No hay nada mejor que un buen sexo toda la maldita tarde.

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Christian.


Después de una tarde de mierda tengo a Elaine para poder relajarme un poco le dije que nos viéramos en un hotel cerca de su trabajo ya que ella en este momento no puede ir a su departamento a tener sexo porque su compañera de piso llevó a su novio a vivir con ellas, está es la segunda vez que quedamos en vernos, pero nadie me saca de la cabeza esos labios que me hubiera encantado haberlos probado tan solo un instante pero no justo cuando Ethan un viejo amigo de la escuela me dijo, que quería que viera a unas personas, cuando termine de hablar con ellos volví pero no estaba pareciera como si se hubiese evaporado en el aire ya no estaba pero si estaba su máscara que traía dios si tan sólo la hubiera besado ese día todo esto no estaría pasando.

—¿Listo para lo que te espera? —pregunta Elaine.

—Yo estoy listo tú estás lista.

—Ahhh, no dejes de hacer eso sigue —vaya esta chica si que sabe hacer una buena... —, sigue, sigue no dudes entra hasta el fondo, si así justo ahí, no pares —digo con los dientes apretados.

—Detente, me voy a correr, recuéstate —ella hace lo que yo le digo y antes de que ella se acode la embisto duro y agresivo—. Es aquí donde quiero correrme, y si que estas húmeda.

—AHHH —gime ella, con eso hace que mis movimientos sean más rápidos sin demora—, Ahh, Ahh.

Vaya esta mujer si le gusta lo duro, fuerte y erecto. Ahora es mi turno de molestarla, salgo de repente de ella y pongo mi boca la altura de su cintura, veamos cuánto dura con esto.

—¿Porque te detienes? Vamos sigue adentro estabas perfectamente ahí...

No la dejo que termine de hablar por qué no aguanto más, empiezo a lamer despacio, lento recorro de abajo hacia arriba, su lindo flor de loto, esto lo hago lento de repente siento su punto y llevo mi dedo pulgar a esa parte de su lindo culo.

—Vamos regre... Ahh, Ahh —si justo lo que quería, no me interesa una charal con ella sino su cuerpo, lo que ella puede darme con el simple hecho de estarle dándole el mayor de los placeres—. Si, Mmm, Ahhh, humm —siento como esta apunto de correrse entonces me detengo y la volteo, al punto en cuatro y meto mi pene ansioso por este momento me empiezo a mover rápido sin pensar en si tengo o no, de ser cuidadoso con ella ahora vaya, sí que lo necesitaba me derramó dentro de ella con la ultima embestida, no salgo sino hasta que me quedo completamente vacío. Sigo con esto unas tres veces más hasta que de repente escucho cómo entra un mensaje en el celular. Ahora que carajos quieren, Elaine no para de moverse mientras yo agarro el celular para revisar que quieren estos inútiles.

Christian soy Rose necesito que cheques unos balances cuando tengas el resultado me marcas algo, no anda bien en los balances con los Clark por favor me estoy preocupando.

—Elaine, espera un segundo déjame veo algo —digo, detenido con mis manos su cadera, me levanto saco de mi portafolio mi ordenador portátil y checo lo que me dice Rose en el mensaje.

—Cris puedes tan solo un momento dejar el trabajo de lado —dice ella desde la cama.

—Dame un segundo y ya vuelvo contigo —digo poniendo una mano en mi barbilla, reviso todo y es entonces dónde encuentro que es lo que pasó, se hizo un retiro de la cuenta de 2 millones 500, agarro el celular y le marcó a Rose ella contesta al segundo timbre —Rose averigua por qué se hizo ese retiro y después —de repente ya no veo la pantalla, sino un perfecto cuerpo abierto de piernas en la mesa.

—Ya me adelanté —veo cómo agarra mi pene ya erecto Elaine y los posiciona en la entrada de su vagina—, y me dijo que en una hora...

De repente siento como se deja caer sombre mi pene, siento como es apretado mi pene por sus paredes vaginales.

—Mmm... de acuerdo también dile a Andrea que me deje para después y tener una reunión con los Clark... —Elaine se empieza a mover sin cesar se mueve para adelante y atrás, después arriba y abajo y lo repite varias veces—. Otra cosas dile a Welch que me diga algo en dos horas voy a estar ocupado —digo esto último y cuelgo la llamada—. Entonces quieres jugar así.

—Mmmm... —murmura sin dejar de moverse—. Qué dices atrás al juego —dudando dice mientras ella hace que mi pene se hunde más en ella—. O si lo prefieres estás afuera —entonces ella se levanta dejándome sin la grata sensación de su húmeda y apretada vagina—. Esto es muy fácil.

Antes de que ella pueda levantarse del todo la agarro de las cintura y la bajó de golpe.

—Elaine crees... —digo, besando su cuello— que... —bajo a su pecho—, despreciaría esta —digo agarrando una tetilla con mis dientes y jalándola con ellos— ocasión que has provocado. Ehh —le digo levantando una ceja.

—Entonces Grey ¿que espera?, a que se lo pida de rodillas.

—No, de rodillas no pero si en esta poción —entonces la hago que se levante un poco y la suelto para que caiga otra vez.

—Entonces en ese caso déjeme te digo una cosa —dice ella acomodando sus rodillas en las orillas de la silla—. Estoy encantada de hacerlo.

Una noche puede cambiar la vida para siempre #PremiosObsecionGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora