Capitulo 6: Depresion.

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NINA.

Ni bien llegue al colegio, me encontré con todos hablando por lo bajo y riéndose. No entendí mucho hasta que Luna me agarro del brazo, me metió al baño y me abrazo. Cuando la mire a los ojos, la encontré aterrada.

- ¿Qué paso? – solté preocupada. Ella negó con la cabeza y no dijo nada. Su mirada se fijó en el piso. – Luna.

- Matteo me beso, ayer, en el Roller.

- ¡¿Qué?! ¿Por qué? – Las cosas entre ellos eran inevitables, desde que se conocieron habían estado histeriqueando pero Luna no me había comentado nada sobre sus sentimientos por Matteo y pensé que si pasaba algo iba a ser dentro de mucho tiempo.

- No sé, no sé. Me beso de repente, en medio de la pista.

- ¿Estaba Simón?

- Sí, pero se fue. – aclaro, conflictuada. – No entiendo porque lo hizo Nina.

- Quizás le gustas.

- Pero esta con Ambar, y ella también estaba allí. – Los nervios de mi amiga eran demasiados, muy notorios. Simplemente la abrace.

- Tranquila, tampoco es la muerte de nadie.

- Me confundió. – admito susurrando. Me imagine de todos modos que había sido así.

Trate de cambiarle de tema, para poder distraerla. Luna siempre fue enérgica y alegre pero hoy tenía una angustia y tristeza muy particular. Era raro, ya que una normalmente cuando un chico que le gusta la besa se pone contenta, lo festeja o mínimamente se siente reconfortante, no se deprime. No salimos del baño hasta que sonó el timbre, y corrimos prácticamente al aula.

- Luna, Luna – Jim y Yam se sentaron a nuestro lado en el recreo. Ambas parecían frenéticas e intrigadas, Luna se levantó y se fue, sin decir una palabra. Me debatí entre seguirla o quedarme, pero decidí aclarar algo.

- Chicas ¿pueden tratar de dejar a Luna en paz? No se siente muy bien.

- Se besaron con Matteo, estoy segura que eso no la debe tener muy mal. – Jim rio, Nico se acercó a nosotras.

- ¿Todo bien chicas? – le dio un beso a su novia y se sentó junto a ella. - ¿Cómo esta Luna? Recién la cruce... llorando.

- ¡¿Llorando?! – Me pare rápidamente y me fui, sin siquiera comentarles nada.

No encontré a Luna en todo el colegio, hasta que me dijeron que se había ido. Matteo tampoco estaba en el colegio, directamente no había asistido. Ambar vagaba con aires de superación, haciendo que no ocurría nada, enfocándose en sus cosas, pero todos notamos que su mal humor estaba sumamente aumentado.

Mis ojos se cruzaron con los de Simón, que estaba a unos metros. No pude ver en ellos más que tristeza, ya que rápidamente volteo y se fue. Quise seguirlo, pero como siempre, termine chocándome a alguien. Y como siempre, ese alguien resulto ser Gastón.

- Uy perdón. – susurre. El me miró fijamente y asintió.

- Está bien, no pasa nada. – Sus formas eran raras también. No sé qué sucedía hoy en el ambiente, pero todo el mundo parecía estar en un estado de depresión.

- ¿Estás bien? – pregunte con algo de miedo. No quería sonar entrometida en sus cosas, ni atrevida, ni la que se cree que por haber hablado dos veces en clase ya éramos amigos. Para mi suerte, el sonrió y asintió.

Corazón | Gastina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora