Capitulo 2 Katherine.

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-¡Scarlett!- grito Katherine entusiasmada, ¿no se olvidaría mi cumpleaños?
Ya deja de pensar en ti Scarlett, a nadie le importa.
-Oye... ¿recuerdas que te dije que hoy tenía un compromiso?-. Oh vaya que lo recordaba.

-Si, ¿que hay con eso?- dije un poco confundida.

-Bueno, pues resulta que se cancelo a última hora, ¿que genial no? Ahora podemos salir sin preocupaciones, ¿Sabes?, desde hace un tiempo he tenido una idea en la cabeza de que quiero un smoothie de Starbucks, tal vez podríamos ir y charlar un poco y después vamos al centro comercial o no se, ¿tú que dices?- me dice con un sonrisa y las cejas levantadas, puedo notar que se ha pintado los labios de un color rosado maté que resaltaban el contorno de sus labios y también se delineo los ojos como siempre suele hacerlo.
A Katherine siempre le ha gustado hablar mucho desde que tengo memoria.

-Me parece perfecto- le digo dedicándole con una sonrisa sincera, me parece bastante buena la idea de pasar mi cumpleaños con mi mejor amiga aunque ella no recuerde que es mi cumpleaños, o tal vez si lo recuerde, Pero tal vez...
¡Ya vasta Scarlett deja de pensar en ti! La verdad es que me heria mucho que nadie recordara mi cumpleaños... Ni siquiera mi propia madre, pero aún tenia esperanzas apenas había comenzado el día.

-Bien, ¿podrías pasar por mi?- me pregunta con las cejas levantadas.

-Claro, ¿estarás en tu casa verdad?- le pregunto ya que se la vivía en las calles de Amsterdan.

-Si, pasa por mi a las 8:00- me dice guiñándome el ojo girando un poco sus pies y su torso a la dirección opuesta a mi cuerpo.

-Esta bien, nos vemos luego que se me hace tarde para la clase del profesor Smith- le dije imitando su movimiento.

le di la espalda para llegar a la clase del profesor Smith, el me impartía biología su clase era tan aburrida que...

-¡Scarlett!- dice una voz sacándome de mis pensamientos al girar un poco mi cuerpo para ver quien era, vi que era Katherine gritándome 5 metros mas lejos de yo- ¡Y vístete guapa, tal vez vayamos a algún antro!- dijo con una sonrisa picara, yo asentí con una sonrisa y seguí mi camino.

Y como decía... La clase del profesor Smith era tan aburrida, que ya me había quedado varias veces dormida ¡y el no se daba cuenta! ¿qué genial no? Pero también era muy molesto, siempre me llamaba por mi apellido ¿acaso no se sabía mi nombre? Bueno, el punto es que odio su clase.

Entre al salón, y por suerte, el profesor no había llegado, sentí un gran alivio porque había llegado 5 minutos tarde, recuerdo la primera y ultima vez que llegue tarde a su clase y el por supuesto se encontraba muy enojado, me paso frente toda la clase y me obligo a escribir en el pizarrón "no volveré a llegar tarde" hasta que se llenara de esa frase todo el pizarrón, después de eso pensé que me dejaría en paz pero no me dejo entrar a su clase. Desde ese día no he vuelto a llegar tarde.

Me senté en uno de los pupitres y colgué mi bolso en el respaldo de la silla. Casi todos los de la clase habían llegado, solo tres asientos estaban vacíos.

Mientras comenzaba la clase, pase hasta la última hoja de mi libreta y comenzé a dibujar cualquier cosa que se me viniera a la mente. Empezaba a dolerme la mano ya que llevaba un rato haciendo eso, levante a la mirada y me encontré con unos ojos lindos verdes y una sonrisa encantadora. Jayden Connor  El era alto, tenía el cabello castaño, traía puesta una camisa color vino que se ajustaba a su cuerpo, unos pantalones de mezclilla, el era muy guapo, tenía que admitirlo. Tenía tanto tiempo observándolo que creo que se dio cuenta, hicimos contacto visual por un momento, el me sonrió, sus dientes eran blancos, sus labios eran carnosos que creo que cualquier chica se derretiría por un beso de el, pero yo no, aclarando. Yo también le sonreí pero al sentir mi rostro tan caliente, pude suponer que me había sonrojado y baje mi mirada de inmediato a mi cuaderno de nuevo.

