Si, lose, me esta llamando mi hermanastra.

- Vaya, tu vida parece la de un cuento.

- Es mucho peor.

- ¡Sofía!

-¿ Se ha muerto ya? Dime que si.

- Anda ve señori..

- Deja de decirme señorita, solo dime Sofía.

- ¡ Sofía!

- la mato..

- buena suerte Sof

- Busca un mejor apodo.

Reí.

Me dirigí a mi odiosa hermanastra que me fulminaba con la mirada.

- ¿ Qué quieres?

-¿ Qué haces hablando con el príncipe?

-¿ Qué haces tu respirando?

- No le vuelvas hablar ¿ me oyes?

- Oído cocina.

Llegue a mi habitación cansadisima, abrí la cama y me metí en ella no tarde ni cinco segundos cuando ya estaba en el quinto sueño..

Al día siguiente

Me levante a las 7:30, si, como para ir al instituto. Me duche y hice el mayor esfuerzo de mi vida me puse un vestido, El vestido más sencillo del armario. Era azul turquesa y no llevaba nada de pedrería, solo un color y corto, pase de ponerme tacones así que me puse unas sandalias.

Baje al comedor, nose como lo hago que siempre llego tarde, entre y me senté en mi sitio.

- Veo que has decidido quedarte.

¡ A POR EL PRÍNCIPE! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora