Me duele todo pero lo que más me duele es el alma.
Siento mi ser hecho pedazos y aún así algo late. Aún siento algo de amor en mi interior.
Acá estoy entre las frazadas, en la cama de mi madre. Como cuando era pequeña y tenía miedo, me metía entre ella y mi padre.
Ya no soy pequeña, ya no está mi padre, las cosas han cambiado. Aún así acá estoy entre las frazadas y mis lágrimas caen.
No hay nada mejor que casa, dice una de mis canciones preferidas.
Como siempre, cuando más lo necesite corto la soga.
Ahora es mi turno de jugar, y elijo no volver.
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Esperando Dragones.
RandomMi padre me solía contar un cuento donde los dragones aparecían a salvarme de todos los apuros que podía llegar a tener en la vida. Hoy le dedico cada uno de mis pasos.