Capítulo 3

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Capítulo 3.


-Jiyong, voy a entrar - Dijo Seung retirando sus tres dedos de la estrecha entrada del menor y acomodándose mejor sobre éste.

Jiyong jadeó al sentir el vacío que dejaban los dedos, pero gimió muy fuerte cuando percibió cómo el palpitante miembro del mayor entraba en él de una sola estocada. El cuerpo del mayor se estremeció al notar cómo el ano de Jiyong lo apretaba deliciosamente. No aguantaba más, su miembro le dolía, así que se saltó los movimientos lentos y desde un principio sus estocadas fueron rápidas y certeras.

Jiyong sacudía su cuerpo cada vez que el mayor le daba en su punto dulce.Con cada estocada, su ano se contraía cada vez más, haciendo que los gemidos de ambos fueran más sonoros. Sus cuerpos ya estaban sudados y sus respiraciones agitadas. Las penetraciones eran frenéticas y el líquido preseminal comenzaba a salir de ambos miembros.

Seung agarró firmemente el pene de Jiyong y empezó masturbarlo a la misma velocidad que sus estocadas. En la habitación solo se escuchaban sus gemidos y el sonido obsceno que hacían sus cuerpos al chocar. El orgasmo estaba cerca, un par de movimientos más y los dos se vinieron a la vez, gritando fuerte.

De repente el móvil sonó. Mierda, otra vez ese sueño. Seung estiró su mano y buscó sobre la mesa de noche el móvil y sin mirarla pantalla contestó.

-Sí.

-Seung Hyun.

-Ah, eres tú.

-Cuanto entusiasmo – Seung oyó una risa irónica al otro lado –Te llamo para avisar que en unos días llego.

-Esta bien - Después de decir eso cortó la llamada y sintió cómo un balde de agua fría caía sobre él. Era su realidad, pero todavía no quería volver a ella. Quería seguir soñando, así que esa noche volvería a ver a Jiyong.

Pasó toda la tarde con buen ánimo a pesar de esa llamada. No quería comerse la cabeza por eso, suficiente tenía con Jiyong. Sí, Jiyong le estaba comiendo la cabeza. No podía dejar de pensar en él. Solo pensar en sus labios, en cómo lo miraban esos ojos color caramelo,su pequeña cintura y bonito cuerpo, lo ponía caliente, lo ponía muy caliente. Tanto que se estaba volviendo loco.

Quería conocerlo más, saber absolutamente todo de él, aunque sabía que iba a ser difícil ganar la confianza del menor, pues éste había creado una barrera alrededor suyo y desconfiaba de todos. Pero Seung estaba seguro que la iba a romper, iba a entrar en el corazón del menor y, bueno, también en otra parte.

El día anterior habían tenido una bonita velada. Después de llevarlo a comer fueron a dar un pequeño paseo por el río Han, fue algo corto y aunque no hablaron mucho, la tranquilidad que sentía cuando estaba con Jiyong le encantaba. Había podido ver distintas partes del otro,su lado tímido y pícaro, su hermosa sonrisa. Poder llegar a conocerlas diferentes facetas del menor, era algo que le emocionaba mucho.

Ya era la hora, las tres de la mañana. Igual quela noche anterior, vio cómo Jiyong salía de esa enorme puerta negra. Se acerco a él con una sonrisa en la cara. Jiyong lo miró y soprendentemente también le devolvió la sonrisa. Ver aquello hizo que los vellos de Seung se erizaran y sintió cómo por fin entendía todo. Quería proteger esa sonrisa con todas sus fuerzas.

Seung se quedó quieto, embobado contemplando la sonrisa de Jiyong. Éste se le acercó y le saludó con una pequeña reverencia. Rápidamente la felicidad que tenía Seung se esfumó y sintió como la ira subía por su garganta. Todo porque había visto un pequeño chupetón que tenía Jiyong en el cuello, debajo de su oreja derecha. Era pequeño,redondo y estaba muy rojo. Jiyong tembló al ver la expresión del mayor, que se había vuelto fría.

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