*Narra Lizzie*
Después de que se fueran los chicos nos quedamos Chad y yo solos en la casa de la playa de mis padres.
Luego de nuestra increíble fiesta de graduación decidimos venir aquí o mejor dicho ellos nos siguieron ya que sólo era un viaje entre Chad y yo por su cumpleaños pero se marcharon al final del día y justo ahora ya era de noche.
Estaba acostada sobre el cálido suelo con mis pies dentro del agua mientras miraba al bello cielo nocturno lleno de estrellas, contemplando el titilar de alguna de ellas mientras mi novio nadaba en el agua.
Sentí pequeñas gotas de agua tibia sobre mis muslos por eso me siento pero me sorprendo al chocar mis labios con los de alguien y se perfectamente de quienes son, ya que somos los únicos aquí, además los conozco perfectamente. Cierro los ojos instintivamente al mismo tiempo que el me besaba y obviamente lo seguí. Al separarnos el me mira sonriente. Esta apoyando todo su cuerpo en sus brazos, sus fuertes y musculosos brazos dándome una muy buena vista y no sólo de sus brazos sino que también de sus perfectos abdominales. Se baja de sus manos y ahora las pone en mis muslos apoyando su barbilla en ellas.
-Ven a bañarte-dice haciendo ese puchero que me vuelve loca.
-En un rato.
-No, ahora-réplica halandome por las manos levemente.
-No-digo y el se pone serio para luego irse y seguir nadando, me gusta molestarlo.
Entró a la piscina sigilosamente para que no se de cuenta y nado por debajo del agua hasta llegar a el, me es fácil ver ya que en las paredes de la piscina hay luces incrustadas. Lo abrazó por la espalda apretándolo y depositando pequeños besos en ella, el se voltea sonriendo al igual que yo, me carga y me lanza por el aire como si fuera una pluma y luego caigo de nuevo en el agua uniéndome y viendo las pequeñas y abundantes burbujas que se formaron.
Antes de poder volver a la superficie me agarra nuevamente de la cintura apegandome a el y subimos muy cerca el uno del otro.
Antes de abrir los ojos me pasó las manos por la cara y luego por el pelo quitando un poco de agua.
-Eres tan...-comienzo a decir pero no sabía ni siquiera cual era la palabra que utilizaría.
-¿Tan?-dice alzando una ceja acercándose más.
-Tan...-digo, el inclina la cabeza y rosa sus labios con lo míos. Mis brazos suben solos hacia sus hombros.
-¿Tan?-susurra y ya no aguanto más, lo beso, lo beso tierno y lento, dandome gusto del sabor de sus suaves y carnosos labios mientras estaba envuelta en sus brazos. Me agarra de la cadera subiéndome un poco para que envuelva mis piernas en su cintura y así lo hago. Acaricio el pelo de su nuca como siempre acostumbró a hacer al mismo tiempo que el acariciaba suavemente mi espalda mandandole descargas eléctricas a todo mi cuerpo.
Siento que se mueve y enseguida la piscina se hace más baja. Sale del agua conmigo aún cargada pero apretándome y dando pasos firmes para no resbalarse.
Chad camina por unos segundos y luego siento mi espalda chocar contra algo acolchado, si se lo preguntan en el área de la piscina aún un pequeño gazebo de madera y allí hay una cama ya que mi madre insistió a mi papá para que lo pusiera allí y así poder tomar una siesta o estar al aire libre, pero justo ahora creo que la usaremos para otra cosa, no diré que es mi primera vez porque definitivamente no lo es.
Me acomodo mejor en la cama al igual que Chad. Sigo besándolo, lo único que ahora el beso es más intenso y apasionado, con más rebeldía. El lleva sus labios a mi cuello dejando besos por todo el camino mientras yo dejo escapar un suspiro, muerde, lame y hasta creo que deja un chupón en esa zona. Sigue repartiendo besos desde mi cuello hasta mi clavícula, pasa en medio de mis senos hasta donde esta mi ombligo y sin más arqueo mi espalda ya que ese es mi punto débil y hace lo mismo de regreso para volver a mis labios y masajear mi muslo izquierdo con su mano.
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Escenas Extras De En La Secundaria
Teen FictionY seguimos con esta historia, creo que nos falta mucho por contarles que fue de nuestras vidas.