Cap. 1 - Vida Simple

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-Karielys-.

Me encontraba en una tienda de batidos al sur de la Florida en Estados Unidos, este lugar era: Shakes World, para mí simbolizaba un paraíso lleno de sabores que frecuentaba cada noche a las 6 de la noche

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Me encontraba en una tienda de batidos al sur de la Florida en Estados Unidos, este lugar era: Shakes World, para mí simbolizaba un paraíso lleno de sabores que frecuentaba cada noche a las 6 de la noche.

Eran las 3 de la tarde en y tenia antojo de un batido de chocolate con menta, así fui a la tienda, estacione el auto y me dirigí dentro de la tienda, ya dentro de la tienda le ordene al chico encargado de las bebidas, un batido de chocolate con menta

"Por favor fuese tan amable de prepararme dos batidos de chocolate con menta y extra crema batida" - dije amablemente a aquel empleado de cabello castaño que se encontraba a espaldas de la barra de batidos y gaseosas.

Justo ahora estaba pensando que solo una persona con problemas mentales podría comprar un batido de chocolate con menta, la idea de ingerirlo suena asquerosa - dijo el chico que llevaba puesto una chaqueta negra fabricada con tergal catalan y pantalones de tal semejante material con cierto aspecto de hombre de negocios, me lo imaginaba debido al material fino de su vestimenta.

El chico se posiciono a mi lado izquierdo cerca de una máquina de gaseosas y esperaba una respuesta de mi parte acerca de su comentario, el era alto, tenia tez morena y unos hermosos ojos de color hazel, solo me dediqué a mirarlo fijamente para luego desviar la vista y rodar los ojos ya que su comentario me pareció irrelevante.

¿Tienes algún problema con eso? - pregunte observándolo seriamente con mi mandíbula apretada, el chico solo negó seriamente con su rostro mientras me miraba fijamente a los ojos y emitió una enorme sonrisa.

Deberías cambiar tus horribles gustos hacia los batidos, niña - comentó el chico con arrogancia sin dejar de sonreír y negué seriamente con mi rostro.

Tu no eres nadie en mi vida para cuestionar mis decisiones - dije seriamente mientras observé al chico con desprecio, razón por la cual este comenzó a reír de una manera quisquillosa mientras me observaba al rostro con una mirada fulminante.

¿Que edad tienes? - preguntó el chico con alegría y permanecía sonriendo, con el fin de dejar a un lado su seriedad, lo cual me llevo a pensar que padecía de algún trastornó de bipolaridad o narcisismo pero justo en ese momento el empleado de la tienda nombró mi nombre en voz alta para que pasara a recoger mi pedido por lo cual me vi obligada a dejarlo con la duda y no responder a su pregunta para apresuradamente retirarme de la tienda de batidos sin marcha atrás.

Cuando salí de la tienda de batidos, vi a mi hermanastro Eric en el auto este se dedicó pacientemente a esperarme mientras compraba los batidos en la tienda y cuando llegue al auto Eric me abrió la puerta del co-piloto para ayudarme a entrar los batidos al auto sin derramarlos, luego entre lentamente al auto dejando los batidos en mi falda.

Por primera vez en muchos años demuestras un poco de la caballerosidad que hay en ti, muchas gracias  - dije de manera sarcástica colocando mi mano en su pecho pero agradecida de la ayuda que este me había brindado.

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