Buscando sustituto

Chapter 5 Quinceañera

- No sabes las ganas que tengo de volver a estar contigo mientras la pasión nos consume- respiré- y claro ¿Qué contesto? Porque estuvimos a nada y me gustaría acabarlo pero ¿y si se piensa que soy una facilona?-Juan rió
-Pareces una quinceañera-puse los ojos en blanco- por el mensaje que me has leído lo has tenido que dejar con muchas ganas y un calentón lo resuelve con cualquiera pero te quiere a ti
- A lo mejor quiere que sea su muñeca en el hospital
- ¿Te gusta?
-Pues no, solo hay atracción
-Pues entonces que te use da igual, tú vas a hacer lo mismo- en eso tenía razón
-¿Qué contesto?
- Elige cuando quieres que se consuma o algo así- le hice caso y se lo mande
-Muy bien, ahora hablemos de etapa en el instituto
-Fue buena
-Me refiero a si te agobiabas a la hora de estudiar, exámenes... 

Alrededor de una hora y media estuvimos hablando sobre mi etapa escolar, no he tenido problemas nunca pero Juan dice que para entenderme ahora necesita entender mi pasado.
Al acabar me dirigí al hospital, César me dijo que esta semana podíamos quedar, en plan cita. No tengo una cita desde hace tres años casi, pero bueno es simplemente conocerle, en todos los aspectos.

Hoy me tocaba un poco de todo; urgencias, postoperatorios, preoperatorios... ¡De nuevo con Jorge! Al final le he cogido cariño y todo.

La mañana en urgencias se pasó volando, a penas hicimos algo; escayolar a un niño con rotura en el radio, eso fue lo más fuerte.
Después de comer preoperatorios, y Claudia no opera, si es que perezco tonta, hago el trabajo sucio de todo el mundo, pero bueno.
Y finalmente postoperatorios, toca ver a César.

Leía el historial de un paciente cuando alguien me agarró de la cintura y me puso contra su cuerpo, me apartó el pelo y me dio besos en el cuello.
-Hay una sala de descanso vacía- me susurró- no sabes las miles de cosas que tengo previstas hacerte- su mano derecha se dirijo a mi pierna mientras la acariciaba me decia más cosas que sin evitarlo algún gemido se me escapaban- ¿qué me dices?- miré al paciente y estaba dormido. Me di la vuelta y coloqué mis brazos al rededor de su cuello, quedó apoyado contra la pared y lo besé
-¿Te vale esa respuesta?
-La que me vale es tú desnuda en la cama y yo sobre ti

Salí de la habitación agarrando su brazo. Nos fuimos a la sala de descanso. Nos aseguramos de cerrar la puerta.

Y tras hacer todo lo que queríamos ayer y más, caímos rendidos en la cama.

-Ha estado genial- dijo. Yo me estaba recuperando e intentando respirar con normalidad
-Ya lo creo- le acaricie los pectorales, me miró y me dio en beso. Un beso que empezó siendo inocente y acabó poniéndome encima de él para empezar con lo mismo que antes.

Me toque los pechos para asegurarme de que llevaba el sujetador, suspiré y le miré.

-Pasado mañana tengo la noche libre ¿y tú?
-También
-Pues pasado mañana te paso a buscar- me besó y se fue

-¿Por qué crees que mientes tanto?- le preguntó Juan a un paciente mientras yo le interrumpía
-Tengo un problema
- Y yo un paciente-lo señaló- espera a fuera
-Hola soy Miguel-se presentó el paciente yo extrañada hice lo mismo- ves puedo hacerlo sin mentir
-Es un buen avance- miro el reloj sorprendido- bueno Miguel hasta el próximo día -mientras se iba yo me senté en la silla-¿Qué sucede? Teníamos hora luego
-Lo hemos hecho- me miró sorprendido- lo sé, lo he hecho mal porque se lo he puesto muy fácil pero lo necesitaba mucho- abrió la boca para hablar pero no le dejé- y hemos quedado mañana, una cita.