Seguido de Jayden entro el profesor Smith.

-Muy bien jóvenes, saquen su libro en la página 36, el ejercicio esta fácil jóvenes, es sobre lo que vimos ayer-. ¡No puede ser joder! ¡¿Que vimos ayer?! ¡Aghr!

7 horas después...

Estaba en la salida de la universidad esperando a Katherine, como siempre, ¿que tanto haría esa chica para tardarse tanto?

-Hola- dijo una voz a mis espaldas tocándome suavemente el hombro, por su tono de voz supuse que era un muchacho. Cuando me gire para ver quien era, era nada mas y nada menos que Jayden mirándome con sus ojos verdes y una linda sonrisa, al mirarlo no pude evitar sonreír.

-Hola- le dije sonriendo.

-Pues... am... me dijeron que
esta noche ibas a...

-¡Salir conmigo! Si, eso iban a hacer- dijo Katherine interrumpiendo a Jayden con los ojos bien abiertos.

-No, de hecho yo iba a decir que...

-¡Jayden! ¿Me podrías pasar los apuntes de la clase de Español?- dice Katherine y lo jala lejos de mi vista.

-bueno, de todos modos ya me iba...- dije en tono de susurro.

Saque las llaves de mi auto de la bolsa para después abrirlo, me senté en el asiento del conductor y acelere para llegar a mi casa, durante el camino de McFarland a mi casa fue tranquilo, no había cambiado mucho desde la mañana, el mismo camino, el mismo paisaje, sólo que ahora había más autos y más sol.

Después de 15 minutos, llegue a casa, y baje del auto, puede apreciar que ya no hacía tanto frío como en la mañana, al parecer la mujer que daba el pronóstico se equivoco porque incluso hacía un poco de calor, pero el clima estaba templado. Camine hasta la entrada y saque las llaves de mi casa del bolso, introduje la llave en la chapa y la giré, la puerta se abrió y quite la llave, entré a mi casa esperando que mi madre me diera un abrazó como siempre, pero me encontré con una nota en la mesita de centró.

Scarlett, tuve que salir por cuestiones de trabajó, dentro de un mes estaré ahí de vuelta contigo, hay comida en el refrigerador y te deje dinero en la caja fuerte, si necesitas algo sólo llámame, no hagas cosas malas.

Atte: Mamá.

Oh, genial, ahora pasare un mes sola sin nada que hacer... Mi madre es una mujer buena, si, pero ella siempre trabaja mucho para "darme lo que quiero" pero ella no entiende que lo único que necesito es a ella, conmigo. Aveces siento que no tengo padres...

Tomé mi teléfono y llamé a mamá para confirmar lo que decía la nota.

Primer tono...

Segundo tono...

-¿Hola?- dijo mi madre al otro lado de la línea.

-Mamá, ¿tu dejaste esa nota? ¿Donde estás?- dije en un tono preocupante.

-Si Scarlett, estoy en Japón, ya sabes es un viaje de negocios, perdón por no decírtelo antes pero fue un viaje de último momento, ni siquiera yo sabía...-dio un suspiro- regresare en un mes ¿okay?-dijo esperando mi respuesta

-Ya que...

-¡Oh! Y Scarlett...- dijo como si se hubiera acordado de algo

-¿Si?

-Alimenta a Milo por favor- dijo. Milo era mi perro, lo tenia desde que era pequeña, lo amaba demasiado, el era un Cocker Spaniel color Café claro.

-Sí.

-Y... Scarlett Te quiero mucho, nunca lo olvides.

-yo igual.

-Nos vemos en un mes ¿vale?

-Vale, adiós.

*Colgué*

Mire a la puerta del patio.

Hora de hacer lo que mi madre nunca me dejo... Meter a Milo a la casa

Camine hacía la puerta del patio y la abrí, Milo entró casi corriendo moviendo la colita y con la lengua afuera.

-¡Hola Milo! ¿Como ha estado ese perrito?- Milo se alboroto aún más brincando para alcanzarme.

Fui hacía la sala y el me siguió, bueno al menos no estaba del todo sola.

Me pregunto que quería decirme Jayden que Katherine no lo dejo.

El Misterio De Katherine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora