Mientras Itami y Julie volvían a casa una intempestiva lluvia comenzó a caer sobre ellos e Itami sonreía al igual que Julie.
- Como si el día pudiera ser más perfecto jaja
- ¿Por qué lo dices?
- Porque primero logro probar tus delicados labios y parece que el universo quiere que sea más feliz dejando caer lluvia, es que amo los días lluviosos
Julie comenzó a reír de manera gustosa, feliz.
- Entonces es otra cosa que tenemos en común, me encantan los días de lluvia
- Si ese es el caso me gustaría hacer algo
- ¿Qué cosa?
- Esto
Itami tomo de la cintura a Julie de manera delicada casi con miedo como si pudiera romperse con el más mínimo contacto, acercó sus labios lentamente a los de ella sin miedo, con una expresión de confianza absoluta, antes de poder tocar sus labios sintió los brazos de Julie que le rodearon el cuello como aceptando el inminente beso que venía y cerrando los ojos ella le ofreció sus rosados labios a lo cual Itami quiso detener el tiempo para capturar esa imagen de por vida en su mente. Un beso dulce, tierno y lleno de calidez los inundo al punto de sonrojarse, el mundo parecía girar vertiginosamente en la mente de ambos y al mismo tiempo parecía que el tiempo se había esfumado dejándolos atrapados en ese delicado beso, en ese hermoso momento.
Separando sus rostros y viéndose a los ojos fijamente, sonrieron sabiendo que no sería el último ni mucho menos el más bello.
- Tal vez pienses que soy un cursi pero siempre había soñado con hacer algo así
- Jaja eres una niña de 12 años
- Pues esta niña de apenas 12 años es la más feliz de este mundo jaja
- ¿Cómo es que lo logras?
- ¿Qué cosa?
- Tus bromas, no son solo divertidas también son tiernas
- Tiene mucho que ver a quién van dirigidas
- Me gustaría escuchar más de esas bromas
- Y a mí me gustaría que estuvieras aquí para seguirlas escuchando
- Sin duda
No importo la hora ni la noche para decidir caminar hasta llegar a casa, el objetivo era hacer que el día pudiera durar todo lo que se les permitiera, en silencio caminaban con paso lento.
No había necesidad de palabras, sus rostros expresaban todo, estaban felices, disfrutando de su compañía, de la noche, de la lluvia, de la aun fresca sensación de sus labios tocándose.
Al llegar a casa de Julie, no dejaban de sonreír y aunque ellos quisieran que la noche fuera eterna tenían que dejarse ir.
- No tengo palabras para agradecer el día que pase contigo, gracias Julie hace mucho tiempo que no sonreía de esta manera
- Al igual que yo
- Entonces me voy
- ¿Nos vemos mañana?
- Sin duda
- Adiós
- Adiós
Por instinto sus labios se buscaron mutuamente para compartir el último beso del día que tenía un sabor agridulce porque sabían que sería el último de ese maravilloso día pero también que no sería el último de sus vidas.
Itami sentía ganas de caminar, correr, volar si era posible, su felicidad no cabía en su pecho y se notaba por la sonrisa que nadie le podría borrar y mucho menos opacar.
En casa Itami recorría la misma rutina nocturna, cocinar, comer, ducharse e ir a dormir sin antes pasar unos momentos con su mascota Logan.
- Hola amigo, ¿Cómo estás? Yo también te extrañe, sabes, hoy pase un día extraordinario
Logan sentado frente a Itami con la mirada fija en el como si estuviera fascinado por lo que escuchaba.
- Recuerdas que te conté de Julie, pues hoy salí con ella y no vas a creer lo que paso, nos besamos al fin, no puedo describirlo amigo, de verdad que no puedo, es como si me llevara a 100 metros sobre la tierra y me dejara caer de golpe hasta casi tocar el suelo, es tanta emoción que no puedo con ella, creía que algo se rompería en mi interior por tanta adrenalina, bueno amigo, me iré a dormir y tú también deberías, nos vemos mañana
En su cama y con la vista fija hacia el cielo que se asomaba por su ventana, su mente recreaba todo los eventos que lo llevaban al éxtasis que sentía, cerraba sus ojos para ver una y otra vez la imagen de Julie frente a él y esperando sus labios. Esa imagen lleno su mente y su cuerpo por completo hasta caer vencido por el sueño.
Al mismo tiempo Julie en su cama no podía dormir pensando en Itami.
- No puedo creer que lo pude besar, por mucho tiempo lo imagine pero él se encargó de que mi imaginación no fuera suficiente para describir la perfección de la realidad.
Abrazando su almohada con fuerza, con Itami en su mente también se dejó vencer por el sueño.
Cuando Itami comenzó a soñar, esta vez parecía un sueño diferente al que siempre abordaba su mente.
Esta vez los arboles del camino no eran verdes, estaban llenos de colores y dejando caer sus hojas al ritmo del viento, un espectáculo sin igual. Al final del camino un verde prado con una figura sobre él. Corriendo con todas las fuerzas posibles emprendió el camino para alcanzar aquella figura que mientras más se acercaba parecía ofrecerle su mano. Antes de alcanzarla puede ver que esa figura no es otra que la de Julie y corriendo con aun más fuerza no toma su mano sino que se lanza a sus brazos.
El impacto hace que los dos caigan sobre el césped, ella de espaldas y el sobre ella. Con lágrimas en los ojos Itami no deja de besar sus mejillas y solo se detiene para decirle.
- Gracias por aparecer en mi vida, prometo siempre estar aquí para ti
Por fin Itami despierta y se da cuenta que tiene lágrimas en los ojos otra vez pero esta vez al sentirlas en lugar de preguntarse el porqué de estas, una sonrisa se dibuja sobre su rostro. Enseguida comienza a hablar consigo mismo.
- Levántate Itami que llegaras tarde, vamos, vamos, vamos
Después de la rutina matutina de todos los días Itami sale de su casa no sin antes despedirse de Logan.
En el camino se encuentran Julie e Itami y sonriéndose se acercan para darse los buenos días con un abrazo y un beso suave pero lleno de "te extrañe".
Caminando sonrientes Julie le comenta su noche.
- Ayer soñé algo muy raro
- ¿Qué soñaste?
- Bueno no diría raro, mejor dicho, algo lindo
- Qué casualidad yo también pero primero cuéntame tu
- Está bien, soñé contigo
- Yo también soñé contigo, ¿Que hacíamos en tu sueño?
- Estábamos acostados en una pradera y me decías gracias por aparecer en mi vida con una expresión tan linda y aún más linda la manera en la que me decías que siempre estarías para mí, ¿Y tú que soñaste?
Itami se detiene un momento y agachando su cabeza hacia el suelo comienza a sonreír con felicidad. Y con esa misma sonrisa dirige su mirada llena de cariño hacia ella.
- Te digo después
Itami toma de la mano a Julie y comienza a correr dirigiéndose al salón de clases y volteando a ver su rostro le dice.
- Solo te diré que eres maravillosa, Anata wa tenshidesu (eres un ángel)
Ante tal declaración Julie se sonroja y su pecho se llena de emoción, de felicidad, de tantos sentimientos que su sonrisa no puede expresarlos todos pero si sentirlos.
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Un mundo sin color
RomantikLas historias de amor suceden en cualquier momento y en cualquier lugar, solo debes estar ahí para capturar el momento. Itami averiguara si es verdad que el mejor amor se da de manera fortuita o es mejor cuando el encuentro se planea.