Solo se come la casquería de las aves: hígado de pollo, corazón de pavo y riñón de pato son sus manjares favoritos. A veces, cuando cae la tarde, bajo al sótano y pongo una silla junto a su cama, a una distancia prudencial para que las cadenas le impidan alcanzarme; me pongo a cantar para el, y creo que eso le tranquiliza. Estoy segura de que mi marido sigue vivo dentro de esa cosa que no me habla, no me sonríe, solo murmura cosas ininteligibles contra el aire y de vez en cuando, solo de vez en cuando, al mirarme fijamente a los ojos, puedo percibir en el una pátina de culpabilidad, como una llamada de auxilio desesperada durante un breve momento de lucidez ahogado por los espasmos y una espuma blanquecina que sale de su boca. Y le digo:
-Lo sé, cariño. Sé que te duele.
Pero no tenemos otra forma de comunicarnos.Estoy segura de que él quiere seguir viviendo. Si no fuera así, ya se habría quitado la vida como hicieron muchos de ellos en las primeras fases de la pandemia. Al resto los eliminó La Coalición, un grupo militar integrado por combatientes profesionales de las veinte naciones más poderosas del mundo. Sin embargo, en oposición a La Coalición, y por supuesto, proscritos, se encuentra un reducido grupo de médicos, epidemiólogos y otros filántropos, entre los cuales me incluyo yo misma, que nos posicionamos diametralmente en contra del exterminio. Estamos convencidos de que los infectados no son muertos vivientes de ciencia ficción, sino seres humanos vivos con una terrible enfermedad que los vuelve físicamente irreconocibles, extremadamente agresivos y que oculta sus constantes vitales hasta el punto de, en la carencia de un análisis lo suficientemente exhaustivo, poder confundir a una mente médica brillante de irreprochable historial en lo que al diagnóstico se refiere, como era la del doctor Sulk Johansen, quien dio origen a la idea del exterminio como solución final. Desde nuestro punto de vista, la ONU se aprovechó del pánico que generaba el virus para inducir a la gente a pensar en la reducción de la población mundial a casi la mitad como la mejor solución, deshumanizando a los enfermos de la misma manera que Hitler hizo con los judíos. De esta manera se consiguió también anular las conciencias de los soldados que participaron en el holocausto y las de los ciudadanos que tomaron parte activa o pasiva en su organización.
Mi lucha por salvar la vida del amor de la mía empezó hace cinco años en Viena.

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Hemorragia
Fiksi IlmiahCuatro mil millones de personas fueron infectadas por un virus terrible que las hacía propensas al canibalismo y la agresividad extrema. Tres mil novecientos noventa y nueve millones novecientos noventa y nueve mil de ellas fueron eliminadas en una...