Las diecinueve y una historias.

1- La gran noria

· Reto fanfic: 1- Parque de atracciones. ·

Arribaron a esa enorme jungla de asfalto. Desde el mismo puerto podía divisarse los enormes rascacielos, que como bien indicaba su nombre, poco les faltaba para acariciar las esponjosas y blancas nubes. <<Todas las nubes son de felicidad>> rezaba el lema de la gran ciudad, la capital de la región de Teselia, el nuevo destino de nuestros Dex-Holders.

Esta vez el mundo no peligraba, no estaban allí por ninguna misión que no fuera salir a divertirse y relajarse. Aunque antes, debían llegar aún un poco más lejos de la desmedida ciudad. Red, seguido por su aprendiz: Gold, fue el primero en bajar. Con su mano a modo de visera, contemplaba toda la vasta ciudad que tenía delante de sus ojos. La más grande que había visto, a pesar de sus innumerables viajes, esta ciudad había sido la elegida para sorprenderle a él y a todos sus amigos. Todos se sentían pequeños ante las altas infraestructuras de hormigón, todos sentían demasiado pequeños los pueblos de donde venían: la comparación era demoledora; en otras palabras, unos tenían tantísimo y otros humildes pueblecitos.

Gold, colocado ya a la altura de su amigo de pelo color azabache, también miro tal inmensidad. Emocionado buscaba nuevos rostros, nuevos pokémons, quizá nuevas caras bonitas a las que admirar. Desde luego, eso último era lo que más quería encontrar. Sintió que alguien se apoyaba en su hombro y se reía pícaramente:

-Reza para que Crystal no te encuentre aquí baboseando.- susurró la morena de ojos azules mientras contemplaba divertida la reacción nerviosa de Gold.

Todavía con su traviesa sonrisa, se giró para descubrir el paradero de sus compañeros que se habían quedado cerca de donde el barco los había dejado. Green iba sonriente, pero con su característica tranquilidad. No llevaban mucho equipaje pues estarían poco tiempo; aún así, iba ayudando a Yellow, ayudándola con sus nervios. Ella se encontraba inquieta –a la par de emocionada– porque era la primera vez que veía un paisaje como tal.

Crystal caminaba sonriente, feliz, mirando a todos lados con sus patadas preparadas para capturar nuevos pokemons. Aunque, en cierto modo, sabía que en ese viaje poco podría exprimir su habilidad. El pelirrojo caminaba serio a la vera de Crystal. Iba mirando cómo su hermana, Blue, molestaba a Gold. Esto le produjo una sonrisa y, en Gold, un nerviosismo que, hasta desde allí atrás, se podía notar. De hecho, su compañera peliazul enseguida se dio cuenta: su semblante cambió a uno de curiosidad pues quería conocer porqué Gold se encontraba así de inquieto, luego vio las risas de Blue y encajó las piezas necesarias para saber qué pasaba por la mente del chico con googles sobre su cabeza.

Cruzándose de brazos, fue hasta donde estaban Gold, Red y Blue. Silver la siguió, puesto que sabía que aquello iba a ser algo digno de ver. Green y Yellow, al sentirse abandonados al final de la marcha, también corrieron para alcanzar el grupo de tres que los encabezaba. Al llegar, solo se encontraron a Gold sufriendo un tirón de orejas por parte de Crystal y a esta, en voz baja pero enfadada, dedicarle algunas normas de comportamiento. Blue reía mientras se abrazaba a Silver, a quién también le causaba gracia tal escena. Red volvió de su mundo y se encontró con algo que, al igual que Green y Yellow, no sabía encajar del todo.

-Chica ruidosa...- suspiró Green al ir comprendiendo la travesura de la morena. Se cruzó de brazos.

-Chicos, ¿qué tal si empezamos ya el poco camino que nos queda? Así llegaremos antes con los demás.- sugirió Yellow con cierta timidez- Creo que estar aquí peleándonos solo va a formar una mala imagen de nosotros: los Dex-Holders.

Todos asintieron, la rubia llevaba razón. Red pasó su brazo por los hombros de Yellow y con energética voz indicó que lo siguieran, que ya se iban a poner en marcha. Yellow, mientras tanto, se enrojecía cada vez más, ¡iba junto a Red!