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Voy caminando a mi casa y es inevitable que la lágrimas caigan, y el pecho duele como si algo estuviera por pasar. Llego a mi casa pero al instante siento que algo anda mal, mi papá no esta en el sofá, un escalofrío recorre mi cuerpo estremeciendo me, en eso veo la silueta saliendo de mi habitación y se perfecta mente quien es.

— Hasta que te dignas a llegar — dice bajando las escaleras con una sonrisa sínica

— Si, porque?

— mira mocosa estas para servirme a mi y no de andar de puta con cual estúpido, ¿me escuchaste? — me jala del cabello y me azota en la muralla.

— ¿porque tengo que pagar yo los platos rotos Papá?, estoy arta de que me trates así todos los putos días. Sin ninguna razón.— trato de evitar las lágrimas pero es en vano.

— ¿porque?, porque fue tu culpa la muerte de mi esposa, además te hago daño por eso y porque no eres mi hija, con Marcela te adoptamos por nadie másP te quería — sus palabras me dejan innata. Pero el solo me golpea y me grita cosas que no entiendo.

Me despierto tirada en el suelo, con sangre alrededor mio, trato como puedo de levantarme y salgo corriendo de esa maldita casa, algunas personas me ven atemorizada.

En el camino veo un bosque y me adentro en este y en el fondo veo un lindó lugar, me acerco al barranco con muchos metros de altura y decido sacar un pie afuera, me sonrió a mi misma.

Este seria el final después de tanta mierda vivida.






GoodbyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora