Amelia

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Un rayo de luz entra por la ventana de mi alcoba y cae directamente sobre mi cara, me quejo de ello soltando un gruñido y escucho la risa irritante de Ella, mi querida y adorada hermana mayor con la cual no me llevo bien.

-Levántate ya, madre y padre nos esperan para desayunar- siguió abriendo las cortinas de la alcoba en modo de tortura

-Pueden agarrar los cubiertos y comer ellos mismos, no veo que necesiten ayuda con ello- dije en un gruñido y enfurruñándome más.

-Ja, ja muy graciosa – se acercó poco a poco al pie de la cama- vamos, levántate, quieren darnos una noticia y no nos harás esperar, tengo muchas cosas importantes que hacer como para perder mi tiempo- dijo con voz ácida

-¿Cómo qué?- dije abriendo los ojos y sentándome en el respaldar de la cama- admirar tu cara de bruja todo el día frente al espejo mientras los demás  fingen alabar tu gran belleza solo porque eres la próxima en tomar el trono – dije con voz socarrona, la cual surtió efecto debido a su expresión- muy importante

-Ok, - ladeo la cabeza a ambos lados para relajarse- vas a levantarte de esa cama si o si ahora – enfatizó esta última palabra

-¿O qué?

-Puedo delatarte con respecto a algo que llevas escondiendo desde hace mucho tiempo y padre no cree en el cuento –dijo ella colocando cara de suficiencia, al decir eso todas mis entrañas se colocaron en alerta y analizando su actitud respondí

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Estás chantajeándome?- dije fingiendo despreocupación

- Puedes tomarlo como quieras- esbozo una gran sonrisa en la cual reflejaba lo arpía que era- Y con respecto a lo que quise decir, puedo decirle a padre que su hija favorita ya cruzó la línea de niña a mujer- esas simples palabras me golpearon con fuerza y mi cara se descompuso- con que no me equivoco ¿no?- camino separándose de la cama y llegando a la altura del tocador

- ¿Cómo supiste?

-Tus sirvientas fueron algo descuidadas al llevarse la última vez tus prendas- dijo dándome la espalda y repasando todos los perfumes que habían en mi tocador

-¿Y por qué no lo has divulgado ya?

- Estrategia querida hermanita, usarlo en tu contra- se volteo y se echo a reir- de nada sirve ir y decirle a padre, es mejor ver tu cara de sufrimiento al utilizar una información valiosa que puede arruinarte, que igual pronto lo haría, no lo ibas a esconder toda la vida y que una joven de 16 años todavía no haya sangrado, es preocupante ¿no crees?

- Eres una...

-¿Perra?- rio mas fuerte aún- lo sé y solo los que nos comportamos así dominamos el mundo, oprimiendo al más débil, por eso padre se ha mantenido en el poder, ahora basta de habladurías y vístete A-H-O-R-A

Se fue con pasos aireados de victoria por tener algo en mi contra y cerró la puerta haciendo un estruendo. Yo por mi parte entré en crisis y empecé a golpear las almohadas, la puerta volvió a abrirse e hizo que parara el ataque, pensando que de nuevo era ella lancé una hacia la puerta, pero con la gran mala suerte que era Cornelia, mi ama de llaves.

-Looo...siento-puse cara de horror

-Tranquila señorita, puedo intuir que esa frustración es debido a que acaba de salir la señorita Ella- hizo una mueca al nombrarla

-Puedes llamarla como quieras Cornelia, descubrió lo de mi sangrado, dijo que una de ustedes no fue cuidadosa y ella lo vio – me puse de pie para desnudarme y dejar que me asearan

-Lo siento señorita- dijo con pena- por mi parte siempre he sido cuidadosa y..- la corte

-No te preocupes, pronto iba a pasar, sabemos que soy uno de los casos en los cuales ha llegado tarde pero ya he pasado el límite, no podemos ocultarlo más- dije con un suspiro mientras pasaban una esponja mojada por mi cuerpo

ErakionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora