Capítulo 1

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El cielo estaba nublado y el clima era agradable. Olía a ese grato olor que tanto le encantaba, tierra mojada.
Ciertamente, el clima ayudaba a su estado de ánimo.
Ámbar se sentía un tanto nerviosa y a la vez feliz, porque hoy seria el día en que conocería a su misterioso amigo. El chico con el cual había estado hablando desde hacía seis meses aproximadamente.
Se conocieron en una página de internet llamada "citas a ciegas". Ella sabía que era algo extraño que a sus cortos 17 años de edad, visitara esas páginas. Pero eso se lo debía a su extrovertida prima, tres años mayor que ella.
Esta página web se trataba de poner tu edad, país, hobbies, preferencia sexual, entre otras cosas. Tu nombre de usuario, era algo que te identificara, y no había fotos tuyas al menos que así lo desearas.
Cuando este chico vio el perfil de Ámbar, le llamó la atención los gustos de la chica ya que él era un amante de la lectura al igual que ella. Entonces esperanzado en conocerla le mandó un mensaje. Ella al principio tenia un poco de miedo, pero después de ver el perfil del chico, se dio cuenta que compartían muchas cosas en común y decidió contestarle. Fue así como comenzaron a platicar por todos estos meses, desarrollando una bonita amistad.
Hasta hace dos días atrás, el le pidió que se conocieran y es por eso que ahora Ámbar se encuentra ahí, hecha un manojo de nervios. Quería que él fuera la persona que esperaba, un chico tranquilo y agradable.

Se sentó en una mesa de la plaza donde habían quedado. Alizo su cabello y acomodó su blusa beige que había elegido.

-Bien, cabello castaño, piel pálida, camisa roja y alto.- dijo en voz alta para si, las características que el le había dicho.

Ella quiso llegar 20 minutos antes para prevenir cualquier percance. Y ahora se encontraba jugando en su celular para matar el tiempo.

-La respuesta es si.- escuchó a un chico decirle en tono despreocupado.

Alzó la vista para encontrarse con un chico alto, de piel pálida y cabello oscuro. Alzó la ceja. Él no llevaba una camisa roja, sino azul celeste. No era el chico que estaba esperando.

Éste se sentó frente a ella sin su consentimiento y subió su pierna izquierda para apoyarla en la derecha.

-Si?.- preguntó Ámbar confundida.- Si que?

El chico sonrió de lado.

-Si.- remarcó esta palabra.- podemos tomar un helado.

-De que hablas?.- fruncio aun mas el ceño.- no te he preguntado nada.

-No es necesario, puedo ver en tus ojos lo mucho que te Atraigo.- le lanzó un guiño.

Ámbar empezaba a disgustarse por el comportamiento del chico frente a ella. En cambio él parecía disfrutar la situación.

-Quien eres?

-Park Chanyeol.- dijo seductoramente.

La pelinegra estaba segura que él no era su ciber amigo. Reconocía que era guapo, y si no se encontrara esperando a alguien y el llamado Chanyeol no fuera tan engreído, podría coquetear con él.

-Mira, está claro que no eres la persona que espero, así que te pido que te retires.- dijo seria.

-Como sabes que no soy lo que esperas? Se nota que no has probado mis labios.

-No me interesa hacerlo, vete. Mi novio esta apunto de llegar y te informo que es muy celoso.- mintió.

El chico la miró extrañado. Ella había sido la primera en rechazarlo, eso no era posible. Se levantó indignado y se retiró. No tenia miedo del tipo del que la chica le dijo, solo no estaba de humor para lidear con eso, después de ser, por primera vez, rechazado.

Ámbar sonrió aliviada cuando lo vio irse. Esperó cerca de diez minutos cuando a lo lejos observó a un chico alto, camisa roja con... Un osito en el centro?
Tenía el cabello castaño- que desde lejos se podía ver que no había sido lavado en días- y piel pálida. Usaba unos horribles lentes.

Ámbar lo miró horrorizada. Seria aquel chico su amigo? La persona con la que había hablado por todos esos meses?

Había que decir que Ámbar era una chica muy selectiva con sus amistades. Sus novios habían sido de una buena apariencia e igual de delicados y limpios que ella.

No podría perdonarse el salir con alguien con una camisa tan ridícula y con lentes que ni siquiera le quedaban bien.

Sin pensarlo dos veces se levantó y huyó de allí tan rápido como pudo.

Por otra parte, el chico de camisa roja con un osito en el centro se encontró con sus amigos y se fueron a dar una vuelta, pues eso era lo que habían acordado.

Luego llegó un chico totalmente diferente al otro, éste si lucía limpio y era guapo en verdad. Llevaba una camisa roja tipo polo y una sonrisa radiante en el rostro.

Caminó hacia una mesa cerca de ahí llamando muchas miradas a su alrededor.

Al llegar se sentó y esperó a la chica en la que no podía parar de pensar.

La que se hacia llamar: BeautifulReading~

Cita A Ciegas → JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora