Chapter 2- El alcohol mi nuevo psicólogo

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Quince minutos. Si no hay ningún paciente en urgencias en 15 minutos podré irme. Revisaba las camillas por si los pacientes estaban bien y a la vez miraba la puerta por si entraba alguien.
Tengo ganas de llegar a casa y echarme en el sofá, el único sitio cómodo en el que he estado esta semana fue en el sillón del psicólogo, Juan.

-Paula- me giré y era Berta ¿y esta que quiere ahora? - hola
-Hola
-Sé que no es sitio de preguntártelo pero pasaba por aquí... ¿Quieres ser una dama de honor en la boda? Es que le voy a dar un estilo americano
-Mira Berta, te liaste con mi novio y luego otra vez, bastante es que os miro a la cara porque os habéis reído de mí como habéis querido
-Fue hace mucho
-Hace un año- suspiré- espero que seáis muy felices pero yo no voy a participar en nada relacionado con vuestra boda- fue q hablar pero la interrumpí- y si me disculpas hay gente que después de trabajar 80 horas quiere irse a casa

Cogi un taxi, ni siquiera tenía fuerzas para ir andando, esta semana ha sido agotadora, menos mal que en unos años no será así. No había nadie en casa, en estos meses era normal, Andrea se va mucho con su novio Dani y me alegro por ella.
Me dirigí a la ducha y me preparé una copa. Cuando salí de la ducha cogi una botella de vino y me la bebi.
Puto Hugo y puta Berta, me la han jugado, era mi novio y mi amiga y ahora no tengo ni novio ni amiga. Apenas veía la hora pero me pareció ver que eran las ocho y me fui al psicólogo, le tenía que contar esto a Juan.

-Hola Claudia, siéntate- se me fue un poco la cabeza y le tire unos cuantos bolis, sonreí y los coloque- ¿estás bien?
-Si, estaba cansada del trabajo y me apetecía beber- comencé a reírme y al segundo a llorar-Hoy ha venido la prometida de Hugo a verme al hospital y me ha pedido que sea su dama de honor
-¿Qué le has dicho?
-Que no, se creen que soy tonta-me seque las lágrimas- ¿tienes vino?
-No- suspiró- Claudia si tienes problemas el alcohol no te va a ayudar a que desaparezcan
-¿Y tú sí?-asintió- Hablame de ti
-Estamos aquí por ti no por mi
-Twngo otro problema- me miró- desde Alex no lo he hecho con nadie- se rió
-¿Es una propuesta?
-Tómatelo como quieras
-No puedo juntar el trabajo con mi vida personal
-Que pena- comencé a reírme, saqué del bolso el alcohol que me quedaba, a veces en las guardias bebía para ver el lado positivo. Di un largo trago-¿Quieres?
-No, gracias. Te he dicho que no deberías de beber
-Y yo te he dicho que te acuestes conmigo- suspiré- voy muy borracha
-Esta era mi última consulta, te puedo llevar a casa
-No me acuerdo de donde vivo
-Vamos sal-me agarró del brazo se despidió de la gente y m metió en el coche- vamos a mi casa
-Con que no juntabas los profesional con lo privado- rió

Vivía en un barrio en el que había muchas familias, tranquilo y bonito. Me dio la mano para no caerme y fuimos en el ascensor. Planta 4.
Para mi sorpresa en la planta uno se monta la pareja del año

-Hola- saludaron los dos, seguro que acaban de discutir y lo único que se me ocurrió fue reírme y me miraron- hombre Clau- me dijo Berta
-Clau para las amigas, llámame Claudia- Juan se tapo la boca para no reírse
-Claudia no seas así... Entiendo que no te olvides de Hugo- siguió
-Ya lo he olvidado- les enseñe las manos entrelazadas de Juan y nuestras- lo que no olvido es que me dejasteis en ridículo
-No te dejamos en ridiculo- reprochó Hugo
-Fui la cornuda y siempre creí en ti-tome aire y mire a Juan estaba nervioso- y ahora voy a echar un polvazo- y nos fuimos. Al cerrarse las puertas del ascensor comencé a reírme como una descosida
-¿Has visto sus caras? Que pringados-le mire- oye pero nosotros ya lo hemos dejado
-Claudia no tienes remedio- rió- ¿Quieres que pida unas pizzas?
-Vale- me sente en el sofá- ¿tienes novia? ¿Novio?
-Nada- se sentó a mi lado y llamó al telepizza

Me agarré la cabeza, no aguantaba el dolor ¿para qué beberé? Abrí los ojos y me di cuenta de que esa no era mi habitación. Mire si llevaba la ropa y estaba en ropa interior. Y a mi derecha estaba un tío. He ligado y ni me acuerdo. Fui al baño y me lave la cara y al volver el chico no estaba. Me dirigí a la cocina y ahí estaba mi sexy psicólogo, no me lo puedo creer.

-Buenos días-sonrío- ¿Quieres una pastilla?
-Si- me la tomé- ¿Qué pasó anoche?
-Viniste a la consulta borracha y te desnudaste y casi me obligaste a hacerlo en la mesa y como no había nadie lo hicimos en los sofás de afuera. Fuimos a mi casa y te entraron ganas en el ascensor y lo estábamos haciendo y justo se abrieron las puertas y fueron a entrar Hugo y Berta- estaba poniéndome roja, ayer m me desaté- y luego en casa toda la noche- lo miré asustada- Es broma mujer, te dije que no lo hacía con mis pacientes, simplemente estabas borracha- me contó toda la historia.

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