Sonrió como una imbécil, me fijó en el gran reloj del comedor y veo que són las ocho y media. Subo corriendo a la habitación y me meto en la ducha.
Me doy una relajante ducha y salgo enrollando una toalla en mi cuerpo, me peino y pican a la puerta.
Jesús: Jane, puedo pasar? -pregunta tocando la puerta-
Jane: Si pasa -entra y me acabo de desenredar el pelo-
Jesús: A donde vas? -cierra la puerta y se apoya en la pared cruzado de brazos-
Jane: Eh quedado -contestó convencida-
Jesús: Dani se va a enfadar -suspira y me rio- Va enserio, se cabreará -me advierte-
Jane: Jesús eh quedado con tu hermano -le tocó la cara y salgo de el lavabo-
Jesús: A pues entonces no se enfadará -se estira en la cama y yo abro el armario-
Jane: Que me pongo? -le preguntó, mientras observo la cantidad de ropa que hay dentro-
Jesús: mm...a ver -se levanta y se acerca- Te puedes poner esa camiseta negra y la falda esa.
Jane: Me gusta -sonrie y saco la ropa del armario, agarro un conjunto de ropa interior y voy hacia el baño, me lo pongo y salgo-
Jesús: Y para que habeis quedado? -agarró un collar senzillo y una pulsera a conjunto y me lo pongo-
Jane: No lo se. Y de zapatos que me pongo?
Jesus: Estos -señala unos de tacon-
Jane: Esta bien te hare caso
Me comienzo a vestir con la respectiva ropa que hemos elegido. Que se basa en una falda de botones granate una camiseta con los hombros descubiertos negra y unos calzetines altos.
Jesús: Yo pienso que estas perfecta -me mira de arriba a bajo y sonrió avergonzada-
Jane: Bueno, normalita -le corrijo- Que hora es?
Jesús: Las diez menos cuarto
Jane: Dios que tarde -me agachó de golpe a por los zapatos y al levantarme siento un gran dolor de cabeza- Jesús -me tambaleó- Creo que me estoy mareando -notó que me caigo hacia atras y el viene corriendo-
Jesús: Jane, Jane
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