Cincuenta sombras de rosa (p2)

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Albert miró a Pablo dando un par de pasos hacia atrás para acercarse a la puerta, dejando a penas la cabeza asomada en el extraño cuarto.

-¿Crees que es un fantasma?

Pablo se giró para mirar a Albert con cara de confusión.

-¿Cómo va a ser un fantasma, pedazo de bruto?

En ese momento, el ruido volvió a invadir la extraña habitación. El diputado podemita volvió a su posición inicial pasando la vista por cada centímetro del cuarto, hasta que sus ojos se posaron en el armario que coronaba una de las esquinas. Su puerta estaba sospechosamente entreabierta.
Pablo se acercó con total lentitud y, acercando la mano al pomo del mueble a una velocidad digna de un caracol, acabó por agarrarlo y dar un tirón para dejar al descubierto el intruso.

-Anda. Pues sí que era un fantasma.

Comentó el morado fijando la vista en los ojos verdes que le miraban desde dentro del armario.

-¿Cómo?

Albert caminó hasta situarse junto a Pablo y, al ver aquella escena, no pudo reprimir una carcajada, la cual trató de ahogar mordiendo el cuello de su camisa.

-Abascal... ¿Vas a salir ya del armario?

Preguntó Iglesias soltando la puerta sorprendido de sí mismo por haber hecho esa pregunta en voz alta, mientras el catalán seguía muriéndose de la risa a sus espaldas.

-Bueno. Ya está bien de cachondeitos.

Dijo el orgulloso español saliendo del mueble y sacudiendo su camisa de cuadros con dos banderitas de España cruzadas coronado la esquina de su pecho.
De golpe, un silencio incómodo inundó la habitación cuando las risas de Albert cesaron. Santi miró a su alrededor y dio un respingo averigüando el motivo de las miraditas divertidas de los dos hombres que tenía ante él.

-¿¡Qué!? ¿Estáis pensando que esta habitación es cosa mía? No, no, no. Yo solo quería entrar al congreso, y me colé por esa ventanita, pero empezó a nevar y no pude salir y esa puerta estaba cerrada y vosotr...

-Calla, calla. Ya lo pillo, ya lo pillo.

Dijo Pablo interrumpiendo la excusa de Santi.

-Será mejor que nos marchemos.

Añadió Albert empezando a caminar hacia la puerta seguido de Pablo y Abascal.
Al salir, Pablo cerró la habitación con un par de vueltas a la llave.

-Esto se lo explicas tú a Patxi.

Dijo Pablo refiriéndose claramente al intruso del armario.

-¿Explicarme el qué?

Dijo una voz conocida a su espalda. Pillados.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2016 ⏰

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