-Hey, me estas poniendo atención?.- preguntó Anna a la pelinegra, que lucía distraída.
-Si, claro.- mintió.
-Bien, ordena todo esto.- tras decir eso se retiró.
Ámbar suspiró.
En la mañana al darse cuenta que Anna no había llegado, Jin y Ámbar se besaron por un momento que les pareció tan corto. Llegaron personas y se dedicaron a hacer su trabajo, desde ese momento ella no había dejado de pensar en la extraña "relación" que ambos tenían.
No eran novios, y no se puede decir que eran amigos nada más. Eran una especie de amigos con beneficios, como en las películas. Ámbar sabia que esas cosas no terminaban bien, por lo que no sabia como plantearle el tema a Jin. No quería incomodarlo y mucho menos presionarlo pero esa situación empezaba a desesperarla.
Temía que si le confesaba sus sentimientos a Jin él la rechazara o le dijera que solo podían ser eso y nada más. Que debía hacer?
Hacía un rato que habían mandado a Jin por un encargo y aun no regresaba. El a diferencia de Ámbar no sentía desesperación ni indiferencia hacia la situación en la que estaban. Ni siquiera había pasado por su cabeza el que Ámbar se sintiera confundida. Para él todo estaba claro. Creía que estaban en buenos términos y eso le agradaba, el poder tenerla como amiga también y contar con ella como solía hacerlo con aquella chica que lo decepcionó. No obstante, había decidido que en un par de días en los que estuviera seguro de los sentimientos de la chica hacia él, confesarle su sentir.
Magic38
Puedes venir?:( algo pasó.
Estoy en el hospital donde trabaja Paige.Al leer esto Ámbar abrió bien sus ojos, sorprendida.
Que le habría pasado a Daisy?
Sin importar qué, se levantó rápidamente de su asiento. Estaba tan desorientada por la noticia que acababa de recibir que no advirtió en la presencia del castaño, que hacía segundos acababa de llegar.
-Hey Ámbar! Tengo algo para...- las palabras se quedaron en el aire al ver que la chica había salido corriendo de la biblioteca.
Llevó una mirada a Anna que se encogió de hombros sin comprender la situación al igual que él.
-Estaba revisando algo en la computadora y de repente salió disparada.- dijo la señora.
Un tanto nervioso dejó la vaquita de peluche -que había comprado para ella- sobre el escritorio y se dirigió al ordenador que hace un momento su amiga usaba. Empezaba a preocuparse.
Al ver el mensaje de su amiga pensó en ir tras de ella para alcanzarla.
Pero algo lo detuvo. Su apodo era el mismo que el de la misteriosa chica con la que hablaba no hace mucho tiempo.
Entonces comprendió.
Holaaa💝😀😀
Aquí otro capitulo:)
Le dejo hasta ahí porque soy malvada xd gracias por leer!😊
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Cita A Ciegas → Jin
Fiksi Penggemar-Creo que llevamos un buen tiempo hablando y...quisiera conocerte. •Historia corta.