Capítulo 2 - Culpa, arrepentimientos y resacas

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Capítulo 2 - Culpa, arrepentimiento y resacas.

Cuando Aileen abrió los ojos no pudo observar dónde se encontraba. El sol brillaba en lo alto del cielo y traspasaba la luz por su ventana con cortinas blancas de encaje, lo cual provocó que ella los volviera a cerrar.

Todavía recordaba el día en que su abuela se las había regalado de Navidad. Ella misma las había bordado a mano y cosido cada flor rosa pastel que tenían. su abuela le confesó que tardó un año entero haciéndolas, sólo porque en secreto era su nieta favorita.

Aileen reconocía ese zumbido cerca de su cabeza y podía oír claramente su sangre bombeando en sus oídos.

Tenía jaqueca.

Sentía que su cráneo iba a explotar, muy de la nada su cerebro se había agrandado y no era precisamente porque Aileen fuera muy inteligente y su cerebro estuviera al máximo de su capacidad.

Eso era resaca.

No tenía ni idea de que era lo que había pasado, tenía imágenes de ella y Bruno jugando adivina quién. Otras imágenes de ellos dos limpiando la casa y otras más de ellos jugando a "verdad o reto" mientras bebían cerveza.

Sus ojos se habían enfriado lo suficiente y abrió los ojos de nuevo pero con más delicadeza. Distinguió su habitación, divisó su escritorio desordenado con los libros abiertos y los lápices regados. También logró ver su espejo con ropa colgada en las esquinas superiores y las puertas abiertas de su clóset.

Intentó moverse, pero cuando el edredón rozó con su cuerpo notó que estaba desnuda y además de eso, pegajosa. Cómo si hubiera estado haciendo ejercicio y el sudor se hubiera secado dejando en un estado pegajoso su piel.

Se dio la vuelta, dando la espalda a su habitación y se topó con la imagen que más la destrozaría.

A su lado, Bruno dormía apacible.

Se tapó la boca y la naríz con la sábana blanca y comenzó a sollozar con susurros.

-Oh Dios mío, oh Dios mío. ¿Qué he hecho? - susurró ella con penuria.

Sus sollozos despertaron a Bruno, él movió la cabeza, rascó su nuca y finalmente abrió los ojos.

-¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? - seguía repitiendo Aileen, sin dejar de mirar a Bruno. Sus ojos azules brillaban más por las mañanas, pero estaban más pequeños por la luz del sol.

Bruno al ver a Leen a su lado desnuda (igual que él) agrandó los ojos con sorpresa y supo lo que había hecho. Y no sentía una pizca de remordimiento, al contrario de Aileen que parecía que quería morir.

-¿Qué hicimos? ¿Qué hicimos?. Por favor dime que practicamos danza árabe y nos quedamos dormidos.

Aileen se levantó de golpe quedando sentada sobre su cama, sus manos sobre su pecho sosteniendo la sábana, su espalda era la que quedaba descubierta, pero no le importaba. Si estuvieron haciendo lo que ella pensaba que hicieron, Bruno había visto y tocado otras partes de su cuerpo.

-Aileen yo...

Bruno no terminó la frase porque el teléfono había empezado a sonar como loco, si no se equivocaba sus padres llegarían en unas horas y Christine no tardaría en llegar.

Leen al no contestar, escuchó la voz de su amiga Christine en el mensaje de voz.

-¿Leenie? Soy yo Christine. Quería saber si Bruno está contigo, le llamé a su celular y no me contestó. Llamé a su casa y su mamá me dijo que no había llegado anoche a casa y que había pensado que él estaba conmigo. Yo... Sólo llámame si sabes de él, ¿si?

She, Himself, and I [HISTORIA CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora