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3.

Por fin algo que se me daba bien. Lucha cuerpo a cuerpo. Si había aprendido algo en el orfanato había sido a defenderme. Las niñas de diez años eran capaces de cualquier cosa por robarte las muñecas.

-¡Stevens contra Rogers!-dijo el señor X vigilandome como si fuese a tirarme al suelo de un momento a otro.

Para mi sorpresa la tal Alice Stevens era la rubia que me había pisado la pierna antes de saltar el muro. Venganza.

-¿Es una broma? Soy la mejor de la clase por favor. Esto será rápido.-me dijo mirándome fijamente a la cara.

-Empecemos-murmuré.
Corrió hacia mi con una mirada feroz y lanzó un puñetazo directo a mi nariz,lo esquive  y la tire al suelo de una patada. Se levantó rápidamente y me hizo una llave tirandome a un lado.
La pelea continuó así unos minutos más. Vi que empezaba a cansarse y aproveché la oportunidad. La empuje y puse todo mi peso sobre ella para que no pudiese levantarse. Ella intentó zafarse de mi pero acabó rindiendose.

El resto de la clase me dedico un breve aplauso y el señor X me miró con el ceño un poco menos fruncido. Buena señal.
Salí del gimnasio orgullosa y sudada. No hay una sensación mejor.

Era la hora de comer así que fui a buscar a Linda a la cafetería cuando sentí que alguien me agarraba y tiraba de mi. Me arrastró hasta una especie de armario con aparatos de limpieza.

-Dime todo lo que escuchaste.
Nunca había visto a Ryan tan enfadado. Me miraba fijamente con los labios apretados.
-No se de que hablas-le dije inocentemente. Miento realmente mal.
-Se que escuchaste la conversación que tuve con el señor Kruger-dudo un momento al decir estas palabras.
-¿Lo sabe alguien más?-le dije sin responder a su anterior pregunta.
Me tomó de los hombros algo más calmado y me dijo tranquilamente:
-No es que no me sienta orgulloso,pero prefiero que la gente no sepa que soy el hijo del Mercenario.
Sonrió arqueando las cejas y reí asintiendo rapidamente.

Fuimos juntos a la cafetería y me senté junto a Lin. Me ofreció sus gachas y empezamos a charlar. A lo largo de la comida no pude dejar de mirar hacia Ryan. El hacia lo mismo,haciendo que nuestras miradas se encontrasen unos segundos para apartarlas disimuladamente.

Cuando estábamos tirando los restos de nuestras bandejas mi mirada se fijó en la suya una vez más.

-¿Qué pasa con vosotros dos?-me preguntó Linda frunciendo el ceño-llevan asi toda la comida.
-¿A que te refier...?
No pude acabar la frase porque la voz del señor Kruger sonó alta y clara a través de los altavoces.

-Todos los alumnos diríjanse a la sala de conferencia D para una reunión urgente.

Nunca me había alegrado tanto de oír su voz. Agarré a Linda de la muñeca y la arrastre fuera de la cafetería.

En apenas unos segundos todo el internado se encontraba en la sala de conferencias. El señor Kruger subió a una especie de estrado y comenzó a hablar seriamente:

No os voy a mentir más. Estáis aquí únicamente por una razon. Somos una organización secreta del Gobierno. Nuestro objetivo no será luchar en la guerra, sino erradicarla antes de que comience. Para eso nombrare un cuerpo especial con los alumnos más experimentados y capaces-mire a Ryan. Estaba muy serio mirando fijamente a su padre. Eso era lo iba a hacer por obligación, participar en ese cuerpo especial. Por suerte nadie en su sano juicio me elegiría a mi- los alumnos siguientes han sido escogidos por mi personalmente. Alice Stevens, Katia Rode, Liam Whitfould, Ian Houston, Linda Bates, Ryan (no necesita apellido) y...Jackeline Rogers.

Trague saliva. ¿Había escuchado bien? Mire a Linda para que me dijese algo como: "jaja tranquila es una broma. Chicos sacad la cámara oculta."
Pero parecía igual de sorprendida que yo. La sala se llenó de murmullos nerviosos del tipo:
-¿La nueva?
-¿La de las mechas moradas?
-Pero si sólo lleva aquí dos semanas.
-En serio, ¿donde esta la cámara oculta?
Puede que ese último lo dijera yo.

-Los alumnos nombrados deberán presentarse en mi despacho mañana a primera hora para discutir la misión.
Tenía muchas preguntas que hacerle al señor Kruger.

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