Narra Tatiana.
Como pude logre llegar al departamento de willy. Al entrar todas las luces estaban apagadas, así que empecé a caminar a oscuras ya que ni puta idea de donde estaba el interruptor.
-¿Willy, por lo menos sabes donde esta tu habitación?
Entre lo ebrio que estaba me supo decir donde estaba, por suerte.
Abrí la puerta y Prendí la luces, lo lleve a su cama, le quite sus zapatos y lo acosté.
En eso el cerro los ojos y se quedo en silencio, supuse que se había dormido así que me disponía a salir de la habitación e ir a mi casa, cuando la voz de el me hace determe.
-Tatiana...-Tenia la voz ronca y aun seguía con los ojos cerrados.
-¿Dime?
-No.. No te vayas...
-He... Willy yo.. Tengo que-Me interrumpió.
-Por favor no te vayas... Quiero pasar la noche contigo-Esta vez estaba con los ojos abiertos y completamente rojo.
Supuse que no estaba acostumbrado a decirle eso a las chicas así que me pareció muy tierno.
-Vale..-Empeze a caminar hasta su cama, mi idea era quedarme hasta que se durmiese y luego irme.
En lo que llegue a su lado el me todo de la mano y le jalo hacia el, tumbadome en la cama. Willy se posicionó encima de mi apoyándose con sus codos para no aplastarme. Ahora que lo pienso... ¿De donde saca fuerza si hace unos segundos parecía un jodido zombie?.
-Willy...
-Estas hermosa.
-Y tu borracho- Le Sonreí para así esconder mi notable nerviosismo.
-Si, pero a mi la borrachera se me pasa mañana... Pero a ti... Tu siempre vas a seguir igual de guapa y sexi que siempre.
Dicho esto se volvió a posicionar encima de mi y me comenzó a besar, el beso cada vez se hacia mas intenso. Sabia donde iba a terminar esto y me gustaba la idea.
Willy comenzó a levantar mi polera dejando ver si sostén negro pero en ningún momento dejamos de besarnos. La ropa comenzaba a ser un poco molesta a estas alturas así que hice lo mismo con su polera. Willy comenzó a desabrochar mi pantalón hasta que logro quitarlo al igual que el suyo. Esta vez cambiamos de posición. Y ahora era yo la que estaba encima de el.
Nos volvimos a besar pero esta vez formando una guerra con nuestras lenguas. Seguimos así hasta que me desabrochó el sostén, sentí un poco de vergüenza ya que el no dejaba de mirarlas, pero luego de que el llevara sus manos hacia ellas la vergüenza se convirtió en placer.
Después de un rato me di cuenta de que ya estábamos completamente desnudos, mire a Willy y el me miraba como esperando una respuesta. Como pidiendo permiso para entrar. Yo solo Sonreí y sin dudarlo asenti.
Narra Carolina
Aun no podía creer lo que había pasado aquella noche, no puedo decir que no me gusto, me encantó, pero jamas en mi puta vida lo habría imaginado. Me desperté y lo vi a mi lado. Tan mono durmiendo. Admiraba su hermosa cara de bebe cuando dormía. Pensé en hacerle en desayuno me detuvo.
-No te vayas...
-solo iba a hacer el desayuno.
-Quedate conmigo,ya iremos a comer por ahí, solo quedate aquí.
-Esta bien- Me acomode en sus brazos mientras nos abrazabamos.
-Te amo- Diciendo eso me beso, un beso tan lindo y profundo.
Al rato nos levantamos y decidimos ir a comer.
Caminábamos de la mano como una pareja de enamorados, hasta que nod cruzamos con Mangel, iba cabizbajo cuando nos miro y se acerco a nosotros.
-Hola chicos ¿Que hacéis por aqui?- nos miro las manos.
-Pss, decidimos ir comer- En eso me beso.
-Ahh ja ja- dijo Mangel muy sarcástico- los dejos solos, se dio la vuelta y me miro blanqueandome los ojos.
Pero que le hice, esto me parecía raro.
-¿Notas a Mangel extraño?
-Si, no entiendo que le pasa, me pareció raro que nos haya saludado, ya que el otro día discutimos
-¿Que pasó?-dije preocupada.
-Me reclamo que lonhe dejado de lado, que los hacemos nada juntos porque me la paso contigo.
- L-Lo siento...-esto era mi culpa, el Rubelangel pls.
-No lo es, no digas eso, tiene que entender que yo te amo, y solo ati- Me sonroje al instante- Me encanta cuando te pones rojita-Y me beso.
-¿Que crees que haya pasado con Tati? Me había olvidado que se fue con Willy todo ebrio... Como tu.
-Agradecemelo, admite que la pasaste bien- miro muy pervertido.
-Basta. Si, si, demasiado.
Estuvimos toda la tarde juntos haciendo gilipolleces, parecíamos niños enamorados, y eso me gustaba, el me gustaba, lo amaba.
