Desde que era muy chica, lo que era perfecto siempre terminaba mal en mi vida.
Ahí estaba en la penumbra, tratando de quedarme quieta. No quería dar un paso y arruinarlo todo.
¿Cuántas veces hemos regresado a un lugar sólo por sus recuerdos?
Yo siempre volvía a él, como si él fuera mi especie de lugar perfecto en el mundo.
Me abrazo en la ocuridad y dormido susurro mi nombre. Muy pocas veces en mi vida me senti inmensamente amanda, como en ese segundo.
Si me preguntan del futuro, nunca lo veo a mi lado. Si me preguntan de amores eternos nunca pienso en él. Si me preguntan de príncipes, jamás viene a mi mente su nombre.
Aún así, si me preguntan de felicidad, les cuento de su voz susurrando mi nombre.
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Esperando Dragones.
RandomMi padre me solía contar un cuento donde los dragones aparecían a salvarme de todos los apuros que podía llegar a tener en la vida. Hoy le dedico cada uno de mis pasos.