Prologo

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Había una vez, unos niños tan pero tan chicos que a la vista de los animales más diminutos como caracoles, renacuajos o hasta hormigas eran diminutos.
Un día, ellos quisieron saber cómo se sentiría ser tanto o más grande que los animales, tanto como un canguro o como un rinoceronte, quizás algo exacto como un mono. El, de nombre Javier; Y ella, de nombre Rosa solo querían saber cómo se sentiría tener una experiencia tan enorme como esa, era su sueño, su más anhelado sueño...
Una noche Javier fue a la casa de su abuelo, su abuelo era de esos típicos abuelos que les gusta sentarse en una silla en la sala al lado de la chimenea y contarle historias a sus nietos; Esa noche, Javier le decía a su abuelo su más anhelado sueño el de poder ser grande más grande que una hormiga, más grande que un caracol poder ser como un mono o hasta como un león, el abuelo lo escuchaba atentamente tenía un nudo en la garanta por contarle su historia, la historia que cambiaria a Javier y a Rosa para siempre.

Después de terminar de contarle Javier a su abuelo su mayor sueño le tocaba al abuelo poder narrar su historia.
-Siéntate Javier, hoy te voy a contar pequeño nieto la historia más grande que podrás escuchar, sobre un joven más bien un hombre, nadie sabe cómo se llama pero se rumorea bastante sobre el más aun porque él ha sido el único humano en ser más grande que las mismísimas aves, hasta más grande que un jabalí.
-Wood ¿enserio abuelo? ¡Tan grande como un jabalí!
-Y aún más que eso pequeño nieto. Esta es la historia de un pequeño hombre que se crio como cualquier otro, cerca de los pastizales, por donde están los sauces más frondosos de esta tierra conocida por nosotros.
-¿Los sauces abuelo? pero eso queda como a 10 horas de aquí.
-Lo sé Javier, déjame terminar. Este chico al igual que todos en nuestras tierras, creció escuchando rumores sobre el mago de las dunas doradas; Dicho mago le concedió el deseo que el quería, todos en estas tierras sabemos que si encuentras a ese mago en las dunas doradas te considera el deseo que quieras.
-Pero, abuelo ¿Por qué nunca me contaste de las dunas doradas?
-Javier, hijo mío nunca te conté de tal historia hasta ahora, porque creí que te irías al igual que tu padre, así es hijo tu padre después que naciste, siempre tuvo el sueño de poder crear cosas a base de otras, siempre quiso ser un alquimista.
-Lo sé abuelo, se que el siempre lo quiso el siempre lo intento y en cada uno de sus intentos fallo.
-Así es Javier,  el siempre quiso pero nunca pudo lograrlo, pero no fue un día de esos en que estaba agotado de fracasar y recordó la vieja historia que estaba en su cabeza, la del viejo mago de las dunas. Ese día 14 de Agosto no lo olvidare, me desperté a hacerme el desayuno cuando lo vi a él a lo lejos y le grite, que adónde iba tan temprano y me respondió "Me voy padre, sé que es un camino muy lejano, se que quizás no vuelva, que me perderé como crecerá mi hijo también, mi señora que llorara por mi pero es mi sueño y saldré a buscarlo con todas las ansias que tengo, espero que cuides bien a mi hijo Javier, Te amo papá". Ese día no pude hacer nada para detener a mi hijo, tu padre, y me prometí cuidarte lo mejor que pudiera pero veo, veo en tus ojos la misma mirada que él esa mirada de soñador que correrá cualquier riesgo por obtener su sueño.
-Así es abuelo, mi sueño quizás no es tan grande como el de mi padre pero es mi sueño y quiero cumplirlo a toda costa.
-Lo sé pequeño, -Somnoliento- Te tome un cariño inmenso en estos 14 años que no ha estado tu padre aquí y te trate de criar lo mejor que pude.
-Y lo hiciste abuelo, yo te sentí como un padre, como el padre de Rosa, como un verdadero padre.
-Muchas gracias hijo, esta es la historia de hoy y ahora veré a la cama que ya es tarde.
-Si abuelo, pero, ¿tú sabes lo que pasara verdad?
-Lo tengo más que claro hijo, y espero que tengas un muy buen viaje.

Pequeños Soñadores (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora