III

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Los gritos de Riley despertaron a la rubia, la castaña tenia la mala costumbre de despertar al resto cuando ella madrugaba. No hay forma de discutir con ella en la mañana y menos si se encuentra estresada. La rubia a mala gana se levantó y fue al baño a cepillarse los dientes cuando escucho a la castaña mencionar que despertaría a Lucas, no lo pudo evitar agilizo su limpieza dental con tal de molestar al rubio. 

La habitación de la rubia tenia dos puertas, una daba al pasillo que unía todas las habitaciones y otra que conducía directamente a la habitación de Lucas. Hasta hace muy poco esa habitación era de Riley, desde pequeñas solían correr desde una habitación ala otra, pasando noches eternas viendo películas o hablando de tonterías sin sentido, les gustaba pasar tiempo juntas. Pero estaba Lucas, y la verdad es que siendo las únicas dos habitaciones con vista al ante jardín era obvio que en algún momento reclamaría su lugar para poder escaparse más fácilmente. Apostaron y Riley para la mala suerte de ambas había perdido, esto ocurrió cuando la rubia estaba lejos de lo contrario habría discutido lo injusta que fue esa apuesta

Pero  al menos compartir entrada con Lucas tenia sus ganancias, como fastidiarlo cuantas veces ella quisiera o escucharlo gritar sobre sus derrotas contra el chico misterioso. 

Las chicas ingresaron silenciosamente, encontrándose a un  rubio desparramado en medio de la cama, ambas gritaron mientras saltaban sobre la cama.

- ha despertar!!!- el rubio no pudo evitar dar un brinco por el susto.

-ya basta chicas dejen dormir.- intento esconderse bajo la almohada pero las chicas siguieron con sus saltos. 

-es el ultimo día!!- gritaba la castaña mientras la rubia soltaba carcajadas.

Habitualmente solían despertarlo así, la idea simplemente era fastidiarlo un poco hasta que se levantara y todos fueran a desayunar como los hijos de padres ausentes que eran, aunque Riley lo viera solo como su familia feliz. Si bien el rubio tenia una gran paciencia, algunas veces si lograban fastidiarlo. Lucas supuso que el pequeño silencio y el murmullo de la rubia a la castaña solo traerían problemas. La risita de Riley la delató, era su hermana la conocía como la palma de su mano y sabia cuando quería hacer algo "malo". 

no pudo moverse a tiempo cuando los cuerpos de ambas ya estaban sobre su espalda. 

-Levántate princesito serás un sapo feo!!- grito la rubia entre risas.

El rubio suspiro en respuesta, querían jugar?, tres podían jugar este juego. se salió de la pequeña prisión que le tenían las chicas y antes de que estas lograran correr las  atrapó y volvió a recostar sobre la cama. les comenzó a hacer cosquillas hasta que la risa pasó a la desesperación.

-ya Lucas, por favor lo siento.- decía la rubia apenas con la voz entrecortada.

- Lo siento lucas, de verdad, si me sueltas le digo a flor que prepare tu desayuno preferido.- lucas lo medito un segundo era buena idea. 

- esta bien, pero corre antes de...- no termino de hablar cuando Riley ya se había marchado de la habitación corriendo.

-viste como te abandonó así de fácil?- dijo el rubio molestando a chica.

-Traicionera, mala amiga. - gritaba la rubia apenas entre las risas, algo inútil pues la castaña ya se había ido y por las risas no se le entendía mucho.- Lucas lo siento no fue mi intención.- dijo la rubia en la pequeña pausa que encontró.

-Segura?, si mal no recuerdo tu diste la idea.- dijo el rubio ocultando una sonrisa de burla, después de todo igual le gustaba fastidiar a las chicas.

-Lucas, por favor, te doy lo que sea solo déjame respirar.- dijo la rubia ya no resistiendo más.

la mente del rubio divago, cualquier cosa es muy amplio. podía seguir fastidiándola y pedirle un beso, o pedirle su carro nuevo, pero sabia que terminaría enfadada y no hay quien la aguante cuando se pone de malas, así que se decidió por algo sencillo.

-recuerdas ese chocolate, de París que te costo un mundo pasar por aduana...- la rubia lo pensó un segundo

- esta bien, es tuyo. solo déjame respirar!!- el rubio la soltó y la rubia se desplomó en la cama con la respiración entrecortada.

-lo que me gustaría verte así luego de una buena noche conmigo.- el rubio sonrió burlón no podía dejar la oportunidad de fastidiarla, la rubia rodo los ojos.

- eso solo pasa en tus sueños cariño- dijo la rubia volteando a verlo pues el rubio ya se encontraba igual que ella viendo el techo de la habitación, el rubio soltó una risita susurrando un lo sé que la rubia intento olvidar.

Maya se levantó aun algo agitada y camino a la puerta de la habitación.

-quiero mi chocolate.- dijo el rubio en un pequeño gritito.

- ni en mil años rubio.- dijo esta soltando una risita mientras cerraba la puerta de la habitación.  el rubio intento ir tras ella, pero había cerrado la puerta con cerrojo.

- en algún momento tendrás que salir rubia- dijo el chico en un pequeño gritito para que esta escuchara.

La rubia desde su habitación soltó una risita antes de irse a dar una ducha, nunca podía iniciar su día sin una buena ducha, salió de esta y busco la ropa que se pondría hoy, había mucho sol por lo que decidió por un short, y una playera. Quería estar cómoda después de todo, aquí no estaba Kathy para decirle como debe vestir. entro al baño una vez más para ir a cepillarse el cabello pero un ruido la alarmo.

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Cuando aun la rubia se encontraba en la ducha el rubio ya se encontraba listo y había planeado todo para lograr que la rubia le diera lo que había ganado, o al menos fastidiarla un poco.  reviso la puerta del pasillo y esta igual estaba cerrada. así que bajo las escaleras de prisa hasta llegar al ante jardín, escalo como pudo hasta la ventana de la rubia y no pudo evitar cantar victoria en su cabeza cuando noto que esta estaba abierta. Para la mala suerte del rubio, o la buena la rubia se encontraba solo cubierta con una toalla caminando hacia el baño de nuevo y por su estúpida distracción hizo caer unas cosas de la mesa de noche.

se oculto un momento, no estaba listo para ser descubierto aun , no con los nervios que tenia. Después de todo desde pequeños maya siempre había sido la niña más linda que el rubio conocía y con el paso del tiempo y con las chicas que había conocido, seguía pensando lo mismo. 

vio como la chica salió del baño sin percatarse que ahora el se encontraba sentado en la cama, vio como la chica dejaba caer la toalla al suelo, dejando ver su ropa interior. Lucas abrió los ojos rápidamente debía frenar esto acá.

-Maya!!- hablo el rubio algo alarmado, a lo que la rubia se volteo soltando un pequeño grito mientras intentaba ocultarse con la toalla, ninguno sabia que hacer o decir solo estaban estáticos.  


Una Carrera De Vida O Muerte ~lucaya♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora