Inattendu.

1. Thomas Millers.

La pelota rebotó en el piso y volvió a mi mano, la lancé de nuevo repitiendo la misma acción.

—¿Acaso me estás escuchando? -la escandalosa voz de mi madre me hizo voltearme a mirar.

—Estoy cansada de que salgas a la hora que se te dé la gana.

Solté un largo suspiro, sabiendo que posiblemente mamá se pondría a hablar con melancolía sobre lo perfecta y magnífica que era la prima Miriam, quejándose de que yo no podía ser igual que ella.

La voz de mi madre cesó, cosa que me hizo levantar la cabeza esperando que mamá hubiera salido de la habitación, pero mis esperanzas murieron al verla de pié mirandome con mala gana.

—¿Ya acabaste? —pregunté mientras deja escapar un bostezo. Creí ver sus ojos flamear, cosa que me causó un poco de gracia

—¿¡Qué sí ya acabé?! —sus ojos se achicaron, se quedó un momento callada y luego me miró — Vete a tu maldita fiesta.

Sonreí victoriosa, mientras me levantaba del sillón en el que llevaba media hora sentada. Sacudí mis jeans negros quitando la poca pelusa que tenía, antes de ponerme en marcha para ir a la gran fiesta de Sasha Stone.

Sasha era una muchacha de grandes metas y todas las cumplía con algo en medio de sus piernas, sí saben a lo que quiero referirme. La conocí hace 5 años en secundaria, cuando eso ella era solo una pilla con frenillos pero debo admitir que la pubertad le ha favorecido.

Tomé el casco negro que colgaba al lado de la puerta, contoneando mis llaves para salir sin más preámbulos.

.

—¡Ellie! —el grito de mi morena amiga sonó por encima de la música, no podía ver de donde provenía su voz pero lo supe cuando sus brazos se enredaron en mi espalda para luego chillar en mi oído.

—¡HAY UN MALDITO TIPO QUÉ ESTÁ BUENÍSIMO!

Sip, esa era Sasha, voltee a verla y la muy perra estaba radiante; su piel cocoa se hacía resaltar con su ropa blanca y sus ojos negros estaban perfectamente delineado, llevaba puesto el cabello corto dividido en dos coletas haciendo que su cara en forma de corazón se notara más.

-Hola a tí también -la salude burlonamente.

—¡Cómo sea! —soltó un suspiro resignada —, estás perra —chasqueó la lengua y con el dedo me hizo una seña para que girara; la verdad es que yo no destacaba, menos mi atuendo. Traía unos jeans negros y una top roja escotada por la espalda.

Batí mis pestañas.

—¿De verdad estoy perra?—hice un puchero y creí escuchar su risa, pero la música de Martin Garrix no me dejaba escuchar nada.

—vamos.

Me encontraba en la pista de baile contoneando suavemente la cadera, hace como 30 minutos Sasha se fue con dos chicos arriba y aún no ha vuelto. No entendía bien la canción que sonaba pero decía algo como "cuando me hablas sucio"

—¡Oh bel fiore*!, ¿qué hace bailando tan solita?

Un olor a menta y Vodka inundó mis poros cuando esa suave voz habló en mi oído. Contonee un poco más mi cadera, para luego mirar sobre mi hombro.

—Es que no encontraba a quien me divirtiera.

Susurré, con mis labios a centimetros de los del chico, me dí la vuelta para inspeccionarlo; cabello negro y ojos grises. Nada mal.

—Yo podría divertirte —sus manos se posaron en mis caderas y me chocó contra su pelvis levemente, rápidamente entendí a que se refería.

Dejé que una de mis manos se perdiera en su espalda mientras con la otra lo tomé de la barbilla colocando su boca más cerca de la mía.

—consedame un bacio* —pidió antes de que nuestras bocas chocaran y juntas danzaran en sincronía.

No era uno de los mejores besos que he resivido, y me dí cuenta que debíamos pararlo cuando sus manos tocaron mi trasero.

Mierda, ¿a quién engaño? Este tipo parecía algo ebrio, pero que beso me estaba dando.

Un poco jadeante me separé para mirarle, tomé su mano.

—Vámonos de aquí —le pedí, a lo que él no se repuso. Me acercó nuevamente a su cuerpo, dejando su oído cerca de mi boca.

—Thomas Millers, ¿Me permites saber tu nombre? —ladeando la cabeza, su mirada se encontró con la mía.

Su voz era ronca, pero no muy grave. Tenía un acento italiano un poco marcado, mordí mi labio y lo miré sobre mis pestañas.

—Soy Ellie, es el nombre que suspiraras toda la noche —sonreí de forma pícara, jalando de él hasta la salida.

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Holito, espero que esta novela sea de su agrado y también espero recibir buenas críticas.

Es más, si alguien no tiene una crítica constructiva, no la diga.

Agradecería mucho si me dejan una estrellita, de verdad los amaría.

Sé que el capítulo es corto, pero trataré de publicar seguido.

Mil gracias por leer, besos 😘

Bel fiore = Bella flor.
Bacio = Beso.