Picándote los dedos

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Desde que  Yamaguchi consiguió el papel de Tsuksihima para darle un regalo en la fiesta de Navidad sus emociones iban desde sentirse contento a entusiasmado y al mismo tiempo preocupado por darle un presente al rubio, ya que pensó en algo pequeño pero no simple, que lo use todo el tiempo y vaya acorde a su personalidad y que sea capaz de ponerlo feliz al recordar quien se lo había dado pero, ¿que podría ser?

Al día siguiente después de la practica Yams decidió salir a la cuidad en busca de ese regalo perfecto y no pensó en mejor lugar que el centro comercial de la ciudad donde podría encontrar artículos tecnológicos a precio moderado y obviamente que al rubio de lentes le gustaría.

De repente recordó que hace un par de semanas ambos pasaron por una tienda de música y vieron un nuevos par de audífonos que al rubio parecieron gustarle, con lo difícil que era saber cuando algo le gustaba o no por lo que... Eran perfectos.

Anteriormente el pecoso había sacado sus ahorros que sumaban alrededor de unos 5000 yenes, los cargo todo el día en su mochila cuidando de que no se extraviaran o gastarlos en algo, a la salida logro evitar volver a casa con el rubio que siempre lo esperaba con una excusa algo tonta pero ni modo. De repente ahí estaba frente a ese par de audífonos blancos con bordes platino de aquella tienda, eran tan ligeros y brillantes que en lo único que pensaba Tadashi al verlos era en lo feliz que se pondría Tsukki por tenerlos, por lo que Yamaguchi sabia que no habría regalo un mejor que ese par de audífonos... al parecer todo iba perfecto en su cabeza imaginándose como se lo daría, que cara podría al abrir su obsequio en fin. Todo una fantasía que pasaba por su cabeza en ese momento.

Claro que llegaría el momento en el que Yamaguchi bajaría de esas nubes al escuchar precio de esos audífonos

- Pues serian unos 10.000 Yenes

- Pe-pero que... en la-la estantería decía que tenia precio de oferta

- Pues ese el precio oferta señor

- Es-Esta loco ¿10.000 Yenes por un par de audífonos?

- Señor es el precio de la tienda

- Ehmm... Bueno. Lo siento...  Ehmm

- No se preocupe... En todo caso pago en efectivo o tarjeta de crédito.

- Ehn No, no los llevare por ahora...

- Esta bien... siguiente.

Sin duda alguna Tadashi sabia que no seria fácil conseguir ver a Tsukki feliz
con esos audífonos pero no imagino que esa razón seria el precio de los mismos por que se sentó en un lugar cercano a la tienda lamentándose por no tener el dinero suficiente sumergiéndose en sus pensamiento cuando de repente alguien que apareció frente a el.

-Oh... Yamaguchi ¿Que haces aquí?

-Kageyama-Kun... Ehm pues... pensaba en comprar algo pero no tenia el dinero suficiente

Tobio noto que el pecoso se sumergía de nuevo en sus pensamiento al no poder comprar lo que busca por lo que sonrió y con su mano lo sacó de su mundo diciendo

-Eh pues sabes... es tu día de suerte

- ¿Eh? ¿Por que lo dices?

- Te comprare lo que necesitas

- E-es enserio gracias Kageyama-Kun

- No me lo deberías agradecérmelo...

Yams se levanto de inmediato emocionado para llevar al pelinegro de nuevo a la tienda pero conforme caminaba una nueva duda acompañada de una creciente curiosidad aparecieron en su cabeza.

-Eh pero... ¿por qué haces esto?

- Es por Hinata, el... diablos. Exclamó el te tiene para el intercambio de regalos y me pidió que busque algo para ti y lo discutiremos esta noche cuando vaya a su casa.

- Oh ya veo... Espera, ¿Dijiste que iras la casa de Hinata esta noche?

- Es- es pa-para practicar yo-yo no tengo nada con ese idiota, no pienses cosas mas allá Yamaguchi.

-Yo no mencione nada mas Kageyama-Kun solo me pareció curioso considerando que es día de escuela y bueno tú sabes

Después de ese vergonzoso y revelador momento Yamaguchi convenció a Kageyama en usar el dinero de Hinata para comprar el par de audífonos y entre los dos reunieron el dinero suficiente para los audífonos obviamente el pecoso no le dijo que serian para Tsukishima y el azabache le hizo prometer que fingiría sorpresa al recibirlos de ese modo Tobio se llevaría todo el crédito por ayudar al pequeńo pelirrojo.

Por otro lado Yamaguchi ya tenia lo que quería y aunque se quedaría sin regalo de Navidad no le importaba ya que vería feliz a Tsukki y con eso le bastaba. Pero la tranquilidad le duró poco ya que sentía que el regalo 100% personal o que le faltaba un toque más íntimo y al pasar por una tienda de tejidos pensó "Nunca he visto a Tsukki usar una bufanda siempre termino prestándole la mía y en cada invierno de camino a la escuela hasta que yo llegue soporta el frío ya que considera a la bufanda como un accesorio incómodo y molesto" por lo que en su cabeza se le ocurrió otro idea.

"Eso es le tejeré una bufanda" y aunque  le parecía algo extraño ya que pensaba que tejer era cosa de abuelas seria una manera de darle un doble regalo y con lo que resta de invierno le serviría mucho, y aparte tendría un nuevo par de audífonos para escuchar música. Por lo que entro a aquella tienda y con un poco de vergüenza compro un par de estambres de muchas tonalidades de rojo que eran el color favorito del rubio y un manual de principiantes para tejer.

Esa misma noche Yamaguchi se sorprendió de lo fácil que resulto tejer una bufanda, claro si no tomaba en cuenta veces que tuvo que deshilar una y otra vez notaba ya estaba tomando forma de bufanda después de muchas horas de practica y aunque sabía lo tedioso además del tiempo que aun le tomara acabarla en su cabeza construía una imagen mental acerca de lo feliz que se pondría Tsukki por tener un doble regalo fantasía que duraba unos segundos ya que tenía que volver a concentrarse en el tejido porque con las agujas  ya le habían picado los dedos varías veces mientras practicaba.

Esa misma noche Yamaguchi se sorprendió de lo fácil que resulto tejer una bufanda, claro si no tomaba en cuenta veces que tuvo que deshilar una y otra vez notaba ya estaba tomando forma de bufanda después de muchas horas de practica y aunque sabía...

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El hermano de TsukkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora