Verdades Ocultas

Capitulo 21

-¿Entonces tu has sido el responsable de todo?- preguntaba Steve que seguía sin entender las expresiones de Tony y Wanda.

-Noo.- decía de forma amable.- Quien separo al pequeño Anthony de su familia, dejo en coma a Alexander y durante estos 9 años trato de matar a mi querido Michael, ha sido el aburrido de John.- mencionaba de forma tranquila.

-Pero si tu eres John

-No, mi nombre es David, por la forma de hablar y tu postura pareces alguien criado en los años 40.

-Ya basta, me supongo que tu sabes, la razón por la que hizo todo esto.

-Por supuesto, John hizo todo esto por amor.

-¡¿QUE?! - el trió solo se limito a gritar.

Wanda sin esperar un segundo mas, entro en la mente del hombre pero no deseaba ver sus memorias, sino las del otro hombre con algo de dificultad las encontró.

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Desde que nací, Melinda ha permanecido a mi lado, protegiéndome, cuidándome, amándome y con el paso de los años ese sentimiento cambio, sabia que estaba mal porque antes que nada ella era mi hermana y no me veía de otra forma, así que decidí encerrar estos sentimientos en lo mas profundo de mi corazón, mientras ella fuera feliz era todo lo que me importaba, cuando cumplí 17 conocí al que se convertiría en mi mejor amigo, con el paso del tiempo aquellos sentimientos que creí solo tener por Melinda, los tenia por este chico no sabia que hacer todo era confuso, porque descubrí que los amaba a los dos ¿como era posible? y por miedo me aleje de ambos, no tenia idea que mi aislamiento los uniría por la preocupación que sentían hacia mi. No imagine que debido a eso, ellos poco a poco se estaban enamorando, cuando quise tenerlos a ambos ya era demasiado tarde.

Las dos personas que amaba en este mundo estaban juntas, y sentí que algo dentro de mi comenzaba a romperse, tendría que dejar que ellos fueran felices, pero no, oía una vez en mi cabeza que me decía "Ellos son tuyos, no dejes que estén juntos, haz que te pertenezcan"

En esa época mi amada Melinda quedo embarazada, comencé a odiarla, quería matarlos, y durante 3 años vi crecer el fruto de esa horrible relación, pero otra vez oí esa voz "Aprovecha, es tu oportunidad si ese niño muere, ellos se odiaran y serán para ti" Sin perder mas el tiempo busque a las personas adecuadas que me ayudarían con mi plan, quise matarlo pero no pude ese bebe tenia la misma mirada de mi amado Alexander por lo que simplemente lo arrebate de ellos, aun así ellos no se separaron, mi odio creció intente de una y mil maneras de separarlos pero fracase, hasta que paso lo impensable Melinda estaba embarazada nuevamente y solo pude maldecir, cuando nació vi a otro estorbo, cuando tenia 5 años me quede anonadado el pequeño Michael tenia el hermoso cabello rubio y los preciosos ojos de mi amada hermana, y el carácter fuerte pero a la vez amable de mi querido Alexander, necesitaba eliminarlo pero aquella voz en mi cabeza me decía que no, incluso me obligaba a pasar tiempo con el, no le veía sentido ya que yo deseaba tener a los padres hasta que cumplió el niño 12 fue que lo comprendí la otra voz en mi cabeza se había enamorado de Michael y deseaba tenerlo durante 2 años logre contenerlo y note que había desaparecido así que sin dudar un minuto mande gente a eliminarlo pero el niño no podía ser asesinado.

-¿Que demonios crees que haces?- decía un hombre de cabello negro y ojos verdes-azulados, vestía un pantalón de mezclilla y una camisa negra.

-Intento eliminarlo es un obstáculo para mi.- respondía un hombre con las mismas características que el anterior aunque este vestía de traje.

-Escúchame bien, si algo le pasa a mi querido Michael, sufre las consecuencias.

Ignore sus amenazas y seguí intentando asesinarlo, entonces aquel sujeto se presento ante Alexander y le contó todo, aprovechando un momento de distracción lo empujo de tal manera que provoco un golpe tan fuerte llevo a mi amado al coma.

 -¿Porque lo hiciste?

-Te dije que sufrirías las consecuencias, John.-Su sonrisa era amable pero se notaba toda la maldad.

-Maldito John.- sisee furioso.

-No te confundas querido, tu eres John, mi nombre es David, y espero que no olvides que cuando menos lo pienses te matare.

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Wanda solo pudo cubrirse la boca con ambas manos después de haber leído los pensamientos de aquel hombre.

-Como sea, no me interesa ninguno de ustedes así que váyanse.

-No me iré, sin mi hermano.- decía cierto castaño dando un paso al frente.

Sin que ninguno lo notara David saco una pistola y apunto a la cabeza de Michael con ella.

-Escucha, si no puedo tenerlo, ustedes tampoco lo tendrán.