II.

152 7 2
                                    

Comencé a creer que era eso, que simplemente su "primera impresión" había sido muy buena e intenté huir de otras posibilidades. Todo esto se vino abajo cuando comencé a conocerla, no era la típica niña de rosa - Aunque le encanta ese color. No era la "Barbie Girl" prototipo, ni la típica chica falsa que va por ahí repitiendo que cree en el amor sólo para conseguir sexo, era de verdad algo distinto, algo nuevo para mí, algo que me dejó totalmente engatusado.

Me gustaba, y me gustaba mucho, no es difícil que alguien logre atraerme, pero esas ganas de querer estar con esa persona tan sólo escuchando lo que dice, escuchando su voz -¡Diablos, qué linda es su voz! No es algo que suceda a menudo, al menos no a mí.

Pero no todo es tan fácil como parece, esa chica a la cual yo veía como un diamante entre piedras no había nacido distinta, la vida ya le había demostrado qué tan cruel podía ser y eso fue lo que la volvió aquel ser divergente que me tenía tan aturdido, sin embargo esto no sólo cambió su forma de pensar, también su forma de querer, tanto que ni siquiera el día de hoy sé si alguna vez me quiso.

La Luna Negra. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora