-Amor ya llegué- se escuchó desde la puerta principal de la casa.
-Estoy en la sala-contesté levantando la mirada por encima de mis hombros para poder observar a Nick.Él se quitó el saco y aflojo su corbata. Caminó hacia mi mirándome con mucha dulzura, igual que el primer momento, y me besó en los labios y luego mi barriga.
-¿Cómo estuviste hoy cielo?-me preguntó mientras la acariciaba por encima de mi vestido suelto.
-Molesto, no deja de patearme-hice una mueca.
-¿A sí?- levanto su cejas divertido- oye campeón deja de pegarle a mamá, ella necesita descansar- habló en mi barriga.Dios como lo amaba, era tan dulce, atentó a todo lo que necesitaba; siempre lo fue, desde aquel momento en el que Teresa y yo corriamos y choque con él.
-Nick, te amo- le dije sin más.
-Yo también hermosa, te amo a ti y a nuestro pequeño-sonrió.Cuando dejó su número en el billete empezó todo, ambos nos llamabamos y hablabamos hasta tarde en los fines de semana, me invitaba a salir a algun lugar, estaba conmigo siempre y poco a poco me enamoré completamente de él, caí rendida a sus pies.
Hace cinco años que somos novios y estamos esperando un bebé, tengo siete meses de embarazo y un niño que promete crecer fuerte y sano. Vivimos juntos en una casa que compramos hace un año atrás.Teresa y Joe también estan saliendo, casi siempre pelean pero no duran ni cinco minutos, siempre uno se rinde ante el otro y pide perdón. Ellos se aman de verdad. También viven juntos no muy lejos de nosotros.
Actualmente Nick trabaja en una oficina de administración y yo, aunque ahora no trabajaba por mi embarazo, lo hacía en una biblioteca en donde la mayor parte del tiempo leía lo que otra gente devolvía.
Si el día del tiroteo Teresa y yo hubiéramos doblado una calle antes sin encontrarnos con el ladrón y la situación de huir, la herida y Nick, no se como estaria ahora mismo.¿Lo habría conocido? Creo que no estaría tan feliz como estoy en este momento, tirada en el sofa, al lado de mi novio y esperando al fruto de nuestro amor; al que por cierto no le habíamos puesto nombre.
-Me gusta Simón-dije volteando a mirarlo.
-Es lindo, me gusta-me mostró sus perfectos dientes.
-Bebé, te encontramos nombre, es Simón, eres Simón-le dije a mi panza.
Nick río un poco y se levantó del sofa, tomo su saco y volvió hacia mi.
-Naty tengo que decirte algo- me miro con el saco entre sus manos parado en frente mío.Me tense al instante.¿Y si no me quería más?¿Me dejará sola con el bebé?¿Encontró otra? Mi mente empezó a viajar en casi todas las posibilidades de las cosas que Nick me podría decir.
Sonreí de lado y asentí.-Eres la persona que más amo en este mundo Naty, amo pasar el tiempo contigo y no me imagino lejos de ti en ningún momento de mi presente o futuro. Tengo miedo de que te alejes de mí, que te vallas con otra persona por que ya no me amas, por eso mismo trato de que cada día sea como cuando eran nuestras primeras citas, trato de enamorarte cada día- paró de hablar por un segundo para tomar aire y seguir, yo contenía las lágrimas que amenazaban con empapar mi cara completamfente. Lo amo demasiado- Siempre me halgaron el saber usar bien las palabras justas para cada momento, pero se ahora no me salen- rió un poco.
Pauso por unos segundos mientras metía una mano en el bolsillo del saco y dejaba ver una caja pequeña. Oh dios.
-Natalia ¿Quieres casarte conmigo?- se arrodilló en frente mío y abrió la caja. Era un anillo hermoso, de plata con un diamante no muy grande en el medio.Lleve mis manos a mi cara, ya sin poder contener las lágrimas.
-Si, si Nick acepto-lloraba y sonreía como tonta.Me tire a sus brazos para darle un beso. Al separarnos sacó el anillo de la caja, tomo mi mano y colocó el anillo en el dedo anular. Cuando terminó me miro a los ojos mientras secaba las lágrimas de mis mejillas.
Agradesco el haber tomado el turno noche de la universidad, el haber corrido por la mitad de la plaza y toparme con él.
Al final, todo fue gracias a las balas.
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Gracias A Las Balas ~Nick Jonas~
FanfictionEl turno noche de la universidad era el único que podia tomar, ya que por la mañana trabajaba para poder hacerme con algo de dinero y en la tarde cuidaba de mis hermanos, estudiaba o salía con mis amigos. Pero jamás me arrepentire de elegir ese hora...