Capítulo 9

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Me desperté asustada y sobresaltada, no sabía que había pasado conmigo, por cierto, ¿dónde rayos estoy? Pero la pregunta mayor aquí sería ¿Quién soy? Me siento sumamente cansada, estoy en un cuarto oscuro o eso parece, lo único que tiene es una ventana, la cual está bastante arriba para poder mirar hacia el exterior. Este lugar huele a humedad y polvorín de lo cual empecé a estornudar varias veces seguidas. Al sentirme tan encerrada y oscura mis ganas de llorar aumentaron hasta sentir que las lágrimas bajaban inevitablemente por mi rostro con cada segundo que pasaba.

De momento se empezaron a escuchar unos pasos acercándose al cuarto donde estaba y enseguida traté de ocultar las lágrimas que luchaban por seguir saliendo. En el momento en que decidí levantarme del suelo para esconderme pude notar que mis pies estaban amarrados a una columna a mi lado. Los pasos cesaron y me di cuenta que la persona estaba al frente de mi puerta, se podía ver la sombra por debajo de la puerta y enseguida el temor y los nervios empezaron a apoderarse de mi cuerpo. La puerta empezó a abrirse lentamente y apareció la silueta de un hombre alto, con su espalda ancha y los brazos bastante tonificados. Sentí temor al ver sus ojos oscuros mirándome.

-Al fin despiertas.- dijo con una voz grave mientras se acercaba a mí. -Creí que seguirías durmiendo por mas días-

-¿Qui-quién es usted? ¿Cómo me llamó? ¿Qué hago aquí?-

-¡Ya cállate estúpida!-

Me sobresalte con su grito inesperado yo solamente quería que me contestará las preguntas que necesitaba saber pero creó que en él no tendré respuestas. Y con eso salió de la habitación con un portazo. Escuche unos murmullos que cada vez se hacían mas lejanos para poder descifrar lo que decían.

Me sentí desesperada completamente, en angustia, no sé que estoy haciendo aquí, ni siquiera sé mi nombre ni como llegue aquí.

-¿Necesitas algo?-

Un chico alto de unos 23 años, ojos cafés, cabello marrón y despeinado apareció en la puerta. No habia escuchado pasos ninguno y ni siquiera escuche la puerta abrirse y cerrarse.

-¿Eres un fantasma?-

-¿Lo crees?- dijo riéndose por lo bajo mientras qué yo solamente lo miraba totalmente y completamente confundida. -No tranquila, no soy un fantasma.-

De una u otra manera me sentí relajada pero todavía mi confusión de como él entró aquí sin hacer ningún tipo de ruido era completamente extraño.

-¿Quién soy?-

-Te llamas Emma Stone. ¿Acaso no lo sabes?-

-No- dije en un susurro tratando que fuera solo para mí pero al parecer el muchacho pudo escucharlo.

-¿Estás segura que no lo recuerdas?-

Negué con mi cabeza.

-¿Sabes quien soy?-

Volví a negar, sinceramente no sé nada de mí y mucho menos de él.

-¿Dónde vivo? ¿Aquí contigo?-

-Emma es mejor que me retire, no te escapes- y con eso cerro la puerta dejándome con duda en sus palabras "No te escapes".

Me sentía cansada, tenía hambre y mucha sed pero no podía hacer nada así que decidí tratar de dormir un poco en lo que espero sobre lo que pasará después.

Unos ruidos me hicieron estremecer y enseguida que me moví sentí algo que empezaba a atravesar mi parte trasera de la pierna. Alce inmediatamente mi pierna y me pude encontrar con un cuchillo el cual no sé de donde salió ni como llego a mis piernas pero ahí estaba.

Enseguida lo empecé a empujar con mi pierna hacía mí lo cual fue totalmente difícil, al cuchillo llegar casi a donde estaban atadas mis manos se escucharon pasos subiendo por unas escaleras las cuales se escuchan bastante demacradas así que tome el cuchillo con la mano mas cercana y lo escondí debajo de mí.

La puerta se abrió y estaba de vuelta el hombre que había venido primero. Venía con un plato de comida enseguida que puso el plato frente a mi fue como ver la gloria, estaba muerta del hambre. Él dejó el plato a mi lado y empezó a desatar una de mis manos mientras que la otra la dejo amarrada con un tubo detrás de mí.

-Come rápido-

Asentí y agarré con mi mano libre el plato que estaba en mi lado derecho lo puse sobre mi traje y empecé a comer. Era un sándwich con queso y jamón. Terminé bastante rápido ya que tenía bastante hambre pero no quedé lo suficientemente abastecida con eso nada más, deseaba más.

-Es todo por hoy señorita-

Me dijo el hombre agarrando el plato y saliendo del cuarto lo bastante rápido que no pude decir que eso no era lo suficiente para mi y ya era muy tarde.

Se notaba que era de noche por la oscuridad que provenía de la pequeña ventana y también por lo oscuro que se ha puesto el cuarto así que lo único que podía hacer ahora es solo dormir aunque no quisiera.

-¡Emma!-

Escuche de lejos un grito ahogado.

-¡Ayúdame Emma!-

Mire detrás de mi, era una señora atada a un árbol en un tipo de bosque. Más allá del árbol había un tipo de fogata y un hombre mirando hacía donde estaba la señora. El hombre agarro un palo bastante ancho del suelo y le echo un líquido el cual no descifre que era exactamente.

-¡Emma huye y ven a mí!-



Es un poco corto el capítulo lo siento, pero estoy un poco corta de tiempo. Espero que les guste, voten, comenten y compartan si desean, se los agradeceré.
El próximo capítulo lo trataré de subir a la noche o mañana.

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