ACTUALIDAD.
-Genial.-Mascullaba Caissie a la vez que se sentaba a mi lado, dejando su enorme bolso en un costado.- No solo nos vamos al medio de la nada, si no que me acabo de enterar que no hay wi-fi en el bus, y lo peor de todo... ¡El tapizado está viejo y sucio! A saber si lo lavan.-Una mueca de asco se apoderaba de su cara.
A modo de respuesta solté un suspiro casi inaudible, pasando mi vista hacia la muchedumbre de padres que había fuera del bus, ahí estaban todos, excepto los míos. Otro suspiro. Este iba a ser un viaje bastante largo, lleno de niños pijos que lo único que iban a hacer era quejarse. Pero a mi no me molestaba nada, ni siquiera el olor a mugre que emanhaba de cada partícula del vehículo, con tal de no estar sola en mi casa, cualquier cosa me venía bien.
-¿Me recuerdas por qué nos apuntamos a ésta excurción, Itzzie?-Me preguntaba Caissie por décima vez, sólo que las otras había estado tan ensimismada en mis pensamientos, que no la había escuchado.
-Bueno... Porque Papitas nos lo ha pedido.-Incliné levemente la cabeza hacia los asientos que estaban a nuestro costado, los cuales estaban ocupados por una chica; nuestra amiga Joanne, una rubia despampanante que nunca nadie hubiera imaginado verla allí, acompañada de su novio Calen, el típico chico engreído, popular, y superficial.- La cual obviamente ha cedido a venir por el tarado de Calen, y seguramente se pase la mayoría del tiempo con él, mientras nosotras nos quedaremos solas preguntándonos por qué carajos accedimos a ir y no quedarnos en nuestras casas mirando un maratón de The X Factor.
Una risilla tonta se escapó de Caissie, la cual al tiempo volvía a leer esa revista de chismes baratos que tanto le gustaba, no me explicaba el por qué, ya que hatsa ella sabía que eran todos mentira.
Luego de que los últimos alumnos subieran al bus, éste se puso en marcha. Cabe destacar que el olor imundo que no me molestaba para nada antes, luego de media hora de viaje se hacía insoportable. Pero solo yo parecía notarlo. Los profesores a cargo de la excursión dormían profundamente, y todos los demás que estaban a mi alrededor intercambiaban saliva como si no hubiera un mañana. Hasta Caissie, que no tardó más de 10 minutos en levantarse de su asiento e ir a ligar con esos chulitos del equipo de fútbol americano. Luego de toda esa gente, venía yo. Itzel Grichter, la chica popular que aparentaba ser feliz. ''Popular'' sólo porque era amiga de Caissie y Joanne, igualmente, siendo lo que era, todos pasaban de mi.
El olor desapareció de un instante para otro, dejando así que el aire se mezclara con una colonia varonil que reconocería en cualquier lado. Era Kol. No pude evitar sonreír, era bueno saber que alguien de entre toda esa gente se acordaba de mi. Se dejó caer en el asiento que estaba al lado del mío, y me miró con esos ojos verdes tan imnotizantes suyos.
-Tu preciada amiga se ha apoderado de mis amigos.-sonrió divertido, rodeando a la misma vez mis hombros con uno de sus brazos.
-Y me tienes de segundo plato, eh.-Apoyé mi cabeza en su hombro, respirando hondo, el se acomodó un poco más en el asiento, pero mantuvo la postura de antes.- Mejor, porque me sirves de ambientador personal.-Me respondió, no se el qué, pero me limité a reír y cerrar los ojos, quedando dormida al instante.