11/07/2016

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Era un día tan especial.

Después de tanto tiempo, la escuela permitió hacer una pequeña excursión a un gran bosque.

Estaba tan emocionado de estar con mis amigos, ya que seria la última vez que los vería...

El tiempo paso tan rápido; tanto así, que ya estábamos haciendo las actividades. La mayoría eran didáctica.

Me sentía tan mal por uno de mis compañeros.

Todos lo molestaban por su estatura y por sus problemas respiratorios, que le impedían realizar la mayoría de las actividades.

"¿Qué hace aquí si no puede hacer nada?", me preguntaba cada vez que lo veía.

...

La noche llego, lo que todos esperaban con ansias.

Era hora de los juegos nocturnos.

No era nada del otro mundo. Tan solo debíamos encontrar la bandera del equipo contrario.

Me preocupaba mi compañero, temía que le hicieran algo.

-¿Quieres que busquemos juntos? -le sonreí, pero este de negó de inmediato y corrió hacia lo mas profundo del bosque.

Me altere, él era raro. Tan solo quería ser amable.

Pasaba el tiempo y aun nadie encontraba ninguna bandera.

-¡LA ENCONTRÉ! -Grito alguien del equipo contrario.

No me importo perder, solo quería ir a dormir.

Mire hacia el cielo mientras caminaba a las cabañas, hace tiempo que no veía las estrellas, amaba como se veía la luna, esa noche era luna llena. En la ciudad todo es tan diferente...

Me dolían mucho los pies, tan solo quería ir a dormir, pero no me dejaron ya que faltaba "cantar juntos alrededor de la fogata", que aburrido, pensé.

Me senté en uno de los troncos y mire a mi alrededor, no encontraba al pequeño chico por ningún lado.

Sabia que algo malo iba a pasarle. Me levante para decirle a la maestra, pero esta me ignoro.

Molesto, me levante y fui al lugar redondel lo había visto la última vez. A nadie le importo que me fuera, todos estaban entretenidos comiendo y cantando.

Al llegar, no vi nada fuera de lo normal, tan solo sus pisadas que apenas y se lograban distinguir.

Las seguí. Conforme avanzaba, me percaté de que estas se hacían mas grandes, hasta el punto en que parecían garras.

Me asuste al ver que estas desaparecían. Frente a la última "pisada", había sangre y al levantar la vista, algunos metros adelantes vi a un compañero tirado. Pensé que era el pequeño. Pero al ver de cerca me equivoque.

Era uno de los que lo molestaban, literalmente estaba descuartizado, toda su ropa estaba hecha pedazos, excepto sus zapatos. Estos estaban colocados perfectamente a lado del cadáver. No tenían ni una mancha de sangre, como si no hubiera pasado nada.

-¡HAAAA~ -escuche un ruido a lo lejos. Si mi intuición no me engañaba, ese grito venia del campamento.

Conforme avanzaba de regreso, los gritos incrementan, pero no de sonido, sino, de cantidad.

Me helaba la piel de tan solo escucharlos, gritos tan desgarradores, llenos de desesperación.

Hubo un momento en el que dude de ir o no.

Di un paso hacía atrás, pero choque con alguien.

Mi grito fue ahogado por su mano. Era Leo, uno de mis compañeros de clase.

Me aterro verlo, estaba todo ensangrentado, tenia un gran rasguño al costado de su rostro.

-No grites -me susurro. No se que esta pasando, pero debemos escapar antes de que esa cosa nos encuentre -mando,y ambos salimos corriendo.

Tenia tantas dudas, pero ninguna era resuelta.

Mientras corríamos, mire hacia atrás, era donde estaba el campamento y no pude abrir la boca de sorpresa. La mayoría estaba colgado y sin cabeza, otros sin piernas. En fin. A todos les faltaba una extremidad de sus cuerpos.

Leo se detuvo de golpe al escuchar un aullido.

-Él esta cerca -susurro. Debemos separarnos -sugirió y se fue. Sin escuchar lo que iba a decir.

Estaba en estado de shock, no sabía que hacer en ese momento. Tras de mi, escuche unas ligeras pisadas, estaba segura de que no era Leo.

Di media vuelta y lo vi.

Era la criatura de la que tenía tanta curiosidad, por fin estábamos cara a cara. Sangre corría por sus afilados dientes y su pelaje.

Era una especie de hombre lobo.

Empezó a gruñir, ya sabía que seguía a continuación.

Por un momento pensé en dejar que me asesinara, pero al momento se detuvo, comenzó a chillar como un cachorrito. "¿Qué le ocurre?", pensé confundida.

Se alejo con torpeza. Me di cuenta quejo me veía a mi, mas bien, a lo que estaba detrás mio.

Mire de reojo y no vi nada en particular, pero cuando intente cambiar algo me retuvo y sentí un gran escalofrío, la temperatura descendió drásticamente.

Era una especie de neblina, pero esta era mas oscura de lo habitual. Dentro de esta se comenzó a formar unsujeto, su rostro se veía perfectamente, pero su cuerpo se desvanecía junto a la neblina.

Se acerco a mi rostro, sonriendo con malicia.

-2 noches - sonrío y se desvaneció.

Era el momento mas confuso del día.

No me había percatado de que ya era de día.

Lo que mas me había sorprendido, fue que tenía mi pijama puesta. Mis pies estaban sucio y lastimados, tanto que ya estaban sangrando.

Trate de salir, pero me adentraba aun mas en este.

Devastado, me tire en suelo, un momento antes de caer, cerré los ojos, esperando el gran dolor de espalda que tendría, pero en vez de eso, caí en un lugar alcochonado. Para ser exacta, en mi cama.

Ya no sabía si vivía en la realidad o en un sueño.

Levante uno de mis pies y efectivamente estaba lastimado y sucio.

Me levante con un gran dolor de cabeza y me senté a la orilla de la alcoba para colocarme mis sandalias.

A lado de ellas, estaban los mismos zapatos que había visto en el bosque a lado del cadáver. Pero esta vez, estaban ensangrentados. Dentro de este había una pequeña nota escrita a lápiz

Una noche

BAD DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora