Prólogo - Todo comenzó con un coqueteo

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Prólogo- Todo comenzó con un coqueteo.

Londres, Inglaterra. 1997.

-El chico de allá te está mirando.- dijo Christine con los brazos cruzados sobre el pecho y apuntando con la barbilla a alguien a espaldas de Aileen.

-Bien por él.- contestó Aileen recargándose sobre el muro a un costado suyo y sintiendo como las puntas de las hojas de la palmera artificial de atrás le rasgaban las espalda.

Ir a esa fiesta había sido una mala idea. Más cuando ambas tenían tarea y sobre todo cuando Aileen se había tenido que fugar de su casa, dando un brinco hacia su libertad -Literalmente, ya que tuvo que saltar el balcón de su ventana-. Además se había propuesto firmemente a no coquetear con los chicos nunca más, siempre que iba a alguna reunión se encontraba a algún pícaro rubio, a un alto castaño o algún encantador pelirrojo.

Y nunca era capaz de soportar la tentación de que tal vez alguno de ellos sea el elegido y ese mismo entusiasmo hacía que todo le saliera mal. Aileen era un fiasco para filtrear, la última vez el chico tuvo que ir a una farmacia ya que Aileen lo había mareado y necesitaba analgésicos. ¡Y es que no paraba de hablar!

Sí. Se podía decir que no le iba muy bien con los chicos.

-Vamos. ¿No me digas que te vas a rendir tan fácilmente?- preguntó Christine, observando directamente con sus ojos color café oscuro a la mirada azul de su amiga.

-No me he rendido, sólo me harté de hacer el ridículo.- contestó Aileen.

Christine alzó una ceja junto con la comisura de sus labios. Miró al chico que ponía particular atención a su amiga, después observó cómo Roxanne se acercaba a platicar con él. Roxanne siempre había odiado a Aileen.

-Roxanne le está hablando o mejor dicho le está ligando.- dijo Tine en un tono vacilante para tentar a Aileen de ir a hablar con él.

Aileen hizo una mueca y rápidamente soltó un bufido sabiendo que Roxanne era su peor enemiga, no podía quedarse con su no tal vez amor de su vida.

-Dime cómo es él y tal vez cambie de opinión.- demandó Leen, Christine levantó su ceja derecha con un gesto de confusión -. Osea que me digas cómo es él físicamente.

Christine no necesitó oír más.

-Bueno pues es un poco moreno, cabello castaño pero con ojos azules. Es fornido pero es un tanto bajo de estatura,- Tine se humedeció los labios- y creo que es el chico nuevo que viene de América porque está rodeado de personas.

-Está bien, iré a hablar con él.- dijo Leen.

Tine agrandó los ojos en señal de emoción y sorpresa pues no esperaba que ella accediera tan rápido. Comenzó a acomodar algunas de las mechas rubias de Aileen para que cayeran por su hombros y se detuvieran al costado de sus pechos. Sacó de su bolso, bálsamo labial sabor a fresa y lo aplicó torpemente en los labios de Aileen.

-¡No!¡Para!- se quejó Leen limpiando con el torso de su mano el bálsamo mal untando de su amiga.

Respiró con determinación y dio la vuelta sobre sus talones dirigiéndose al chico que hablando con unos tipos le prestaba toda la atención a ella.

En ese momento en el que ella se dirigía a hablar con él.

Fliparon.

Sus corazomess latían aceleradamente, la respiración de Aileen se había cortado, sus manos sudaban. Eran demasiadas emociones escondidas tan sólo detrás de una mirada.

<<Puedo hacer ésto>>- se dijo Leen para darse ánimos y confianza, pero sobre todo ánimos.

-Hola- saludó Aileen cuando llegó por fin al grupo de cinco chicos y dos chicas que rodeaban al chico nuevo de la ciudad. -Soy Aileen y la de allá es mi amiga Christine- se presentó al chico extendiendo su mano esperando que los americanos entendieran que debían estrecharla y no darle un 'Give me five'.

-Bruno Erwan, para servirle Milady- dijo el chico con un ligero y despreocupado acento americano y tomando la mano de Leen se inclinó y la besó.

