Capítulo 4 - Las chicas sólo quieren diversión

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Capítulo 5 - Las chicas sólo quieren diversión.

Junio, 1995.

Steven necesitaba olvidar a Aileen. 

Lo necesitaba urgentemente.

Estaba recostado sobre su cama con tan solo una remera, sus músculos comenzaban a crecer e inflarse por la llegada de su madurez y el ejercicio que hacía todas las mañanas. Él era la clase de chico que tenía que esforzarse en su imagen para lucir bien. Y a pesar de que llamaba la atención de las chicas, sólo le importaba la atención de una. 

Miró el techo de su cuarto, era blanco. Llevaba más de diez años en esa habitación pero hasta hacía poco había descubierto la buena terapia que podía llegar a ser ver su techo, no era solo blanco, era gris cuando la luz de la luna alumbraba con escasez, también podía llegar a ser azul menta demasiado tenue cuando la luna reflejaba su luz en el cielo y éste alumbraba las paredes de Steven, llegaba a ser naranja cuando el sonido de los pájaros lo ventaban mientra el sol traspasaba su naciente luz por su techo mientras amanecía. 

 Sólo bastaba que las aguas de la mente de Steven estuvieran calmadas para darse cuenta de lo relajante que era observar una simple y blanca pared. 

Miró el reloj de su buró. 

Eran las siete de la tarde. 

Había prometido a Aileen ir con ella a un concierto y empezaba en media hora, se paró de golpe y se duchó, vistió y arregló en tiempo récord. No se consideraba fan de Bon Jovi y había una que otra canción que le gustaba, pero por Aileen iría. 

Bajó las escaleras de su cuarto y comenzó a tararear una canción extrañamente familiar, seguramente era de las que Aileen solía cantar. 

Y ahí estaba de nuevo. 

Por mas que intentara, ella siempre irrumpía en su mente como un condenado rayo que cuando pasaba cierto tiempo sin pensar en ella, irrumpía para hacerlo consciente de su condena, de sus cadenas, que cada día cargaba y con forme la veía cantar, sonreír, reír o llorar se hacían más pesadas. Temía el día en que ya no pudiera cargar con su condena y se confesara con ella.

Bajó el porche de su casa, jugando con el llavero que tenía la llave de su auto y pensaba en cómo había empezado roda su situación sentimental con Leen, desde su niñez él sabía de las hermosas princesas de los cuentos con su cabello espeso y de color marrón, así era como se imaginaba a Christine. Cómo la hermosa y basta en proporciones princesa que habitaba en una torre, delicada y caprichosa pero informada sobre su belleza, sabía que los chicos la volteaban a ver y los airaba por eso, ella esperaba a su príncipe azul, pero sin intentar abrir la ventana del castillo. Le molestaba la apatía y pereza que tenía por la búsqueda del amor.

Subió a su auto y arrancó conduciendo por la ciudad. Pensaba cómo veía a Aileen, ella era cómo las hadas o elfos de los cuentos, con una belleza salvaje y libre, cabello rubio, piel pálida casi translúcida y ojos azules. Era preciosa. No tenía dimensiones voluptuosa porque no las necesitaba, su sola presencia llamaba la atención y siempre tenía tiempo para el amor, nunca renegaba de ir a coquetear con chicos y mostrar su fabulosa personalidad. No tenía miedo del fracaso en su búsqueda por encontrar el amor. Y la amaba por eso. 

Cuando llegó al Estadio Wembley se impresionó por su tamaño, pero mas por eso por la cantidad de gente que había. Tardó cinco minutos en encontrar estacionamiento pero lo logró, a un kilómetro de distancia, se consideró afortunado. Fue corriendo al punto dónde se había acordado con Aileen de verse y comenzó  a apartar a la gente de su camino que se interponía entre él y su ángel. 

Cuando llegó, vio a una chica menuda y delgada con una pálida piel en un pálido vestido que por poco se llegaba a confundir con su piel. Tenía cabello rubio dorado y lo llevaba suelto y ondulado. Steven se acercó para tomarla por el hombro y ésta se volteó antes de que él pudiera hacerlo, la hermosa sonrisa de Aileen asomó su rostro y Steven no pudo evitar sonreír y suspirar aliviado de saber que había llegado a tiempo. 

She, Himself, and I [HISTORIA CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora