Siete: Apuesta.

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GASTON.

Dos semanas después las cosas no habían variado mucho. Luna se ocultaba constantemente de Matteo, el la perseguía, Ambar los odiaba a ambos y se había enfocado en salir con un chico nuevo, Delfina seguía tras de mí y yo... yo los evitaba a todos. Cada tanto utilizaba a Delfi, más que nada para sacarme las ganas de estar con alguien, pero fuera de ello mantenía hasta a mis propios amigos a la distancia.

Más allá de todo eso, se acercaba la segunda parte de la competencia y le estaba dedicando bastante tiempo de mi vida al Roller, a ensayar y a seguir todos los consejos que me daba Tamara para poder mejorar la performance de la primera parte. Era extraño, no es que no me gustara patinar, pero esta vez le estaba poniendo todavía más ganas de las que normalmente le pondría a una competencia de este tipo.

- Gastón. – Delfina se paró en medio de la pista y me miro fijo. - ¿Estas bien?

- Si, estaba pensando, nada más. ¿Seguimos? – ella asintió, mientras yo volvía a poner la música. Aproveche ese segundo para revisar mi celular. Nada. No tenía señales de Felicity. Suspire y volví al centro de la pista.

Hace dos días no me contesta los mensajes. No es que sea dependiente de ella, pero las charlas a la madrugada se habían vuelto un ritual, una forma de despejarme y recordarme quien en verdad soy. Y últimamente me servían bastante.

Unas horas más tarde, estaba con Matteo en el JamAndRoller tomando algo, cuando entro Flor. Ella era una persona extraña, aparecía cuando quería, desaparecía, volvía, se iba, era extraña. Su filosofía de vida era muy liberal, cero ataduras, cero problemas, la pasaba bien evitando las situaciones que podían ponerla incomoda o triste. Sus padres murieron cuando era chica, pero ello parecía no afectarla en absoluto. En cierta parte la envidiaba, y en cierta parte, me sentía identificado con ella.

- Lindos. – se sentó frente a nosotros. Matteo rodo sus ojos ante la presencia de su prima, yo le sonreí con felicidad. Nuestra "aventura" juntos había quedado atrás. Era hermosa, perfecta, pero no. No la utilizaría, no sería una más y por lo que la conocía... tampoco me permitiría a mí mismo enamorarme de ella.

- ¿En qué andas Flor?

- Mañana me voy de nuevo, pero quería pasar mis últimas horas con ustedes. ¿Qué hablaban?

- Sobre el Open Music de mañana. Tamara dejo que participen todos lo que quieran...

- Que lastima que no voy a estar. – admitió. - ¿Van a participar?

- Quizás. – asentí – Quisiera cantar, aunque no sabría muy bien que tema, ni con quien. – carcajee. La realidad es que le había puesto tantas ganas a la competencia de patín que había olvidado la musical.

- A ver. ¿Por qué me ignora? – Los dos le clavamos la mirada a Matteo, que de repente se alteró. – Tan solo la bese. No es tan terrible. – En seguida supe que se refería a Luna.

Seguí la mirada de mi amigo y me encontré con ella y Nina, que recientemente habían ingresado al Roller. En ese instante recordé que había faltado a las últimas clases de fotografía y hace días que no hablaba con Nina. Seguramente ya habrían elegido la mejor fotografía y yo no estaba enterado, por lo que tampoco tenía idea si gane o perdí la apuesta.

- O sea, volviendo a tierra – la voz de Flor llamo tanto mi atención como la de Matteo – A mi primo le gusta Luna y a vos – me señalo a mí – te gusta la otra chiquita que esta con ella.

- ¿Qué? – Matteo abrió los ojos sorprendido.

- No – susurre rodando los ojos. – Mira si me va a gustar Nina...

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2016 ⏰

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