Mi arquero (Daryl y tu [PAUSADA])

Es mi fin

Capítulo 2

Me encuentro en el bosque buscando a mi hermana Sofía estoy muy cansada no tengo comida, agua ni mucho menos municiones solo mi pequeña hacha y dos cuchillos que traigo escondida en mis botas, mi arma ya no tiene balas y necesito encontrar un refugio donde pasar la noche ya me canse de estar en el bosque atada en un árbol con miedo a caerme y que los podridos me coman.

Empecé a caminar, el sol ya estaba por ocultarse a lo lejos visualice una pequeña cabaña así que empecé a correr. Al llegar a esa cabaña lo primero que hice fue asegurarme que estaba vacía, entre con mi hacha en alto por cualquier cosa empeze a buscar cualquier anormalidad pero nada todo estaba bien en su lugar, me acerque a la cocina empecé a buscar en las a lacenas comida y bingo encontré una latas de atún y una botella de agua, que se encontraban con un poco de polvo a lo cual yo los limpie pasándolo por mi ropa, ya que esta estaba igual de sucia que yo. Hace mucho tiempo que no he tenido un buen baño y mi cabello creo que ya está duro de tanta mugre, pero da lo mismo a quien le importa la apariencia ahora.

Tome mi cuchillo, abrí la lata de atún con él y empecé a comer como si nunca hubiese probado bocado, se sentía tan bien tener algo en mi estómago, así ya no estaría tan débil para seguir mi camino y encontrar a mi hermana, la sigo buscando desde que esa horda nos encontró en aquella cabaña.

 FlashBack  

 - _____, _____!! Levántate, levántate – dijo mi hermana, esta me movía de un lado a otro -.

- Que es lo que pasa Sofía, porque esos gritos – dije tallándome los ojos por el sol que me lastimaba.-

- Es solo que tengo hambre y tú tienes la comida por eso te desperté ____. –

- Mmm... ya veo no te preocupes hermanita –dije parándome de la cama.-

Tome mi mochila que había guardado debajo de la cama por si algo pasaba

- Así que hay la metiste he –dijo cruzando se de brazos haciendo una pose graciosa.-

- Si hermanita porque –

- Porque?... porque lo estuve buscando por toda la casa y resulta que estabas durmiendo de bajo de ellas. –dijo un poco molesta. –

- Ya Sofía no es para tanto –dije dándole una lata de sopa lo cual ella acepto.-

Bajamos las escaleras de esa pequeña cabaña y nos dirigimos a la sala, Sofía se fue a la cocina a comer yo me dirigí a uno de los sillones y me senté. En ese momento empecé a escuchar gruñidos, me levante lo más rápido que pude del sillón y me acerque a una de las ventanas, a lo lejos pude ver a una horda de podridos eran por lo menos como 20 o 25 de ellos. Tome de las manos a mi hermana sacándola por la puerta trasera sin hacer mucho ruido.

- Escucha Sofía, una gran horda de podridos se acercan dirígete al bosque –dije señalando hacia ahí. y no dejes que te vean, si te cruzas con uno de ellos ya sabes que hacer –dije ahora entregándole su cuchillo a lo que ella solo asintió.

- Y que pasara contigo.-dijo preocupada-

- Yo estaré bien, te encontrare de nuevo en el bosque, ahora vete que ya se están acercando. Los distraeré.-dije sacándola de la puerta viendo cómo se iba corriendo.

Después de que Sofía se fuera y se perdiera en el bosque, yo igual lo hice pero en dirección contraria llamando la atención de los podridos, los cuales se dieron cuenta de mi presencia, comenzando a seguirme. Lo bueno era que yo iba más adelantada que ellos vi un gran árbol y como pude comencé a escalarlo, no tuve dificultad en hacerlo ya que antes de todo esto escalaba montañas '"fu más que pan comido"-dije entre mi misma. Me quede sentada en aquel árbol viendo como pasaban aquellas cosas.

Baje del árbol y comencé a caminar en dirección a donde se había ido Sofía, me dispuse a seguir sus huellas ya que mi padre me enseño a rastrear y cazar así que las empecé a seguir de pronto mucha huellas se hicieron presente estas eran de los podridos, seguí caminando y me encontré su collar preferido, me agache a tomarlo y sin darme cuenta una lagrima recorrió por mi mejilla, no sabía si ella estaba viva o muerta de una u otra forma tenía que buscarla, ya que su rastro se había perdido con el de los podridos confundiéndome y sin saber a dónde dirigirme.

Fin flashback.

Después de terminar de comer ese atún me fui a una de las habitaciones que se encontraban en la casa, abrí la puerta y esta me dejo ver una cama algo desordenada, me hacer que a ella y me tire en sima sin importarme nada más que descansar. Quede en un profundo sueño, que término despertándome unos ruidos que se escuchaban a fuera de la casa ya Hera de día, Salí del cuarto sin hacer el menor ruido, tome mis cosas que había dejado en la sala, tome mi mini hacha sin antes dejar bien acomodado mi cuchillo por si perdía mi hacha.

Salí por una de las ventanas de atrás pero en eso se atora mi pie haciendo que caiga y unos 5 podridos se den cuenta de mi presencia, como pude me levante recogiendo mi hacha el cual había caído, comencé a correr sin dirección, pero otros 3 podridos me toman por sorpresa enfrente, los otros ya se estaban acercando, así que era "luchar o Morir". –no estoy lista para morir ahora.-dije para mí misma agarrando fuerte el hacha clavándoselo en la cabeza del primer muerto. Sentía como la adrenalina comenzaba a recorrer mi cuerpo y sin pensarlo más mate a los otros dos restantes, me di la vuelta y vi que los otros muertos ya estaban demasiado cerca, empuje al primero sacándolo de mi alcance tome mi hacha y se los empecé a clavar 1...2...3... antes de llegar al cuarto retrocedí un poco, pero no me di cuenta que había una piedra esta hiso que callera al suelo torciéndome el tobillo dando un pequeño grito de dolor, intente pararme pero fue inútil el dolor era más fuerte que yo, ya que no me dejaba ni siquiera pararme, los dos últimos podridos se abalanzaron contra mi dejando caer todo su peso, mi hacha estaba a un lado pero no lo podía alcanzar este era mi fin los malditos tendrían mi piel de una buena vez, ya no me quedaban fuerzas y mi agarre comenzó a ceder sentía su respiración tan cerca de mí que solo decidí serrar los ojos y esperar mi muerte, pero no fue hacia un sonido de bala se escuchó dejando a lo podridos inmóviles y llenándome a mí con su apestosa sangre.