Capítulo 11

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Ya estaba cansada de estar metida en este lugar sin respuesta alguna de quien soy y más estar soñando esos sueños mas raros que no me daban ninguna explicación de lo que hago aquí.

-Hola-

De nuevo éste, el cual no me da ninguna respuesta. Ni siquiera lo miré, ya he tenido dos veces un sueño del cual no sabía ni lo que significaba y eso me ponía de punta.

-Sé que me estas ignorando pero te tengo una buena noticia que me imagino que te alegrara y bastante Emma Stone.-

Lo mire con confusión era algo que no entendía para nada pero comoquiera quiero saber que era la gran noticia.

-Bueno por lo que veo no hablaras así que comoquiera te la diré, señorita Stone saldrás de este lugar.-

-¿Qué?-

-Lo que has escuchado Emma, saldrás de aquí-

-¿Pero cómo? No entiendo.

-Esta noche sabrás-

Y así sin decir nada mas se fue de la habitación dejándome con las dudas en el aire.

*Te sacare de aquí lo prometo*

La frase, esa frase de ese sueño extraño. ¿Será lo que pasará? ¿Esa voz que escuche diciéndolo es la voz de Ben?

-¡Necesito saber que mierda ocurre!-

Y con eso entró un viejo flaco, podría decir que parecía deshidratado y quizas hambriento, con unos 60 años, creo, no lo sé, lo único que sé es que no me da buena espina que él esté aquí.

-¿Qué te pasa cariño?-

Me dijo con una voz grave y a la vez ronca mientras se acercaba a mi. Con cada paso que daba yo abría mas los ojos, estaba asustada.

-No te asustes cariño-

Al llegar a mí me desato mis manos y pies y me dirigió fuera de esa habitación. El pasillo tenía la misma pinta que el cuarto, bastante tenebroso, casi no había iluminación. El señor abrió una puerta adonde nos dirigíamos a otra parte donde se veía mas organizado como si las personas de este lugar fueran de la clase alta, no era para nada parecido a la habitación ni el pasillo anterior era otro pasillo con clase, paredes blancas, cuadros en la pared a la misma distancia, iluminación perfecta, puertas blancas y brillantes, todo limpio.

-Entra aquí querida, quítate la ropa y báñate, te traeré ropa en un momento.-

Todo para mi era una confusión pero así lo hice, abrí la puerta, me adentre y cerré la puerta, trate de ponerle seguro pero no funcionaba. Al girarme y observar este cuarto de baño me asombre, tenía cosas y utensilios que sumamente se veían costoso y su diseño era impactante, es como si viviera en una mansión de las más costosas del mundo.

-Señorita dejare la ropa aquí.-

No sé como ni cuando abrió la puerta o es que yo estaba tan atónita con este lugar que ni lo escuche. Con temor me empecé a quitar la ropa para darme una ducha.

Me sentí tan relajada al sentir el agua cayendo sobre mi cuerpo, mi cabello, me sentía limpia nuevamente. Después de como 20 minutos cogí una toalla y la enrolle en mi cuerpo para salir de la bañera y ver que me había traído el señor.

Era un traje hasta la rodilla color blanco, ropa interior de encaje y unos tacos de punta color rojo. Estoy sumamente segura que las personas que viven aquí son más que ricas.

Me vestí y me recogí el pelo de lado dejándome lo demás suelto. Abrí la puerta y ahí estaba el viejo esperando.

-Hermosa señorita, ahor venga por aquí por favor.-

DesaparecidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora