-Era de noche, una capa azul oscuro y su capucha cubrían mi pelo castaño y mi vestido corto. Mi gata se había ido por el sitio de donde venía aquel chico, que parecía ser un año mayor que yo; era raro que estuviera allí ya que a ningún menor le dejaban entrar en aquella parte del pueblo y los adultos solo lo hacían en ocasiones especiales. Al no haber estado nunca en aquel sitio tan terrorífico, con un montón de tumbas y árboles muertos y secos me perdí. Aunque hubiera tumbas no parecía un cementerio, todo era extrañísimo. De repente oí unos maullidos muy leves y fui corriendo hacia ellos. Ahí estaba Arana toda asustada, en una rama de aquellos feos árboles, subí como pude y la cogí pero, al estar bajando un trozo de corteza se rompió y caí, malditos árboles, lo único bueno fue que caí entre los brazos de aquel chico que... ¿Estaba ahí por casualidad? No podía ser-.Hola. -Yo fui y le dije "hola". Es que soy tonta.
Hola, ¿estás bien? -Me respondió él.
Emm... Esto, sí, sí, ya puedes bajarme. Gracias.
Que suerte que yo estuviera aquí para cogerte y que no te hicieras daño. -Me dijo pícaramente mientras me acompañaba a casa.
-La verdad es que estaba a bastante altura, Arana había decidido subirse a la rama más alta del árbol más grande, en todos los sentidos; la verdad había mucha diferencia entre ese árbol y los demás, y aun encima ese era el que estaba en el medio-.
Sí, ¿qué raro, no? -Le pregunte.
No, te estaba buscando, al chocarnos antes se te cayó la pulsera y te fuiste tan rápido que, bueno... -Dijo dándome mi pulsera de oro y oro blanco con toques de una piedra preciosa rosa clarito que llevaba en mi familia desde hacía 24 siglos.
¡Oh no! ¡Qué tarde es! ¡No voy a llegar! -Grité mientras me volvía a escapar corriendo tras mirar el reloj que ponía 23:55 h.
¡Espera! ¡Soy Jack! Me gritó a lo lejos.
¡Encantada! -Fue lo único que alcance a decir antes de desaparecer por la esquina en la que nos habíamos chocado.
-Siempre recordaría esa esquina, y ese recuerdo siempre estaría ahí, ya que, por como me sentí esa noche desde que nos chocamos, creo que me había enamorado. No estaba segura ya que tenía la misma sensación con mi mejo Stephan desde hacía tres años cuando lo conocí, pero nunca le había dicho nada, la única que lo sabe es Clara, a la que debo contarle esto y que me ayude; dicen que NO te enamoras de un segundo chico si el primero te gusta DE VERDAD. Así que me arriesgaré. A lo mejor el año que viene, si vuelve, y si encuentro el momento, sino me callaré como con Stephan.
Al final llegué a casa por los pelos-.
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¿Qué Nos Queda Al Final? #IR-1 © ✅
Teen FictionUna chica huérfana, viendo a su mejor amiga solo en vacaciones debe salvar el mundo y vivir un amor imposible. Habrá drama, acción, tristeza, amor, alegría, sorpresa, duda, etc... Y cuando creía que me iba a recoger en su regazo, me besó. ¿Por qué h...