Aileen inmediatamente se sonrojó e intentó voltear su rostro para que no lograra ver la gran mancha rosa a la mitad de su cara. Pero era imposible, él ya lo había notado y él mismo de había dicho que le parecía adorable. Bruno soltó la suave mano de Leen.

Leen retrocedió unos milímetros y -muy para su desgracia- chocó con un chico que llevaba vasos de plástico llenos de cerveza. Por consiguiente el líquido dorado de los vasos cayó en toda la ropa de Aileen.

A eso se refería Aileen con que siempre hacia el ridículo al intentar coquetear.

-Eso te pasa por no cumplir con tus propuestas-. Susurró para sí misma.

Christine corrió rápidamente con su amiga quitándose la chaqueta y dándosela a Leen con la conciencia llena de culpa, ya que si ella no hubiera insistido eso no hubiera pasado.

Roxanne río con encanto. Sólo era una estúpida pelirroja con ojos verdes y con una figura con más curvas que una 'S'.

Bruno, al oír la fuerte, clara y chillante risa de bruja de Roxanne decidió no volver a entablar una conversación con ella, personalmente no le gustaban las personas que se burlaban de los accidentes de los demás. Después de la risa de Roxanne escuchó las demás carcajadas del círculo en el que estaba, burlándose de Aileen.

Prefirió ir por unas servilletas a la mesa con aperitivos y bebidas que se encontraba en el centro del salón.

-¿Ésto te sirve?- preguntó tendiendo las servilletas con estampado de colores.

-Sí. Gracias,- contestó Aileen. - Bruno, ella es mi amiga Christine. Christine él es Bruno.

Ambos dejaron de limpiar la húmeda blusa blanca de Aileen y levantaron las miradas.

Leen lo vio.

Vio las chispas entre ellos.

¿Era ese el amor que Christine tanto esperaba?

•••

-¿Cuánto tiempo llevan juntos?- preguntó Aileen sentándose el el columpio, cuidando de no manchar sus zapatos en la caja de arena.

-Vamos a hacer un mes.- contestó Christine -El mejor mes de toda mi vida...

Aileen sonrió ante el encantador suspiro de su amiga. ¿Cómo se supone que iba decirle que estaba medio enamorada de Bruno? La había citado ahí para eso. Leen tragó saliva, también habían sido los dos meses más emocionantes de su vida, ahora que Bruno había formado una estrecha relación con ellas y hace un mes declarado sus sentimientos por Christine.

¿Cómo poder arruinar su felicidad?

-Pero dejemos de hablar de mí, ¿Qué querías decirme, Aileen?

Aileen sintió sus labios resecos y su garganta tiesa.

-Yo-oo...- balbuceó.

-¿Sí?

-Yo en verdad espero que sean muy felices juntos. - dijo por fin. ¿De dónde había salido eso?

Había pensado en retractarse hasta que vio a su amiga sonreír con suficiencia y acercarse a abrazarla.

-¡Oh, Aileen!¡Eres la mejor amiga del mundo! Gracias...

Aileen cerró los brazos en la espalda de Tine y acarició sus castaños cabellos. Iba a tratar de ser la mejor amiga del mundo para tratar de compensar el hecho de que secretamente le gustaba su novio.

-No hay de qué, amiga.
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¡No sé qué es lo que acabo de hacer!

Apenas y puedo con una historia y ahora se me ocurre ésta. Pero ¿qué le vamos a hacer? Escribir es mi pasión.

Hola!!!!! Cómo habéis estado??? Yo un poco nerviosa... No sé cómo me vaya con ésta historia, pero no importa. :-[

Este es el prólogo en donde (si leyeron la descripción) ya saben en qué más o no va la historia!

No se olviden de dejarme su amor en los comentarios y con sus lindos deditos presionando la estrella naranja que dice "Voto"

Esto va ha estar mejor escrito que mi otra historia porque he mejorado mucho en estos últimos meses.

Eso es todo por hoy,
Ann <3

She, Himself, and I [HISTORIA CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora